CAP. 4

2.8K 149 1
                                    


POV ALBA

Hola Joan, siento que mis padres te hayan metido en esta emboscada.

- No te preocupes rubia. ¿Estás lista?

- Sabes que no.

Llevaban una hora de camino, no había vuelto a cruzar palabra, Alba había estado todo el trayecto mirando por la ventana. El paisaje ya había cambiado, atrás quedaban las periferias de la ciudad dejando lugar a un paisaje cada vez más rural. Alba empezaba a encontrarse incomoda, cosa que no le pasó por alto a Joan.

Antes de coger el desvío que les llevaría al pueblo Joan detuvo la furgoneta en un rincón de la carretera.

- ¿Alba?

La rubia no podía pronunciar ninguna palabra, estaba en la misma carretera dónde habían perdido tanto, a tan solo unos kilómetros del lugar del accidente. Los sollozos cada vez se hacían más fuerte.

- Escuchame Alba. Puedes hacerlo, vamos hacerlo. El otro día por teléfono me dijiste que presientes que esta vez todo va a salir bien. Estás animada hasta por hacer ejercicio para poder seguir adelante. Tenemos que pasar por aquí primero.

Alba no decía nada, estaba cabizbaja pensando en las palabras de su mejor amigo hasta que finalmente dijo algo.

- Joan, no soy tan valiente.

- Claro que si lo eres.

- No, no puedo ver el sitio donde perdí a mis yayos y mi tío. No puedo.

- ¿Ese es el problema? ¿Que tal si cerramos esos ojitos tan bonitos que tienes y ya no lo vas a ver?

Volvieron a quedar en silencio, sin embargo Joan sabía que eso era positivo, lo iban hacer.

- ¿Porque siempre sabes cómo lograrlo?

- Porque eres mi chiquita pequeñita.

Joan ya había arrancado el vehículo y se iban a incorporar a la carretera.

- Espera. - Gritó la rubia.

- Cierra los ojos Alba, yo estoy contigo.

- Vale.

Joan se disponía arrancar de nuevo cuando un nuevo grito lo detuvo.

- Para!

- Mira, puedes apoyar tu mano en mi brazo, para que veas que estoy aquí, contigo.- Le decía Joan con toda la dulzura del mundo.

- Si, pero...

- ¿Pero? - Le apremiaba a continuar Joan

- Nada, vamos.

Alba cerró los ojos y apoyó su mano en el brazo derecho de Joan. Cada vez que sentía una curva la rubia estrujaba un poco más fuerte el brazo del chico. Pasaron unos veinte minutos hasta que Alba notó que el coche había estacionado, empezó aflojar la mano y abrió los ojos de a poco.

- ¿Alba, estás bien?

- Si, si. Si. Estoy bien, lo hemos hecho!! Dijo emocionada y tirando un poco de Joan para que le diera un abrazo.

- Quizás tu brazo no está bien del todo, lo siento. - Le dijo al chico al notar como lo movía despacito.

- Tranquila, creo que me recuperaré de esta. Le dijo Joan dándole un beso en la mejilla.

POV NATALIA

Eran ya las dos pasadas del mediodía, al final con tanta compra me había retrasado un poco y temía no estar en casa cuando llegaran Joan y Alba.

En cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora