CAP. 28

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POV NATALIA

Dos preciosos ojos azules me estaban observando. Aún no los habia visto pero estaba segura de ello, notaba como atravesaban cada capa de mi piel hasta llegar a mi corazón.

Sin abrir aún los ojos hice un pequeño gruñido y moví mi mano para notar el cuerpo de la rubia al lado del mío. Despacio abrí un ojo y luego el otro. Alba me miraba con una sonrisa embobada.

- Buenos días marmotilla, - Dijo la rubia ampliando su sonrisa hasta mostrarme sus blancos dientes. Un ruidito salió de mi garganta sin llegar a decir nada y me pegué más a su cuerpo.

Aún no me podía creer que tenía a la rubia desnuda a mi lado. Toda su piel era suave y transmite un calor muy agradable. Alba empezó acariciar mi espalda con la yema de sus dedos.

- Este es el sueño más real que he tenido en mi vida. - susurré al fin. La rubia negó con la cabeza.

- No estás dormida, esto está pasando. - Dejé un beso en su brazo donde tenía mi cabeza apoyada observando a Alba. Su pelo ondulado caía por su rostro, su piel fina, rosada, sus ojos brillantes...

- Alguna vez te han dicho que eres la persona más bonita del mundo incluso recién levantada? - Le dije y automáticamente sus mofletes se sonrojaron.

- Estas tonti, dijo escondiendo su cara en mi cuello.

- No te escondas, dejame verte. - Dije poniéndome de lado para verla mejor.

- No me mires así Nat, - Dijo poniendo su mano sobre mi cara para impedir que mis ojos la observaran.

- Oye, no seas así. Ya que te han dado el honor de ser tan bonita compartelo conmigo por lo menos.

- Naaat, - Rechistó la rubia. Me encanta dejar a la rubia sin palabras muriéndose de vergüenza. Al fin y al cabo solo digo la verdad.

- Albiii... - Dije alargando su nombre como había hecho ella antes de apoyar mis labios sobre los suyos por primera vez esta mañana. Era un beso tranquilo, cariñoso.

Unos ruidos al otro lado de la puerta se empezaron a escuchar. Miré el reloj que había en la mesita de noche. Queen me estaba esperando para salir al exterior, por lo menos llevaba una hora aguantando.

- Albi, debo hacerte una pregunta muy importante. - Dije poniéndome sobre su cuerpo apoyando mi peso en mis brazos.

- Que pasa? - Noté la tensión en su cuerpo.

-Eres celosa? Espero que seas capaz de compartirme, porque sino tendremos un problema. - Su mirada incrédula me atravesó.

- Eh..yo...no, no se, lo normal...pero... - Se veía adorable tratando de formular su respuesta para no ofender a nadie, pensé que ya era suficiente, no quería hacerla sufrir el primer día.

Me separé de su cuerpo después de dejar un besito en su boca y completamente desnuda me moví por la habitación hasta abrir la puerta de su habitación.

Queen se había acostumbrado a dormir conmigo, anoche pasó tantas horas sola que ahora estaba inquieta, levantó sus piernas delanteras para apoyarlas en mi cadera. Me agache a su altura para que no arañara mi cuerpo con sus garras y enseguida empezó a dejar lametones por toda mi cara.

Alba se había incorporado en la cama mirando atentamente toda la escena, me dirigí a su lado y en cuanto mi culo se apoyó en el colchón Queen se tomó la libertad de subir a la cama.

- No Queen...baja...- Le decía Alba aunque la perra no le hacía ni caso. De hecho en ningún momento le dedicó su atención, parecía que en la habitación solo estuviera yo.

En cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora