Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Qᴜɪɴᴄᴇ. Lɪ́ᴀɴ ʏ Nᴇɪᴛʜᴀɴ.

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«El destino de cada individuo ya está escrito.

Ya sea felicidad o sufrimiento, pasarás por todo hasta llegar al final del camino.

No importa lo que tú o los demás hagan para cambiarlo.

Queda en tí aceptarlo o no.»


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Un pequeño lobo se encuentra jugando con sus compañeros, ya sea ocultándose entre la nieve o adentrándose al bosque, se persiguen y aullan felices.

Todos eran betas a excepción de aquel pequeño lobo de nombre Lían, un Omega.

Era el único hijo del Alfa líder de aquella manada y sería quien heredaría el puesto.

~¡Lían!~

Un fuerte grito se escucha y el pequeño lobo detiene su carrera abruptamente, chocando con sus compañeros.

~¿Qué pretendías hacer?
No puedes ir más allá del bosque.

Lían se oculta entre los demás lobos, quienes agachan la cabeza.

Aquel que lo reprendía era su padre Alfa, Leonardo.
~Vamos, tu madre te espera.

El Omega suspira y sigue a su padre con la cabeza gacha.

El lobo mayor se detiene y mira a los demás jóvenes.
~No vuelvan a hacerlo.

Los betas retiran la mirada apenados.

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~Es absurdo, mamá. Papá no deja que nadie me acompañe.~ Lían se queja ante la actitud sobreprotectora de su padre.

~Eres nuestro único hijo, cariño, tenemos miedo de perderte y no quiere entregarte a alguien que sólo te busca por la posición de líder.~ explica la madre, Liliana.
~Por favor, Lían, no vuelvas a ir allí.~ pide preocupada.

El Omega asiente y se aleja de su madre, llega a una zona apartada donde se acuesta dispuesto a dormir.

Las horas pasan, el sol comienza a ocultarse y el frío aumenta despertando a Lían.

El lobo se levanta medio dormido y comienza a caminar perezosamente hacia la cueva de sus padres.

¡BANG!

Un fuerte disparo se escucha y a los segundos varios pasos apresurados se acercan al territorio de Lían.

El Omega levanta la cabeza sorprendido por el ruido y observa a su alrededor. El aroma de muchos Alfas se esparce por el aire, mareandolo.

~¡Lían!~
Leonardo lo llama de manera desesperada y corre hasta él.
~¡Ve adentro!~ lo empuja al interior de la cueva y se dirige hacia el borde del bosque con varios lobos tras él.

~¡Papá!~ Lían se levanta dispuesto a seguirlo, pero su madre se lo impide.

~Lian, no puedes ir, cariño. Tu padre estará bien y volverá a salvo.~ trata de tranquilizarlo, pero ella misma está temblando y sollozando levemente.

Dᴇsᴛɪɴᴏ. ·Segunda Parte·  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora