3. Mudanza

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Hoy comenzaba con la mudanza al loft que Tony me había comprado, estaba muy feliz y emocionada. Llamé a Peter, MJ y a Ned para que me ayudaran, eran las nueve de la mañana y yo ya estaba ahí esperando que el camión de la mudanza llegara. Planeé en una libreta donde acomodaría todo, no me cabía la emoción. El timbre sonó distrayéndome de los planos y corrí a abrir esperando que fuera la mudanza.

—¡Hey!— exclamé al ver a Peter en la puerta, lo que me sorprendió un poco y lo invité a entrar.
—Traje waffles, apuesto que no has desayunado.— levantó la bolsa que tenía en la mano y la movió en el aire dirigiéndose a la parte de la cocina.
—¡Ay por dios, es cierto!— recordé que hoy no había desayunado absolutamente nada. En la mañana después de despertarme, me vestí de inmediato con un overall, me amarré el cabello en un moño despeinado mientras bajaba las escaleras para salir corriendo a la cochera y conducir al loft.

Reímos y comimos los waffles, como no había ningún mueble todavía a excepción de los que tenía el lugar, nos sentamos sobre la encimera de la cocina, yo me puse en posición de chinito mirando hacía Peter, mientras que él se sentó de lado con las piernas colgando. Tuvimos una conversación bastante cómoda y divertida mientras comíamos. Estábamos por terminar los increíbles waffles y mientras moríamos de risa por el peor chiste que Peter había contado, nos vimos interrumpidos por el timbre. Salté al piso y mientras trataba de controlar mi risa, caminé hasta la puerta.
—¿Señorita Parker?— preguntó el hombre de la mudanza haciendo que mi risa desapareciera por completo. Entonces maldije un millón de veces en mi cabeza y apenada, esperando que Peter no hubiera escuchado, respondí que era yo. El hombre me extendió la tabla de madera con una hoja y una pluma, me pidió que firmara y pedí a Peter que revisara por la ventana si el camión estaba abajo. —Sus pertenencias estarán subiendo en unos minutos.— dijo sin expresión y se fue. Yo no quería que se fuera y me dejara sola con el chico, estaba increíblemente apenada; antes de volver, suspiré, hice tripas de corazón y regresé a la cocina.
—Así que...— comenzó Peter, yo rogaba internamente que no dijera lo que creía que diría. —Señorita Parker, ¿eh?— joder.
—Lo siento.— reí nerviosa. —Es solo que no me gusta andar por ahí diciendo que soy una Stark, me gusta sentirme... no tan especial. Como si fuera una persona más, no la hija de un genio multimillonario y hermana de Iron man. Así que cuando pidieron mi nombre, el tuyo fue el primero que apareció en mi cabeza.— expliqué. Él me dio una mirada de ternura y comprensión.
—No hay universo en el que tú puedas ser alguien común, Cassie.— exclamó sin dejar de mirarme a los ojos, sentí el rubor subir a mis mejillas y bajé la mirada para evitar que me viera. Por lo que me había contado Ned, Peter era muy tímido con las chicas, pocas veces hacía cumplidos y no era tan bueno en las conversaciones; sin embargo a mí me demostraba todo lo contrario.

Los hombres de la mudanza comenzaron a entrar con cajas llenas de mis cosas, después con algunos muebles y a más cosas. El recibidor estaba cubierto de cajas, apenas se podía caminar por ahí.
—Bien será mejor que empecemos con lo más difícil. ¿Crees que podamos subir esto?— habló refiriéndose a la cama.
—Tu arriba y yo abajo.— hablé y él no dijo nada, cuando voltee a verlo, me di cuenta que aguantaba una carcajada. Al preguntarle por qué, me di cuenta que eso tenía doble sentido. —Eres un tonto, sabes a qué me refiero.— reí y le lancé un cojín que estaba cerca.

Subimos la cama por partes, primero la base, la cabecera y por último, el colchón. Ya que eran varias escaleras, fue muy pesado subir todo eso y muchas veces casi morimos en el intento. El timbre sonó mientras estábamos terminando con el colchón, pero este se había atorado así que me escabullí por los huecos y llegué hasta donde estaba Peter para que ambos pudiéramos jalarlo al mismo tiempo, sin embargo su pie resbaló y chocó con los mío haciendo que cayéramos al suelo. Él terminó boca arriba y yo caí encima de él, me intenté levantar y entonces escuchamos como el colchón se resbalaba por las escaleras hasta hacer que nuestro esfuerzo fuera en vano. Yo lo voltee a ver aún sobre él y chocó miradas conmigo, un segundo estábamos serios y al siguiente moríamos de risa, no puse aguantar mi peso en mi brazo, así que me encontraba sobre su pecho otra vez.
—¿Qué demonios está pasando?— escuchamos y miramos hacia abajo, eran MJ y Ned. Me moví rápidamente y Peter se levantó para después ayudarme.
—Si hubieran llegado hace una hora, sabrían lo que curre.— reí mirando a Peter para después bajar por las escaleras hasta los recién llegados. Caminé hasta una caja y busqué la bocina para poner música.
—Culpa a Peter, él fue quién dijo que llegáramos a las once.— exclamó Ned y a pesar del ruido que estaba haciendo con la caja, lo escuché pero hice como si no lo hubiera hecho. Escuché un par de cuchicheos donde Peter le decía que se callara y MJ se unía a Ned.
—Bien, ahora ustedes deberán subir eso.— señalé el colchón y ellos se quejaron.
—Apuesto a que nosotros sí podremos hacerlo.— exclamó MJ retadora y después de apostar, ellos se dedicaron a subirlo mientras Peter y yo acomodábamos más muebles en la parte de abajo.

Nos tomó toda la tarde acomodar las cosas y por suerte, casi acabamos. Al final tuvimos que subir el colchón entre todos porque resultaba imposible. Peter se ofreció en ir por comida china y Ned lo acompañó. Mientras tanto, MJ y yo nos pusimos al corriente con el chisme de Peter.

Ala rasi: cualquier cosa por ti || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora