En cuarentena

CAP. 20

CAP. 20

POV NATALIA

Me desperté por la mañana con una sensación agridulce en el cuerpo. Por un lado estaba preocupada por el estado de salud de mi padre, aunque si Joan no había dado noticias significaba que su estado de salud no había empeorado. Por otro lado no podía dejar de pensar en una rubia de ojos azules que cada vez me estaba gustando más.

Iba en serio lo que me dijo ayer? Quiere una cita conmigo? Eso significa que le gustaría que lo que sea que está pasando entre nosotras vaya en serio?

Me vestí con la ropa de trabajo, hoy me toca cortar el césped de nuevo. Bajé al comedor cogí un par de mandarinas y fui al almacén a por la máquina.

A media mañana vi aparecer por el jardín a una Alba muy sonriente.

 - Buenos días guapita. - La saludé a lo lejos.

- Hola Nati, que haces? - Dijo a unos metros de mi.

- Pues ya ves. - Le dije extendiendo mis brazos señalando la zona cortada.

- Toma. - Alba me acercó una magdalena. - Esta mañana no has ni desayunado.

- Solo un par de mandarinas. Sabes algo de Joan? - Le pregunté mientras quitaba el papel del dulce.

- Todo sigue igual. Me ha dicho que cualquier novedad por pequeña que sea nos va a decir algo. - Asentí ante su información aunque ya estaba al corriente de eso.

- Estas bien? - Preguntó Alba cogiéndome la mano que tenía libre.

- Si, muy bien. - Me sorprendía como tan solo con su presencia la rubia conseguía hacerme sentir bien.

- Bueno te dejo tranquila. - Alba dio un beso al dorso de mi mano y se fue.

A la hora de comer nos juntamos de nuevo. Mientras comíamos hablábamos de la actualidad de las noticias, especialmente de cómo iba afectar la vuelta a la normalidad a la empresa.

- Qué harás esta tarde? Dijo la rubia con el habitual café en la mano.

- Pues voy a seguir con el césped. Esta época del año crece muy rápido y si no lo corto luego se atasca la máquina.

- Ves con cuidado y abrigate que hace frío. - Deslice mi mano por su mejilla a la vez que salía al exterior.

Llevaba toda la tarde ahí fuera con la compañía de Queen. El tiempo había cambiado respecto esta mañana y la verdad no hacía demasiado bueno para estar en el exterior, estaba nublado y caían pequeñas gotas de agua, esas que parecen que no está lloviendo pero con el paso del tiempo te dejan calado. Durante la última media hora la lluvia había aumentado pero me quedaba tan poquito que lo quería acabar.

Por fin terminé todo y pude entrar al interior. Al escuchar la puerta Alba apareció en escena.

- Madre mía. Pero dónde vas así Nat. - Dijo al verme.

Había cogido bastante frío y la humedad en mi ropa me estaba dejando helada. Mi cuerpo empezó a temblar con el contraste de temperatura.

- Que...quería terminar. - Dije soplando mis manos para que entraran en calor.

- Quitate la ropa. - Enarqué una ceja delante de su petición. Alba se acercó y empezó a quitarme el jersey que estaba completamente mojado.

- Desvistete por favor. Camiseta, pantalones, zapatos...todo fuera.