Capítulo IX

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Faltaba poco para los exámenes finales. Tenía que empezar a preocuparme por pasarlos, quizás no con las mejores calificaciones; porque después de toda la locura que había ocurrido estas últimas semanas incluso me hubiese sido imposible. Pero en la vida hay cosas peores y gracias al cielo aún estaba a tiempo. Solo faltan quince días y con suerte también podría ingresar a las clases de verano. No es que me fueran necesarias pero anotaban puntos para mi futuro currículum.

Trataba de ponerme al día con todas las materias y así adelantar todo el estudio para los finales. Algo no me dejaba concentrarme del todo; y ese algo era que esta tarde sería el partido. Digamos que no tenía porque ir, pero mi jefe tan querido me envió un mensaje con la hora exacta que nos vendría a recoger.

Además de que a Jungkook le hacía mucha ilusión. No es que me importaba él, pero es que con todo esto se había puesto muy intenso, incluso me pidió que usara una de sus sudaderas de los Lakers. El mismo la lavó y planchó, o sea con meterla en la lavadora era suficiente. Es un poco perfeccionista o quizás demasiado. Puede que tenga un trastorno obsesivo compulsivo o algo así. Lo dije una vez y lo mantengo; el chico califica como paciente psiquiátrico.

Por más que trataba de concentrarme no lo lograba. Mirada perdida en la dichosa sudadera que colgaba de una percha en el pequeño clóset. Abruptamente comenzaron a tocar la puerta de forma tan fuerte que incluso me molestó. Espero que se esté quemando el departamento o sino, no voy a perdonar al troglodita que este ahí fuera.

— Ya voy. Ya voy. ¡Maldición!— me tropecé con el cable de la compu, que casi cae al suelo.

— ¿Lista?— preguntaba Jungkook con la mirada confusa y dando un paso dentro de mi habitación; obviamente sin mi permiso.

— ¿Te parece que estoy lista?

Respondí señalando mi vestimenta de pies a cabeza. Reposando la mirada en el abdomen desnudo del psicópata en potencia, haciendo que tragara en seco. Eso no me lo esperaba.

— Solo faltan quince minutos y aún no estás lista. ¿Qué clase de chica eres?

— La clase de chica que te va a patear el trasero si no sales ahora mismo de mi habitación.— le empujé como pude para sacarlo— Ponte una maldita camiseta, exhibicionista.

— Ay, por favor. No te hagas, se que te gusta.— espetó sonriendo con malicia. Contrajo sus abdominales haciendo que estos se marcaran aún más— Solo ponte la sudadera que te dí y te suplico que no la manches, por favor.

Oh, miren eso. El gorila domesticado dice por favor.

Rodé mis ojos, golpeé ligeramente mi frente para luego con dificultad empujarlo hasta que salió de los límites de mi habitación. Cerré la puerta en su cara.

— ¡Apresúrate!— me gritó desde fuera.

— ¡Ah! No sabes como te odio.— ahogue mis palabras con las manos en mi cara.

— Escuché eso.

Tal y como había prometido, John estuvo puntual fuera del edificio esperándonos. En todo el trayecto del viaje él y Jungkook conversaban entusiasmados sobre el partido. Acerca de los jugadores y otros etcétera. Yo, por supuesto no formaba parte de la conversación porque no entendía nada acerca del básquetbol. La verdad que de casi ningún deporte entendía. Solo un poco de fútbol; y todo porque a mi abuelo le flipaba y de pequeña me hacía ver los partidos con él.

Al llegar al estadio pensé que nos iríamos a ver el juego en alguna zona VIP o algo así pero no. El carácter campechano y hasta proletario de mi jefe se hacia notar, cambiando sus trajes italianos por un vaquero gastado. Es como si supiera comportarse de manera excelente para cada evento y nivel de la sociedad. Mis padres deberían adoptarlo, seguro así serían más felices.

Seven nights with you | jjk + ksj Donde viven las historias. Descúbrelo ahora