POV ALBA
Han pasado un par de días desde que Natalia y yo nos besamos y no se ha vuelto a repetir pero cada vez son más las muestras de cariño que nos damos la una a la otra.
Esta mañana me tocaba sesión de entrenamiento con Carlos y debía desayunar bien para resistirlo.
Cuando entre al comedor la morena ya estaba ahí. Me acerqué a su lado y le di un beso en la cabeza. Ella apoyó su cabeza en mi cuerpo mientras que son su mano rodeó mi cintura.
- Buenos días Nat,
- Hola Rubia. Desayunas?
Me cogí un yogurt de la nevera. En un bowl corté un plátano y añadí un puñado de cereales.
- Qué harás esta mañana? - Me preguntó la morena.
- Pues haré un poco de ejercicio en casa. Y tu?
- Voy arreglar los setos de la entrada, están creciendo mucho.
- Vigila con la máquina eh, no queremos ir al hospital.
- No te preocupes, puedo controlar los nervios aunque te me acerques.
Ayer por la noche me estaba preparando un té cuando la morena entró a la cocina. Sin esperarlo se pegó a mi espalda apoyando la mano en mi cintura para coger el bote de miel. Me puse nerviosa y dí tal salto que tiré el bote de azúcar que tenía en las manos.
- Si los puedes controlar es que te pones nerviosa?
- No tanto como tu.
- Eso habría que comprobarlo, guapita.
Natalia se levantó de su sitio y fue a la cocina a dejar los platos del desayuno. Cuando salió se apoyó con los codos en la mesa, agarró un mechón de pelo rebelde y lo acompañó hasta mi oreja. Con su mano inclinó mi cabeza para hacerse hueco y dejó un beso lento en mi mejilla, rozando mis labios.
- Nos vemos luego. - me dijo dejándome sola en el comedor.
Cuando tenía a Natalia tan cerca me parecía incluso que el tiempo pasaba más despacio o quizás ella se recrea en cada pequeño movimiento pero he de reconocer que a mi me pone muy nerviosa.
La llamada en el teléfono me sacó de mis pensamientos.
- Hola Carlos. Perdona que se me ha hecho tarde, ya estoy lista. - Le dije levantándome de la silla para ir a la habitación.
- No será que te has quedado viendo a ¿Natalia? Se llama así verdad?
No le respondí nada pero la cara que debo de haber puesto le ha dado la respuesta a su pregunta.
- Ha pasado algo entre vosotras? - No le contesté.
- Alba, te pondré cinco repeticiones extras por cada minuto que tardes en contestarme.
Joder, como puedo ser tan previsible.
- No quiero hablar del tema, Carlos.
- Es que no te preguntado si querías.
- No he estado con nadie desde el accidente. - Le dije finalmente pero Carlos no dijo nada, dando pie a que continuara hablando.
- Mira Carlos no se que me está pasando vale? Me vuelvo a sentir como una quinceañera, me paso el día embobada y me siento genial. Así que no destroces mis ánimos con una sesión de estas tuyas que me dejas por los suelos.
- Bueno, cuando quieras contarmelo ya sabes. Cuentame como te sientes de lo nuestro? Me dijo señalando su pierna.
- Fuerza y equilibrio mucho mejor, me canso mucho menos y me noto mucho más estable.
ESTÁS LEYENDO
En cuarentena
RomanceNatalia llegó al pueblo huyendo de su familia hace ya cinco meses. Alba no quiere regresar y enfrentarse al trauma que le dejo este lugar. Pero sin previo aviso llega un virus y el gobierno dice que todos debemos ponernos en cuarentena para poder...