Capítulo VII

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| Un paseo en las tinieblas|
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— Es inútil que intentes escapar, está diseñado para atrapar a grandes demonios.

Isabelle entró al salón seguida de Alec y Thalia.

— Está muy feo encerrar a tu hermano.

— Tú no eres nuestro hermano y no te pongas cómodo, porque lo encontraremos.

El rubio se volvió hacia Alec con esa sonrisa cínica que se había vuelto tan habitual desde que lo atraparon.

— Tú y tu amor incondicional hacía tu parabatai. Siento romperte el corazón, pero cuando me mandaron con los tuyos a Idris era un niño desesperado.

— No le hagas caso, Alec.

La atención de Jace se centró en Thalia con la misma expresión con la que se había dirigido a sus hermanos, la única diferencia es que a ella le divertía enfrentarlo. La arrogancia del Herondale no disminuía ni al estar poseído.

— El único motivo por el que me convertí en tu parabatai fue para asegurarme un sitio en el que vivir.

— ¿Intentas sacarlo de quicio? — inquirió la castaña.

— O puede que sólo esté siendo sincero con la última cara bonita a la que te has llevado a la cama. ¿Es difícil superarme, no?

Alec alzó una ceja al ver como ambos se desafiaban con la mirada divertidos, como si intentaran comprobar quien era el que cedía antes.
Luke y Simon entraron corriendo al apartamento, el diurno directo a enfrentarlo. Clary se había entregado a la Clave para protegerlo.

— ¿Sigues celoso de que me prefiera a mí?

Jace provocó a Simon del mismo modo que lo había hecho con todos, atacando sus puntos débiles. Luke lo sacó al despacho de Magnus antes de que comenzara a discutir ganándose la sonrisa cínica del rubio.

— ¡Eh, Herondale!

Jace se giró hacia Thalia y recibió otra onda plateada que lo derribó.
El equipo siguió a Luke hasta la sala contigua y analizaron la situación. Si la Clave averiguaba que había utilizado el deseo, no la volverían a ver.

— Vale, — preguntó Luke — ¿alguien en Idris puede pasarnos información?

— Hemos robado en la armería de la Clave. — explicó Alec.

— Y le mentí a la Inquisidora y a la Cónsul Penhallow... — siguió Thalia — Dudo mucho que quieran ayudar si lo han descubierto.

Simon abrió la boca sin soltar ningún comentario. No entendía como Alec y ella podían haber acabado juntos siendo tan diferentes, eran el ejemplo perfecto de que los polos opuestos se atraían.

— Veré si consigo información sobre Clary. — Luke habló hacia Simon — Lo mejor que puedes hacer es volver al edificio abandonado y buscar pistas.

— No saldré a cazar con mi mejor amiga en la cárcel.

— Simon, Clary se lo ha jugado todo por salvar a Jace. — Isabelle logró que la atención del chico se centrara en ella — ¿Quieres hacer algo por ella? Ayuda a destruir al demonio que ha causado este caos.

Simon suspiró y asintió dispuesto a dirigirse hacia el lugar de su misión. Alec los detuvo unos instantes y pidió que no revelaran la posesión de Jace, Clary se la había jugado ocultando su deseo y no necesitaban más problemas de los que ya tenían.

— Hablando de Jace, tengo que contarte algo.

Alec salió tras el brujo dejando a las parabatai solas. Isabelle intercambió miradas con ella, cuando Magnus utilizaba aquel tono nada bueno se le pasaba por la cabeza.

𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐌𝐄𝐄𝐓𝐒 𝐅𝐀𝐓𝐄 || Alec Lightwood ➰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora