LA MAMÁ DE ALEXA EN MULTIMEDIA.
Había pasado un mes desde la llamada de "el chico sombra", después de eso le hizo honor al apodo que le había creado, no volvió a dejar rastro ni volvió a llamar. Vivía con el miedo de que el celular que me había dado sonara en cualquier momento, pero no ha sucedido hasta la fecha.
Las cosas con Daniel iban bien, no como me hubieran gustado, pero lo sobrellevaba. Igual con mi madre, ella actuaba como si nada pasó, y de alguna forma yo también, evadía cualquier discusión con ella, solo paga no causarle un disgusto.
El semestre había terminado y yo estaba feliz porque había sacado todas mis notas en "A", también porque tendríamos un mes de vacaciones, los directores no solían hacer eso, esta era la primera vez puesto que debían remodelar algunas aulas y otras cosas que no me interesaban lo más mínimo cuando estaban explicando, estaba emocionada por ese mes libre. Un mes solo de trabajo en la biblioteca del señor Thomas.
Y hablando de eso, yo estaba más que encantada trabajando allí, me sentía en mi ambiente rodeada de cientos de libros. Casi se me sale el corazón al ver el dineral que me estaba pagando el señor Thomas por solo arreglar los libreros y atender unas cuantas personas, él alegaba que para él no era nada (puesto que el señor era millonario), luego de discutir con él, acepté la paga, con eso ayudé en algunas cosas de la casa. También contrató a una chica tres años mayor que yo para que me ayudara en la biblioteca, días después me enteré de que ERA SU NIETA y sus padres la habían castigado para que trabajase y se ganara el pan de cada día, puesto que era muy caprichosa y todo lo quería de la manera más fácil.
Poco a poco, Bianca (era su nombre) se fue adaptado al trabajo y nos hicimos buenas amigas. Descubrí que no era tan mala como la pintaban, era una increíble chica y muy divertida, me confesó de que todo el desastre que hacía lo hacía para que sus padres le prestaran atención, porque se la vivían trabajando.
Y eso me hizo ver que hasta las personas con dinero tienen problemas.
Estaba cerrando la biblioteca, ya era de noche, un poco tarde, me había entretenido tanto leyendo un viejo libro que había encontrado que no me fijé en la hora, ya pasaban de las ocho de la noche y las calles estaban muy solitarias, demasiado para mi gusto. Era muy raro que a esta hora no estuviera tan concurrido como suele ser.
Me abroché bien mi abrigo y empecé a caminar en dirección a mi casa, caminado lo más rápido que podía. Llevaba en mis manos un cúter por si alguien intentaba hacerme algo, solo rogaba no tener que utilizarlo.
Justo cuando iba a cruzar la calle se atravesó un tipo en motocicleta.
—¡Casi me atropellas, idiota! –le grité. Más no me detuve a esperar su respuesta y seguí caminando.
—¡Tan encantadora como siempre, shawty! –me detuve abruptamente al escuchar su voz.
Mi cuerpo tardó unos segundos para responder a las órdenes de mi cerebro, y me volteé. Él estaba mirándome con esa sonrisa bobalicona en el rostro. Dando pequeños pasos, me fui acercando a él.
—Sabía que te sorprendería, pero no tanto, estás pálida –continuó diciendo.
—Si, y estoy molesta también –fruncí el ceño. El imitó mi expresión y se apeó de la moto.
—¿Por qué?
—Porque no volviste a llamar, me preocupes, ¿sabes?
—¿Te preocupaste por mí? –sonrió como si le hubiera dicho los números de la lotería.
—Si –dije molesta.— no me quedaba más ya que no llamabas para avisar que estabas bien –me miró confundido.
—Lo estaba, lo estoy.
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Lítost
Teen Fiction"Luego de todo lo que hemos pasado, no había forma de que yo me permitiera perderlo. Él se había metido en mi cuerpo como una bala sin salida, y haría todo lo que fuera por mantenerlo conmigo. Y ahí surgió una pregunta en mi cabeza: ¿Sería capaz de...