𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐌𝐄𝐄𝐓𝐒 𝐅𝐀𝐓𝐄 || Alec Lightwood ➰

Capítulo XIX

| Ciudad de Cristal|
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— No podemos abandonar a Jace.

— No sé cómo puedes decir eso. Jace Herondale atacó a nuestra Reina, debe pagar por sus crímenes.

La atención de Alec se dividía entre su parabatai y Meliorn. El guardián seelie había ido al Instituto a reclamar la orden de búsqueda y captura contra el chico Herondale por el ataque en Praga.

— ¡Estaba infiltrado!

— ¿Cuántos caballeros seelie tuviste que herir para ello?

Alec lo defendió, el rubio había actuado así para darles tiempo hasta conseguir la espada. Meliorn sostenía que el ataque suponía un acto de guerra, pero fue interrumpido por Thalia y otro guerrero que la acompañaba hasta el centro de la estancia.

— Hola, Meliorn. — los shadowhunters la miraron confundidos, los representantes de las hadas habían solicitado la reunión a solas y era raro que las exigencias de los seelies fueran rotas por ellos mismos — Han pedido algo a cambio de su Reina.

Alec alzó la cabeza interesado en el trueque, estaba dispuesto a escuchar cualquier opción para evitar la muerte de su parabatai. Ambos seelies le sonrieron ante las noticias, el apellido Blackwood generaba confianza entre ellos al haber tenido cierta relación con su reino años atrás.

— Quieren la Lucero del Alba. — la castaña levantó un dedo pidiendo que ambos guerreros la escucharan antes de irse — Quiero pedir un favor.

Meliorn intercambió miradas con su compañero durante unos instantes y asintió.

— Retrasad la entrega hasta que lleguemos allí con la Gloriosa.

— Thalia, sabes que no está en la naturaleza de las hada mentir.

Jace dio un paso hasta su lado. Suplicaba que cumplieran la petición de la chica, incluso le debería un favor a cambio al seelie. Meliorn sonrió satisfecho con la oferta del rubio y dirigió su mirada de nuevo a la castaña.

— Aunque podemos desviar la verdad. Podemos dejar las entradas sin vigilar. — el rubio asintió agradecido — Aprovechadlo bien.

Los guerreros seelie abandonaron el despacho del director junto a Jace y Thalia. La Corte trasladaba los cadáveres de los suyos hasta la salida del Instituto cuando ambos se acercaron a Isabelle, Simon y Luke. Necesitaban la ayuda de la menor de los Lightwood para llevar a cabo una emboscada en el Bosque de las Dudas. Los subterráneos se ofrecieron a ayudar, pero Thalia se apresuró a explicarles el riesgo que corrían al exponerse al Fuego Celestial puro. Aunque agradecía su disposición, se negaba a poner en juego sus vidas.

Jace dio un pequeño golpe a la castaña y señaló hacia la enorme vidriera frente a la que Maryse, Isaac y Alec hablaban. Isabelle se alejó del grupo acompañada por el chico Herondale dejando a Simon interrogar a Thalia con la mirada.

— ¿Va todo bien? ¿Es por lo del...?

— Shh, no lo sé pero deja de sacar el tema. — Simon asintió rápidamente mientras Luke miraba a ambos sin entender de qué hablaban — Cuando llegue el momento os explicaré a todos qué pasa.

Alec y Isaac se despidieron de Maryse y salieron en dirección al despacho mientras la mujer pedía por señas a la castaña que fuera con ella. Ambas se saludaron con un pequeño abrazo y la madre de los Lightwood comenzó su interrogatorio.

— Esto... Hay algo sobre lo que quería saber, pero no sé si ha surgido el tema todavía.

Thalia dirigió su vista al mismo punto que la mujer y entendió a lo que se refería. El anillo de su familia ocupaba el lugar donde debía ir el de la propuesta de matrimonio de Alec. No tardó en señalar el bolsillo de su chaqueta y explicar que aún no lo habían podido decir a sus amigos con el secuestro de Clary y querían que fuera sorpresa, así que Alec y ella habían pensado esconder sus planes de boda hasta que la situación mejorara.