| Pecado Original |
¤La luz invadió la habitación en cuestión de segundos. Alec se volvió hacia el otro lado de la cama soltando un fuerte gruñido y cubriéndose con las sábanas.
— Venga, bolita, hora de levantarse y enfrentarse a la vida.
— ¿Bolita?
— ¿Amor? — Alec soltó otro gruñido mientras se incorporaba — Veo que alguien no es de mañanas, ni de apodos.
El azabache se dejó caer sobre la almohada aún bajo los efectos del sueño.
— ¿Por qué es tan temprano?
La castaña explicó cómo no había podido dormir y dejó la bandeja con comida junto a su mesita de noche. Alec se reincorporó y frunció el ceño al observarla.
— ¿Por qué estás vestida?
— Sé que prefieres que la ropa esté en el suelo, pero no creo que al resto del Instituto le haga gracia. He bajado a por el desayuno y, aunque admito que podría haber quedado mejor, he conseguido cupcakes.
Alec rodó los ojos ante el primer comentario y sonrió al verla coger el postre de chocolate. La analizó de pies a cabeza, su atuendo consistía en unos leggins negros y un top deportivo del mismo color más una chaqueta rosa pálido.
— Ven aquí. — Thalia tomó asiento a su lado y sonrió por el beso que dejó en su mejilla — ¿Estamos celebrando algo?
— Hoy es tu día libre y quiero que lo aprovechemos al máximo.
— Eres un amor.
— Lo sé. — le dio un rápido beso y le acercó la bandeja — Bebe, es hora de hacer ejercicio.
La sala de entrenamiento estaba vacía, en realidad el personal del Instituto entero parecía haberse esfumado. Alec le lanzó una de las barras de madera y él cogió otra.
— Que autoritario, alguien se ha puesto en modo shadowhunter.
— No me adules.
Ella alzó una ceja y lo invitó a iniciar el ataque. Alec dio un paso golpeando en dirección al hombro de su compañera mientras ella retrocedía con facilidad.
Tras varios giros de muñeca la castaña consiguió inmovilizarlo en invertir las posiciones, siendo ella quien atacaba y él quien se defendía. Alec barrió a la altura de sus rodillas mientras Thalia saltaba y lo desarmaba.— ¿Tus últimas palabras?
La chica Blackwood dejó las barras lejos de la zona de entrenamiento, ganándose una mala mirada del azabache. Estaban listo para el combate cuerpo a cuerpo. Un bufido escapó de los labios de Alec justo antes de lanzarse hacia delante, Thalia esquivó su brazo y lo hizo caer para inmovilizarlo.
— Tú sólo eres cinturón negro en postureo.
— Un golpe bajo.
Alec intentó deshacerse de su agarre rodando por el suelo, pero solo empeoró su situación al hacerla quedar sobre él y tirar de su brazo izquierdo. Era una buena rival, pocas veces le había costado tanto vencer a alguien más allá de Jace.
— No sabía que esto era una competición.
— ¿Pensabas que te iba a dejar ganar? — él rodó los ojos y se puso en pie — Qué guapo te pones cuando te enfadas.
El azabache dejó de andar en círculos para enfrentar los ojos grises de su compañera.
— Te he dicho que no me adules.
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𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐌𝐄𝐄𝐓𝐒 𝐅𝐀𝐓𝐄 || Alec Lightwood ➰
Fanfiction[Tercer Libro] - ¿Intentas sacarlo de quicio? - Puede que sólo sea sincero con la ultima cara bonita que te has llevado a la cama. Es difícil superarme, ¿no? DISCLAIMER: ▪︎Historia basada en la tercera temporada de Shadowhunters: The Mortal Instrume...