Nidome no Yuusha wa Fukushuu no Michi wo Warai Ayumu. ~Maou yo, Sekai no Hanbun

Las Noches Sin Dormir De La Princesa

Han pasado diez días desde ese día, el día de mi terrible traición.

El día que organicé la Invocación del Héroe bajo las órdenes divinas del Gran Espíritu. Justo como ordenó el Gran Espíritu, ofrecí a los Beastkin que habíamos guardado en existencia como sacrificios vivos y el Ritual de Invocación del Héroe tuvo éxito.

Sin embargo, el quien convocado no mostró ninguna señal de ser capaz de razonar, por no hablar de cualquier refinamiento.

Aunque yo hubiera obedecido al Gran Espíritu, dejaría que los de otro mundo* convocados experimentaran un sueño corto como un Héroe.

(ETN: Esto está escrito como persona de otro mundo" en kanji, pero el furigana por encima de ella enfatiza que las personas de otro mundo son seres no Humanos). 「...」.

Las cicatrices en mi espalda duelen.

『No les obedeceré a ustedes.

Estas piezas de basura son advertencias de mi parte.

Definitivamente te trataré incluso más que esto.

Voy a tomar todo de ti, así que prepárate.

- del Segundo Vengador』.

Mi espalda, la cual alguna vez fue elogiada por mis sirvientas como si fuese como porcelana blanca, todavía tenía cicatrices que quedaron de tener estas palabras quemadas y talladas en ella.

Mientras que la magia curativa puede restaurar HP, toma tiempo para borrar heridas externas. Los únicos en este vasto continente capaz de usar la magia que puede sanar instantáneamente todo, son probablemente los individuos de clase Arzobispo de la República.

Aun así, la magia curativa que se está lanzando en mí todos los días está teniendo efecto, y las cortadas quemaduras en mi espalda están sanando poco a poco. Sólo quedan marcas débiles y desaparecerán en unos días.

Por supuesto, el dolor ha desaparecido hace tiempo, pero palpitan cada vez que recuerdo a ese hombre.

Después de que el hombre salió de la habitación ese día, los hilos tensos fueron cortados y perdí la conciencia, como si se escaparan del dolor. Los Caballeros estacionados afuera nos rescataron alrededor de la medianoche, y la siguiente vez que abrimos los ojos, nos encontrábamos en una habitación privada del Castillo Real.

Los Caballeros verdaderamente fuertes, incluyendo al Capitán de la Orden de Caballeros, tenían cicatrices en sus rostros y cuerpos de esa prueba. No hay tiempo de sobra para quitar esas cicatrices de manera limpia, y esos rostros con cicatrices pueden incluso ser usados para intimidar a los enemigos en el campo de batalla, así que deliberadamente los dejamos así. Pero no hace falta decir que su apariencia es ahora diabólica.

Habíamos preparado suficientes Caballeros para poner aire para que el Héroe, quien no sabía nada, no se sintiera abrumado. Pero ahora la mitad de ellos se encontraban actualmente en una instalación de tratamiento.