POV NATALIA
Si en un inicio me hubieran dicho que vería a Alba ilusionada con la fonda no me lo hubiera creído. Su productividad estaba por las nubes y es cautivador cuando ves a una persona hablar con tanta pasión por algo. Alba me tenía embobada.
Desde que llegó aquí hasta el día de hoy, prácticamente dos meses después Alba ha cambiado tanto... En los inicios veía a una chica esquiva, poco comunicativa incluso podría decir que algo fría. Durante el último mes he tenido la oportunidad de conocerla y todas estas ideas se han esfumado dejándome ver a la rubia cariñosa, valiente e imprevisible que tengo ahora delante de mí.
Alba está con una cuchara en la mano soplando al caldo de la olla para no quemarse la lengua. Su pelo recogido en un moño alto, su jersey remangado hasta medio brazo y su delantal atado por la espalda me dejan una imagen de ella preciosa.
Esta última semana desde la cena que me preparó no hemos salido de la cocina. Hasta ahora la usábamos por separado sin embargo estamos aprendiendo a compartirla y si ya me gustaba antes ahora me apasiona.
Dentro de la cocina los movimientos de Alba son fluidos, naturales, sus expresiones, su personalidad brilla al cien por cien, se nota que este es su territorio y me encanta que me deje disfrutarlo con ella.
- Prueba esto Nat, me dijo soplando sobre la cuchara que había usado antes ella y acercandola a mi boca. Colocó su mano bajo la cuchara asegurándose que no se me cayera el líquido por encima.
- Mmmh. Quema... Dije abriendo la boca y sacando mi lengua. - La rubia se acercó a mí poniéndose de puntillas y besó mi lengua.
- Mejor? - Asentí con una sonrisa.
- Está muy bueno. - Dije volviendo al tema de la comida.
- Que lleva? - Preguntó poniéndome a prueba.
- No lo se. Tiene algo diferente, como de fruto seco.
- Bueno, más o menos. - Dijo girándose de nuevo para seguir cortando las verduras.
- No me vas a decir que lleva?
- Tendrás que descubrirlo.
Cenamos tranquilamente, para hoy habíamos preparado uns gyozas de puerro caramelizado junto con unos rollitos de papel de arroz, espinacas y mango.
No pudimos tener nuestra habitual sobremesa porque me llamó Elena,así que fui a mi habitación dejando a Alba sola en el piso de abajo.
Hacía unos diez minutos que había terminado de hablar cuando una nota se asomó por debajo de mi puerta.
Me encanta la noche
su magia
y tu
envuelta en ella
- Alba Reche.
Con el papel aún en mi mano abrí la puerta encontrándome a la rubia esperándome.
- Hola. - Dije aún con la sonrisa boba que se había formado al ver su nota.
- Vaya. - Sus ojos me hicieron un repaso de arriba abajo. Había abierto la puerta rápidamente sin fijarme que solamente llevaba una camiseta larga sobre mi cuerpo dejando mis largas piernas al descubierto.
- Qué tienes ahí? - Le pregunté al ver una tela negra en su mano.
- Ven. - Alba me dió la vuelta hasta taparme los ojos. - Ves algo?
- No. - Mis manos buscaban su cara, reconociendo con mis manos sus labios y acercándome a ellos. - Que pretendes con esto Albi?
- Sígueme. - Alba me guió escaleras abajo, si no me equivoco nos encontrábamos en el comedor y por el olor y calor que se sentía nos habíamos sentado delante de la chimenea. - Puse mi mano sobre la cinta tratando de quitarla pero la mano de Alba me lo impidió.
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En cuarentena
RomanceNatalia llegó al pueblo huyendo de su familia hace ya cinco meses. Alba no quiere regresar y enfrentarse al trauma que le dejo este lugar. Pero sin previo aviso llega un virus y el gobierno dice que todos debemos ponernos en cuarentena para poder...