Seven nights with you | jjk + ksj

Capítulo XIII

Podría asegurar que todas y cada una de las decisiones que tomé esta noche fueron las peores de mi vida; pero de eso se trata la juventud, de disfrutarla y cagarla mientras aún puedas. Me arrepentiré siempre de esta noche, pero a lo hecho pecho.

No sé en que punto de la noche accedí a esta locura. Ni siquiera porqué me encontraba en este lugar. Sillones de cuero marrón y cortinas rojo vino; el olor a tabaco impregnaba todo el local, las tenues luces amarillentas en cada mesa le daban un aspecto elegante y misterioso.

Parecía uno de estos bares para chicos. Con esto me refiero a que estaba prendado de hombres acompañados por chicas con lencería de encaje a juego como si fueran sus uniformes de trabajo.

No solo se encargaban de llevar las bebidas y cigarrillos a las mesas para el consumo de los clientes, sino que también podría jurar que les pagaban por algo más que su simple compañía.

Al fondo del local; una tarima, llena de focos donde unas chicas con ropa bastante provocativa bailaban, al ritmo de canciones muy sugestivas.

Definitivamente no sé que rayos pintaba yo en este lugar, porque no creo haber accedido a trabajar en un lugar como este; bueno según lo poco que recuerdo. Mala idea eso de irme  tomando hasta el agua de los floreros, que me propiciaba ahora mi nuevo y mejor amigo Kook; ni sé como es que nos tomamos esa confianza.

Mi autoestima se había tomado unas vacaciones, en el continente más austral para ser más precisa. La novia de Dean; la cual parecía recién salida de una de esas agencias de modelaje, o sea no había manera de competir con eso. Me hacía pensar profundamente porque él se fijaría en algo como yo, teniendo a su novia la perfecta modelo de pasarela. Trate de alejar esos pensamientos denigrantes que yo misma me regalaba. "Vamos mujer ámate un poco" me alentaba a mi misma, en lo que le daba un sorbo a lo que parecía un poco de brandy.

— ¿Cómo es que llegaste aquí?— el barman me miraba un poco perdido, quizás tratando de responder su propia pregunta.

— Lo cierto es que ni yo misma me explico que estoy haciendo aquí.— le respondí igual de perdida. Traté de buscar a los causantes de mi presencia en este lugar tan peculiar— Supongo que ellos me trajeron.— señalé la mesa en la que se encontraban los chicos.

Lo extraño era que los homenajeados de esta noche no se encontraban presentes, además de esto ninguna de las chicas estaban acompañando a mi grupo de amigos. Solo Jimin, quien parecía que retenía a la chica de los cigarrillos con una conversación muy interesante; que hacía a la misma ruborizarse cada vez que este le guiñaba o se peinaba el cabello hacia atrás. No la culpo Jimin era como uno de esos topos súper guapos y sociables que sabían ganarse a todos solo con el simple hecho de sonreír.

Me acerqué a la mesa caminando con un poco de zigzag, pero logrando mantener el equilibrio. Una vez llegar, me recargué a un costado de Jin que me veía divertido. Juraría que estaba loco por reírse de mi aparente estado de ebriedad. Le miré entrecerrando los ojos en señal de advertencia para que no se atreviera a burlarse, lo cual el entendió a la perfección.

Ambos nos miramos por varios segundos y él me regaló una sonrisa con sus hermosos labios, rellenitos y apetecibles. Creo que el alcohol había empezado a hacer de las suyas, estaba viendo a Jin con otros ojos, deseando cosas que entre amigos no son permitidas.

— ¿Qué me ves?— solté disparatadamente haciéndolo reír— No te rías, esto es serio. ¿Qué hacemos acá? No, no, no, la pregunta es ¿qué hago yo aquí?

Negaba con la cabeza, mientras acomodaba un mechón rebelde de mi melena detrás de mi oreja.

— ¿Cómo puedes decir eso?— preguntaba con falso asombro— Fue tu idea venir.