Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Tʀᴇᴄᴇ.

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Los días después de volver a casa, pasaron muy rápido.

Con mucha ayuda de Dievs, nos encargamos de arreglar lo mas que pudimos la casa, varios muebles terminaron en la basura al igual que todas las mantas y almohadas de mi nido.

Me sorprendió y asustó al ver el estado del nido.
Entendía a mi Alfa, pero eso no quita el hecho de sentirme desprotegido, mi bebé ya no tiene donde dormir con tranquilidad hasta que haga uno nuevo.

—¿Qué sucede?—

Pregunta Dievs al escucharme suspirar por, quien sabe, vez.

—Estoy cansado.— me tiro sobre la cama, boca abajo.

Dievs decidió llevarnos donde era su antigua casa. Al menos pudimos dejar la casa de Ana en condiciones menos deplorables.

—No me mientas, ¿estás enojado por tu nido?— su voz se torna triste.
—Lo lamento, puedes golpearme si quieres.

Entiendo a Dievs, juro que lo entiendo, pero, ¿por qué no me quiere decir lo que sucedió?
Desde que ví el estado de la habitación, le pregunté el porque y él no dijo nada. No volví a insistir, parecía un tema delicado para él, al igual que el tema de la marca.

—Ethan, mírame.— pide girando mi cuerpo y posicionándose sobre mí.

Cubro mis ojos con mi brazo.
—No quiero verte.—
Trato de girar de nuevo, pero su agarre me lo impide.
—Ya, Alfa, déjame. Oli se despertará.— miento, Oliver no lo hará.

Mi comportamiento no es el mejor, pero es la única manera, quiero saber por lo que pasó.

Dievs oculta su rostro en mi pecho, suspira y comienza a hablar.
—Esa noche, después de llevar al cachorro con los lobos, volví y me quedé en tu hogar, tu aroma estaba por todos lados y más en tu nido, gracias a ello logré mantener un poco mi cordura. No podía ni quería volver a mi forma humana, por eso cuando mi aroma cubrió todo por completo, me volví loco, todos mis pensamientos se mezclaron. No sabía que hacer y la desesperación se apoderó de mí, entonces recordé. Recordé al inútil Alfa, él fue quien te llevó, él entró a la casa, estuvo allí y ni siquiera le importó que cada rincón, que cada parte de tu cuerpo, estuviese cubierto con mi aroma y que claramente advertía que nadie se acercara, pero no.  Él, ese desgraciado, ignoró la única parte cuerda que le gritaba que se detuviera.— inhala con fuerza, su voz suena más grave y gruñendo contra mi pecho, aprieta las sábanas bajo su mano.
—No fué difícil encontrarlo, ahora que recuperé mis poderes por completo, nadie ni nada puede escapar de mí otra vez.— guarda silencio un momento y tensa su cuerpo.
—Lo capturé e hice que se arrepintiera por haberme arrebatado mi vida. No te daré detalles de lo que hice, pero al volver aquí, estaba cubierto de sangre, no me importó y dormí en tu nido hasta que "desperté" y ví todo el desastre. Escapé a aquella pequeña montaña, no quería ver a nadie, no quería sentir a nadie e intente morir varias veces, pero soy un maldito Dios, no pude y mi mente se perdió con cada intento. El tiempo pasaba, día, noche, no había diferencia... Hasta que escuche tu llamado.— levanta su cabeza y me observa con lágrimas es sus ojos. Las pequeñas gotas resbalan por su rostro cayendo sobre el mío, mezclándose con mis propias lágrimas.

Sonríe de forma lastimera y trata de seguir hablando, pero su voz no sale.

Mi pecho duele y lo atraigo en un fuerte abrazo.
—Está bien, no tienes que seguir. Lo siento, hice que recordaras todo de nuevo.— digo apresurado, no quiero verlo en este estado, menos por mi culpa.

No de nuevo.

—Te dijeron que me rompí, ¿verdad?, es mentira. Ellos lo supusieron debido a los cambios en el ambiente. Pero, Ethan, si algún día eso llega a ocurrir, en tan sólo tres días nadie ni nada quedaría sobre esta tierra y créeme, ya sucedió una vez y tarde bastante tiempo en recuperarme, sólo Gala sabía de eso.
Cuando te fuiste trate de mantener lo más que pude mi lucidez, al final creí que ya nada merecía la pena y apareciste, tu aroma y voz llegaron a mí, pero era tu llamado, podía sentir tu miedo, me desesperé y no tengo idea de como llegue hasta tí... Luego te ví.—
Respira hondo y frota su cara contra mi camisa.
—Te ví en aquel bosque, lograste acallar mi agitada mente y caí dormido, al despertar te encontré inconsciente en los brazos de aquella Alfa, pensé que había ocurrido un accidente, pero sólo era tu cansancio. Lamento toda la preocupación que te cause, Omega, no quería hablar sobre lo ocurrido y eso te hirió. Perdóname, Ethan, siempre término lastimandote y no sólo a tí, hice sufrir mucho al cachorro y... Yo...  No quiero lastimarte, pero tampoco quiero perderte... No a tí...— su voz termina por quebrarse, mi camisa se moja más y su cuerpo tiembla por los sollozos.
—Gala tenía razón, pierdo el control demasiado rápido cuando se trata de tí, sin embargo, eres el único que logra calmarme. Si no me hubieras gritado habría matado a todos allí, al igual que aquella noche donde me viste por primera vez en mi forma animal, si Gala no hubiera ido por tí, lo más probable es que, aparte de matar a ese sucio hombre que abusó de tí. Todos allí hubieran tenido el mismo final.

Dᴇsᴛɪɴᴏ. ·Segunda Parte·  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora