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Siempre tenían la mala suerte de subestimarme. Todo por ser omega, por mi condición, hasta alguna vez yo llegué a pensar que era cierto, que pertenecía a los débiles. Mi mente y mi aprendizaje siempre se basó en como satisfacer un alfa, como mantenerlo contento, cuidar a los cachorros, cocinar, hacer la colada y todas esas cosas ligadas con el hogar. Durante años, no miento fueron demasiados, todo lo que creía que iba a ser mi futuro se iba construyendo poco a poco. Yo aprendería como una buena omega, me pondría guapa y esperaría a que un alfa me escogiera. Después me zambulliría en una vida cíclica, en la que haría las cosas de hogar, prepararía las comidas y satisfacería a mi alfa en todo lo que me pidiese. Nunca me resultó atractiva esa idea, ni antes ni ahora. Y esas ideas, que te meten en la cabeza desde pequeño, construyen cimientos sólidos en tu mente, y derrepente se vuelve en lo único que conoces, no ves más allá y no puedes constrastar con otro tipo de realidades.

Por que hay más realidades que esa.

Y es verdad. Puede que los omegas seamos más débiles por naturaleza,  y venga en nuestro ADN ese punto en la que la maternidad se torne necesaria, pero merecemos respeto. Y debemos exigir respeto, porque no somos inferiores, somos iguales, porque cada quién tiene su papel en esta película denominada vida, y por mucho que te quieran hacer creer que tu papel es secundario, que eres inservible o inferior, no los creas, porque la verdad es otra completamente distinta.

Sí. Hace mucho tiempo me metieron esas estúpidas ideas en la cabeza. Y estuve a punto de tragarme el cuento, hasta que la realidad me golpeó duro contra el suelo. Puede que haya tardado en aprender del golpe, que haya tenido que recordarlo día tras día, pero aprendí. Y hoy sé que hay más colores en el abanico, que hay miles de realidades que se contradicen la una con la otra, pero no dejan de ser menos ciertas por eso. Entonces yo decidí, y me volví fuerte. Puede que en un principio quisiera demostrar que podía ser igual, ahora tenía claro que ya lo era, que no tenía por qué demostrar nada a nadie, ahora iba más allá de eso.

La gente solía subestimarme. Me miraba a la cara y se reía. Era la débil, la fácil, la puta, tantas cosas que ya las dejé de contar con el tiempo. Pero en realidad soy igual que todos, solo que tenía que dejar de callarlo, dar un paso al frente y decir "esta soy yo". Soy una mujer y una loba, soy omega, y no por eso soy más débil y defiendo a mi familia como ellos me han defendido a mí.

Ahora era yo quien daba un paso al frente, mostrando otra realidad, diferente a la que me enseñaron desde niña, y aquí estoy, defendiendo a mí familia.

— ¿Estás bien?— me acerqué hacia Jin, quién mantenía una expresión sorprendida— Creo que ya te he saldado la deuda de cuando nos conocimos—intenté bromear para aliviar tensión en el ambiente.

— Yo...joder Arianne—los ojos del castaño dieron con los míos y parpadeó incrédulo— Ari...¿Has visto tus ojos?

Yo me encogí de hombros mientras negaba con la cabeza. Había visto decenas de veces mis ojos en el espejo de casa. Mis pupilas marrones se teñían de un azul zafiro con trazas verdes. Personalmente me gustaban, me parecían diferentes a los ojos claros del resto de omegas. Cuando crecí me di cuenta de que yo era la única que presentaba unos rasgos como los míos, me diferenciaba del resto de omegas, pero nunca me importó.

— ¿Qué pasa con mi ojos?— creo que mi voz relajada y dulce le dejó más noqueado aún.

— Esto es acojonante...¡Putamente acojonante!— fruncí mi ceño y esperé a que dijera algo coherente— Osea, tú solo tú, sola, totalmente sola, te has cargado a todos y yo....¡me cago en la puta!— una risa escapó de mi boca.

— Jin, tranquilízate quieres— mi mano se posó en su hombro y giré mi cabeza hacia los árboles que cubrían uno de los caminos— Tenemos que ir a buscar a Lia, la muy zorra ha escapado mientras nos ocupábamos de los alfas.— el castaño elevó una de sus cejas.

Nightmare- JJK (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora