Dᴇsᴛɪɴᴏ. ·Segunda Parte·

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ Tʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ Uɴᴏ.

Sintiendo el movimiento a su lado, Ethan se queja y, sin abrir sus ojos, le habla al Alfa.
—¿Qué... Qué haces?— pasa su brazo por la cintura del mayor.

—Iré a ver a Oliver, vuelve a dormir.— susurra en su oído. El Omega retira su brazo, da media vuelta y se acurruca llevando la manta hasta su nariz.
Dievs sonríe y acaricia su mejilla, sintiendo la suavidad y tibieza bajo su mano.
—No tardaré.— dice, acercando su rostro y besando su frente.

Se levanta con cuidado de la cama y con pasos silenciosos, sale de la habitación. Al instante que cierra la puerta, suelta un gran suspiro, pasa una mano por su cabello y camina a la sala.

—Espero que sea rápido.— murmura enojado.
Justo cuando está por irse, una voz se escucha detrás suyo. Se gira y ve al niño allí parado.
—Es tarde, vuelve a la cama.— se acerca y se agacha a su altura.

—¿Te irás?—
Dievs lo observa, pensando si decirle la verdad o sólo mandarlo con Ethan.
—No tienes que mentirme, sé que vas con ese hombre. Quiero ir contigo.

—¿No quieres quedarte a cuidar a tu mami?— extiende su mano y la posa sobre la cabeza de Oliver.

El niño niega con suavidad y con sus pequeñas manos agarra la de Dievs, apretándola con fuerza.
—Si estoy o no, mamá estará bien. Tú lo cuidarás, ¿verdad?
Por favor, quiero ir.

Sonriendo, Dievs asiente y deja que el niño se aferre a su mano.
—Bien, cachorro. Vámonos.

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—¿Dónde está Ethan?— pregunta Denis al ver a Dievs aparecer sólo con Oliver.

—Descansando.— responde.
—¿Lo hiciste?—
Denis baja la mirada y juega con sus manos, asintiendo con lentitud. El Alfa frunce el ceño y cruza sus brazos.
—¿Dónde está?

—Aquí.—
El moreno aparece detrás de Oliver y éste lo mira con profundo desagrado después de recuperarse del susto.
—¿Por qué me odias?— pregunta afligido y con mirada triste.

—No jodas, Kristiāns.— susurra de manera obvia el Alfa, tira de la mano de Oliver y lo deja al lado de Denis.
—Tienes suerte de que Ethan no te odie también.

—Ya pedí perdón.

Dievs ignora lo que dice y mira al Omega, no pregunta ni dice nada al respecto. Seguro esperaba a Ethan para contarle todo.

—Hazlo rápido, tenemos que volver con Ethan.— el Alfa aprieta su entrecejo con suavidad.

Su voz detona impaciencia y molestia.

Kristiāns camina alrededor del Alfa, observándolo con sus blanquecinos ojos. Había notado que la paciencia de Dievs había disminuído desde que despertó y no podía evitar meterse con él.
—¿Por qué no lo trajiste?
¿Ya recuperaste la confianza?
No deberías separar...— el tono burlón de Kristiāns se corta de repente al sentir como es jalado de su ropa.

Frunce el ceño al notar la profunda y rojiza mirada de Dievs a escasos centímetros de su rostro.

—Escucha muy bien.— gruñe Dievs, mostrando ligeramente su filoso colmillo izquierdo.
—Cualquiera que quiera acercarse a Ethan y arrebatármelo de nuevo, morirá al instante que ponga una mano sobre él.— un grave gruñido se instala en su pecho, dejando anonadado y asustado al moreno. Suelta su ropa y Kristiāns tarda unos segundos en recomponerse.

Tanto Denis como Oliver mantenían su cabeza gacha, con lágrimas a punto de caer. Dievs había utilizado al mínimo su voz de Alfa y ambos agradecían eso.