Yo te Amo

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Cap:  #32 "Yo te Amo"

“Yo pensé que podía quedarme sin ti 

Y no puedo 

Es difícil, mi amor 

Más difícil de lo que pensé 

He dejado mi puerta entreabierta 

Y entraste tú, sin avisar 

No te apartes de mí, oh no… No te apartes de mí”. 

  

Pov. Edward 

Cuando mamá se fue me había prometido nunca abandonar a mis hermanos y no lo hice, cumplí y cumpliría con mi palabra hasta el último día de mi vida, pero a pesar de ello sin duda tuve un fallo, me abandone a mí mismo y arrastre a mi misera manera de vivir a personas que en verdad me querían, y desgraciadamente también a la persona más hermosa que había siempre sonreído para mí, ¿merecía ella ese dolor? No, pero el dolor que yo sentía, ese jamás sería suficiente recompensa.  

Dejarla ahí, en medio del pasillo de hospital llorando, confundida, sin saber qué había sucedido, era realmente duro para mí, pero trate de convencerme que aquello era por su bien, así que camine con fuerza, como si no quemara aunque en realidad ya era cenizas e intenté pensar que en algún momento ella volvería a vivir su vida normal y feliz como lo era antes de que nos conociéramos y yo también, aunque siendo sinceros aquello era imposible; al menos de mi lado, pues ella había tocado mi vida como luz estelar en un cielo lleno de oscuridad y los rastros que marcaban ahora mi corazón, la tristeza y el pesar, me hacían recordar constantemente que ella era real, que su polvo de estrellas jamás se irían de mi y que definitivamente no era bueno para ninguno de los dos el alejarnos. 

Sin embargo el tiempo transcurría como si en realidad nada malo hubiera pasado,  y aunque mi cuerpo se recuperaba lentamente, mi alma parecía romperse cada vez más, mientras que su imagen me torturaba constantemente; la flor blanca que hacía meses ella me había regalado, colocada en el marco de mi ventana, viva, parecía hablarme con su belleza, en su nombre...Isabella... Tuve la tentación de llamarle tantas veces, de escribirle y suplicar su perdón, explicar lo pasado, pero no lo hice, no podía, las personas no nos querían juntos, nuestros padres, su hermana, los profesores y seguramente Dios, quizás este no era el plan para ninguno de los dos, pero ¿Estaba yo de acuerdo con eso?… al final, lo único que me quedó fue dibujarla, realmente era difícil olvidarla y de pronto mi pared estaba llena de dibujos de sus ojos, su cabello largo y hermoso, su sonrisa soñadora, sus pecas de muñeca y esa boca que me hacía falta para curar las heridas... solo eso quedaba, manchas de grafito. 

  

Y como era de esperarse, me había tenido que preparar mentalmente, en algún punto de la vida nos tendríamos que reencontrar, era un pueblo chico, si tantas veces por coincidencia nos habíamos chocado, seguramente tendrían que haber más de esos momentos y cual más esperado que vernos en la escuela, aquello era inevitable y fue así. Pensé que verla de nuevo estaría bajo mi control, siempre frio, sin sentimiento, como de costumbre, ocultando mis verdaderos sentimientos, pero me equivoque.  

Tuve que ir a hablar con el director, estaba muy atrasado y no esperaba perder el año nuevamente, no me era posible, así que ese viernes acudí a la escuela, después de lo que me había parecido una vida encerrado en casa guardando reposo y tomando medicamentos, camine lentamente hasta el lugar, pensando tan solo en que haría o sería lo primero que le diría cuando la tuviera enfrente ¿La ignoraría? no quería hacerlo, no como antes, algo nos unida, aunque todo pareciera decir lo contrario y mi cabeza iba a explotar de tanto pensarlo, realmente no podía ser como antes, como lo planeado, ya no era de piedra, aunque quisiera lo contrario.  

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