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Jungkook

Los surcos secos de mis mejillas y mis ojos enrojecidos delataban el estado en el que me había sumido las últimas horas. Mi lobo no abandonaba los latidos de Arianne, y todos mis sentidos estaban con ella, tras la fina tela que solo me permitía apreciar las figuras de los lobos que estaban tratando de salvarla la vida.

Jin estaba a mi lado, mientras que Taehyung y Namjoon se encontraban tras las cortinas vigilando a los lobos que habían ofrecido su ayuda. Varios omegas que iban con ellos buscaban su forma de ayudar, ofreciendo a mis hombres comida y agua para recuperarse del esfuerzo de esta noche.

Mis manos temblorosas cubrieron mi rostro y sentí la mano de Jin posicionarse sobre mi hombro, tratando de darme fuerzas, porque las necesitaba, necesitaba de todas las fuerzas posibles ahora mismo para no terminar por desmoronarme.

Aún estaba fresco en mi mente, la forma en la que Jimin se abalanzó hacia ella, tumbándola de golpe en el suelo, viendo como su cabeza se echaba hacia atrás para atestar el golpe final mientras yo me movía rápido hacia él. Tardé dos segundos, solo dos míseros segundos en alcanzarle y lanzarle lejos de ella. Momentos después ya le tenía entre mis garras, mi lobo controlando la situación y matándole sin remordimiento ni piedad, pero aún así, la forma en la que su risa maliciosa se metió en mi cabeza, riéndose de mí, dando el golpe de gracia a la situación, me dejó temblando, porque sentía muy en el fondo que sus palabras podrían hacerse realidad.

Si yo me voy, ella vendrá conmigo, porque ella es mía, siempre ha sido mía.

Y me negaba, me negaba por completo a ello, porque no era una opción, no quería que fuera una opción.

— Ella es fuerte, sobrevivirá a esto— Jin estaba sentado a mi lado. Me tendió una botella de agua que le había dado una de las omegas, yo negué con la cabeza— Tienes que beber algo y descansar, dale a tu lobo algo de energía para recuperaros más rápido.

— No puedo Jin, no la voy a dejar sola, no otra vez.— no me iba a mover de aqui, nunca me iba a ir de su lado de nuevo.

Jin calló. No habló más y solo se limitó a hacerme compañía. Los sonidos tras la tela mantenían a mi lobo ocupado, haciéndo saber a mi pequeña que yo estaba ahí, que estaba a su lado y que no me iba a ir.

— ¿Cómo la sientes?— la voz de Jin era baja y débil, sonaba preocupada.

— Débil, muy débil, ambos lo estamos— el sonido que producía mi garganta era apagado.— Pero la mantendré con vida, ella no va a morir, voy a luchar por los dos.

Estaba seguro de ello.

— ¿Crees que podamos regresar?— Jin desvió su mirada hacia nuestra espalda, hacia las sombras de la tela— En la manada podrían darle el tratamiento que necesita.

Mis oídos captaron los latidos débiles de su corazón. Ella seguía aquí.

— Hasta que no me asegure de que el viaje no la mata no nos moveremos de aquí.— mis ojos se elevaron hacia el cielo, observando como el sol comenzaba a salir por el horizonte— Además, la manada necesita descansar, nos vendrá bien a todos.

— A ti no— la replica de Jin me hizo fruncir el ceño. Noté como movía uno de sus hombros incómodo antes de continuar. — Tú necesitas descansar más que ninguno Jungkook, sabes de sobra que las últimas semanas has estado muy débil.

— Si fuera Soora, ¿qué harías?— los ojos del moreno chocaron con los míos.

— Lo mismo que tú— lo dijo sin dudar, lo tenía demasiado claro.

— Entonces no entiendo que me replicas— dejé que mis brazos descansaran sobre mis piernas, echando mi cuerpo hacia delante.

— Que yo hiciera lo mismo que tú no significa que este bien. Tus condiciones no son las mejores, y ahora, más que nunca, ella te necesita lo mejor posible.— su mano se posó en mi rodilla, acto que me hizo desviar mis ojos hacia su agarre— A pesar de ser el mejor líder que conozco, y esto no se lo digas a mi hermano, sigues siendo persona, una persona que siente, y sé que estás destrozado— mi mirada se elevó hacia su rostro. Gotas de sudor se resbalaban por su frente y la palidez surcaba su rostro— No hace falta que guardes la compostura frente a nosotros, sabemos que estás sufriendo y nosotros contigo.— una sonrisa forzada cruzó por el rostro del castaño— ¿Sabes? Cuando me encontré a Arianne en el bosque casi me mata, literalmente. Ella saltó sobre mí, y de no ser por que estaba débil me habría dejado tieso allí mismo— mis dientes atraparon mi labio inferior tratando de aguantar las lágrimas.— Bueno, eso de débil lo voy a obviar, que después se cargó a todo un grupo de alfas en tan solo un pestañeo. Deberías considerar enseñarla como es debido y meterla en la seguridad de la manada, creo que no tendríamos problemas de ladrones nunca más.

Nightmare- JJK (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora