Los rayos del sol golpeaban la gran ventana de la habitación de Rosé, quién por el fuerte e insistente sonido de la alarma que había olvidado apagar la noche anterior, no tuvo más remedio que despertar de su profundo sueño. Al fin era viernes, uno de los días más esperados por muchos jóvenes para realizar infinidad de actividades fuera de lo académico, pero no para ella. Rosé lo veía como un día más de tortura, los últimos días habían sido una pesadilla, faltó toda la semana a la universidad pero no fue suficiente. Cada que ponía un pie fuera de su casa, sentía todas las miradas posadas en ella juzgándola descaradamente, a lo que sólo atinaba a bajar la cabeza y caminar lo más rápido de vuelta a su hogar refugiándose en su habitación, de la que no salía por nada del mundo.
Aún se frotaba los ojos y bostezaba del sueño cuando llamaron a su puerta. Hizo caso omiso de estos llamados ya que según ella había dejado muy en claro que no quería que nadie la molestase. Pero ante los insistentes golpes se levantó algo enfadada por ver que su petición había sido ignorada.
- ¿Qué es lo qué sucede?.- habló molesta encontrándose con su padre.
- Necesitamos conversar contigo y tu hermana, es importante.- dijo totalmente serio para volver por dónde vino.
Sin siquiera intentar oponerse, se dispuso a cambiar su pijama y bajar las escaleras topándose con que sólo faltaba ella.
- Ya que ambas están aquí iremos al grano.- habló por fin su madre.- Será mejor que empiecen a empacar sus cosas, volveremos a Australia.
"Esto debe ser una broma" pensó Roseanne a la vez que un deja vu inundaba su mente.
- ¿D-de qué estás hablando?.- preguntó con el rostro pálido.- no podemos irnos, ¡primero papá nos obliga a mudarnos y ahora dejar el país! ¡¿es la solución para todo?!
- Es lo mejor para todos Roseanne, la situación se ha complicado. No es un simple chisme que se le olvidará a la gente, esa perra está llenando los medios de nosotros y no parará hasta arruinarnos.- habló severamente.- tu padre y yo nos encargaremos de ella pero no podemos arriesgarnos a que ustedes se expongan. Esa zorra está loca y el bastardo de su hijo a estado merodeando por tu universidad.
- ¡Yo no pienso irme a ningún lado!.- gritó exaltada Rosé y se levantó de su asiento.- toda mi vida está aquí, no pueden hacerme esto..- sus ojos comenzaron a picar.
- ¿Piensas quedarte aquí sola? Vamos inténtalo.- esta vez su padre tomó la palabra dirigiendose a ella con ironía.- ¡Te comerán viva Roseanne! Nosotros no somos los malos aquí.
Antes de que pudiera protestar nuevamente, su mano fue tomada por la de su hermana mayor.
- Chae esta vez mis padres tienen razón..- habló suave y mirándola a los ojos.- Confía en mí, no será por mucho.
Aún dudosa regresó a su sitio, el agarre de su hermana se volvió más fuerte mientras con la mirada le transmitía seguridad.
El cuerpo de Rosé finalmente se relajó un poco y con una mirada triste y derrotada preguntó:
- ¿Cuándo nos iremos?- Esta madrugada.
(...)
Con unas pocas lágrimas en sus ojos miraba a través de su ventana hacia la casa al otro lado de la calle. Cuándo decidió irse con sus padres a Australia lo primero que pensó fue en lo que sucedería con Jungkook y su relación. Lo amaba y de eso no quedaba duda, razón principal por la que aceptó sin protestar. Por más que intentara encontrar un final feliz con él, era como si todo estuviera en contra para que estén juntos.
Si se quedara le causaría más problemas de los que ya causó, lo arrastraría a la mierda que la embarra y él no lo merece. El señor Jeon tampoco tenía ninguna intención de ceder ante la joven relación, eso sólo complicaba aún más las cosas, no deseaba que la relación entre Jungkook y sus padres se vea afectada por ella. En ese instante por la mente de Roseanne no pasaban más que miles de razones por las irse era la elección correcta.Totalmente segura de su decisión secó sus lágrimas y cogió su maleta para llenar esta de todas sus pertenencias. Dio un último vistazo hacia afuera y cerró la puerta detrás de ella para partir.
- Es lo mejor por ahora mi vida.- su madre depositó un cálido beso en su cabeza y acarició sus mejillas con ternura.- Te sentirás mejor cuando lleguemos.
En serio rogaba porque lo que su madre decía fuese verdad. Porque en ese momento no podía sentirse peor.
(...)
La nostalgia la inundó cuando pisó la que era y será nuevamente su habitación. Recordó las veces que ella y Jennie jugaban allí mismo con sus muñecas, como también la veces que se encerraba a llorar después de la escuela. Fueron momentos duros que no quisiera recordar jamás pero sabía que debía superarlos y seguir adelante tal y cómo su familia hacía ahora con lo que ocurría.
Se recostó en su antigua cama y sintió algo ser aplastado dentro del bolsillo de su pantalón. Había apagado su celular antes de partir y no tuvo el valor para encenderlo hasta ahora.
Lo primero que vio la llenó de impotencia, ya se había esparcido lo de su "huída" según los medios. Encabezados cómo "Park Jiyong huye de su metida de pata" o "Familia Park escapa en su jet privado del escándalo", eran los que llenaban los sitios de farándula de Corea.
Pero su enojo se disipó convirtiéndose en miedo y tristeza cuando las notificaciones con el nombre de "Jungkook" aparecieron sin cesar en su teléfono. Rosé tiró su celular aún vibrando hacia su cama, alargando el tiempo en el que lo enfrentaría.Por que lo haría, pero no ahora. No estaba lista para hacerlo, no estaba lista para ese sufrimiento en específico. Tenía suficiente con la culpa de haberse ido así sin más, no quería lastimarlo y era exactamente lo que estaba haciendo, no sólo a él, a ambos. Pero él era fuerte, sabía que lograría superarlo, que sólo era un amor de adolescentes, después de todo siempre acaba... o era lo que intentaba creer para sentirse mejor.
" Las promesas no siempre se cumplen"
(💜)
Penúltimo capítulo!!!
Sí, el próximo será el capítulo final :')
Me da algo de nostalgia jsjsjPero bueno, espero que les haya gustado y gracias por leer esta historia, los amoooo💕
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Desde cero - Rosekook
FanfictionPark Chaeyoung, una tímida y sumisa chica que sufrió de bullying en su niñez, está viviendo la decepción más grande a sus 18 años. Causada por una de las personas, a la cual veía como un modelo a seguir, su padre. Tendrá que empezar desde cero y de...