Incómoda

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- Jungkook!.- le reprendí por segunda vez y golpeé su brazo con mi mano libre mientras la otra seguía cubriendo mi avergonzado rostro.

- Pareces un tomate Rosie.- rió aún burlándose de mí.- te ves tan linda así

Esa enorme sonrisa no se borraba de su cara, y sabía que no se iba a detener pronto.

- Yah! No es gracioso.- caminaba con mis manos, algo frías, en mis mejillas para tratar que volvieran a su color natural.

- Claro que lo es, debiste haber visto tu cara cuando esa anciana nos trató como novios

- Traté de aclarar las cosas, pero ella ni siquiera me dejó hablar. Ahora piensa que somos algo más que amigos.- hice un puchero y dejé de caminar cuando vi que Jungkook paró en seco.

- Te avergüenza que piensen que somos novios?.- me miró indignado y por un momento vi algo de decepción en su mirada. Me arrepentí al instante después de ver su expresión.

- Yo n-no quise decir eso...- en ese momento solo quería arreglar la incómoda situación que había creado.- n-no me a-avergüenzo, pe-pero no s-somos n-nada.. no.. osea s-somos amigos, solo amigos e-eso..

La mirada de Jungkook era indescifrable, no sabía si estaba molesto, triste o tal vez decidido a no hablarme nunca más, puedo estar exagerando pero era lo único que pasaba por mi mente. Estuvo así unos segundos que para mí fueron más como minutos..muchos minutos.

Inesperadamente soltó una risa.

Pasó las dos bolsas que cargaba en su mano derecha a su mano izquierda. Y con su mano ahora libre desordenó mi cabello.

- Tranquila Rosie, sé que no quisiste decirlo.- llevó su mano a su cabeza y tiró de su cabello hacia atrás.- es ridículo, no podrías avergonzarte de que pensaran que estás conmigo.

Enfatizó el "conmigo" presumiendo.

- Si que puedes ser arrogante Jeon Jungkook.- suspiré y sonreí ligeramente por su gran autoestima.

- Sólo digo la verdad Rosé.- se acercó y pellizcó mi mejilla.- además, seríamos  una linda pareja.- terminó guiñandome el ojo y siguió caminando.

No tenía idea de cómo tomar lo que acababa de decir y hacer, así que solo
apresuré mi paso y lo alcancé, caminando a su lado de vuelta a mi casa.

Al cruzar la puerta nos saludó un delicioso olor a palomitas recién hechas, haciendome recordar que alguien nos esperaba en casa. Jungkook no exageraba con las habilidades de Yeri para prepararlas, quién apenas oyó la puerta corrió hacia nosotros.

- Porqué tardaron tanto? Empezaba a comerme las palomitas sin ustedes.- salió de la cocina masticando lo que supongo son las palomitas.

- Eh en realidad no me percaté del tiempo.- y era verdad, no tenía idea de cuanto tardamos en volver, perdí la noción del tiempo.

- Que trajeron?.- se acercó a nosotros y empezó a rebuscar en las bolsas que traía Jungkook como una niña pequeña.

- Lo suficiente para todos, pero tendrás que esperar.- Jungkook sonrió y levantó las bolsas no tan alto pero si lo suficiente para que Yeri no las alcanzara.

- Oh vamos Jungkook! ya esperé demasiado por ustedes.- hizo un puchero Yeri mientras daba saltitos con la esperanza de al menos tocar la bolsa.

- Te daré tiempo para que puedas traer un banquito.- se burló Jungkook ante los fallidos intentos de la menor.

- Jungkook!.- le dió un golpe en el brazo que por la reacción del castaño, no pareció afectarle en lo más mínimo.

- Esto es tan injusto.- terminó por decir Yeri con un suspiro.

Desde cero - RosekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora