Capítulo IV

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Lucy y yo nos encontrábamos en el sofá, ella sentada con las piernas cruzadas, recostada en el brazo del mueble, y yo toda recta con las piernas juntas y manos en las rodillas. En un sillón a nuestra derecha se encontraba mi salvador; por ponerle un mote chulo. Estaba un poco encorvado con sus antebrazos descansando en sus rodillas, las manos juntas y jugando con el anillo de su dedo índice; se podían ver con claridad algunas venas que sobresalían y relucían en su blanca piel. El tal Jin recién salía de la cocina con cuatro tazas grandes de té.

— Lo siento, es lo único que tenemos. Hay que salir a comprar.—nos entregó una taza a cada uno. Lo último más bien iba dirigido a su amigo.

— Gracias.— dije tomando un sorbo, tratando de esconder mi cara de asco.

Mi amiga me miraba muerta de risa, porque sabía bien que no me gustaba para nada el té. No quería ser grosera, así que tragé fuerte y me fue inevitable no hacer una pequeña mueca de molestia. Lucy estalló en risas soltando el té hasta por la nariz. Jin la miraba asombrado y hasta un poco confundido y Jungkook solo me observaba burlón.

— Lo siento. No lo puedo evitar, Sara odia el té.— dijo mi amiga todavía riendo.

— Ah, lo siento.— se disculpó Jin. —Lo otro que tenemos es una botella de whisky.— alzó sus cejas a modo de propuesta.

— ¡Oh, no! No hay problema. Estoy bien así.— dejé la taza en la mesa de centro.Haciendo reír una vez más a los presentes.

— Creo que ella tuvo suficiente alcohol por este fin de semana. ¿No es cierto, Sara?— preguntó Jungkook mirándome con seriedad, dándole un trago a su té.

Jin y Lucy solo nos miraban confundidos, como si estuvieran presenciando un juego de ping pong. Me corría una gota gruesa de sudor, que  bajaba por toda mi columna vertebral. Lo miré igual de seria, apretando mis dientes.

Al parecer nadie; por ahora, sabía nada del encuentro que habíamos tenido. Cosa que me aliviaba un poco. No quería dar una mala primera impresión, tampoco quería que pensaran que era una más, de esas chicas que se van con cualquier desconocido y follan por ahí.

Aunque era una persona que no le importaba mucho lo que dijeran los demás, en el fondo sentía la necesidad de mantener una buena imagen; viejas costumbres de familia quizás. Ni siquiera yo estaba clara de eso, pero ahora viviría con ellos y la cosas ya no serían iguales.

Aclaré mi garganta — Es que recuerdas Lucy... ayer, en el bar... nosotros...— dije señalandonos a los tres, tratando encontrar las palabras indicadas para explicarme mientras acaparaba la atención de todos.

— Ahhh, sí...— dijo como si recién hubiese descubierto el invento del siglo— Lo dices por lo de ayer. Vaya fiesta nos agarramos.— dijo sonriendo para luego posar su mirada confusa en mí. — Le pedí a Jungkook que te trajera a casa.— luego se giró para dirigirse a él levantando las cejas.

Bueno eso lo explica muchas cosas. Aunque quedan algunas por averiguar.

— Y así lo hice. Incluso durmió en mi cama.— dijo él con un tono un poco altanero, sin quitarme la vista de encima.

— Sí, él muy atento me ofreció su cuarto para dormir.— lo interrumpí.

Él, rápidamente hizo un gesto para continuar hablando, pero de igual manera no lo deje decir ni media palabra.— Jungkook durmió en el sofá.— dije con una risita nerviosa, jugando con mi pelo.

El no pudo evitar reír.- Si, soy todo un caballero.- yo bufé cruzándose de brazos mientras el me dedicaba una sonrisa.

— Ok, me alegro que ya se conozcan.— habló Jin.— Es hora de que conozcas tu habitación para que así te puedas instalar lo antes posible.

Seven nights with you | jjk + ksj Donde viven las historias. Descúbrelo ahora