Heart of Stone

Amame.

Cap:#33 "Amame"

"Even though it hurts
Even though it scars
Love me when it storms
Love me when I fall
Every time it breaks
Every time its torn
Love me like I'm not made of stone … Love me like I'm not made of stone"

Pov. Bella

Salí de la biblioteca, con el corazón agitado, las lágrimas rodando sin piedad y más confundida de lo que nunca había estado. Cerré la puerta detrás de mí, me limpie el rostro con manos temblorosas. ¿Qué había pasado? Edward, él había confesado su amor por mí, había llorado como un niño que perdió su juguete favorito, había rogado que no me fuera, que lo amara, que lo perdonara ¿Qué iba a hacer yo al respecto? 

La niña dentro de mi corazón golpeaba cada vez más fuerte ¿Debía escucharlo? ¿ Debía escucharme a mí misma?

Al parecer mi decisión había sido tomada y había dicho yo también lo que llevaba en mi ser, lo que llevaba cargando desde hacía tiempo, el inevitable coraje salió por mi boca con facilidad pero ¿Era cierto? ¿Me iría? ¿lo dejaría? ¿No lo amaba? ¿Sus oportunidades habían terminado? Un millón de preguntas.

Las lágrimas corrieron aún más y mis labios aún latian por aquel furtivo beso, lleve mis manos a la boca, por fin tuve lo que desee de él pero no podía volver a confiar, no ¿Verdad? … Yo, yo…  me moví confundida… debía irme de ahí si, porque las imágenes se repetían, su voz rota, su rostro y sus lágrimas, sus súplicas y el corazón se me hablandaba, su beso, su mano tomándome, su respiración... 

Dios mío.

Mire la puerta mientras temblaba del sentimiento, en verdad podía irme de ahí, después de todo lo sucedido, yo tenía la respuesta a nuestros problemas que evidentemente no acabarían sólo así, también quizás la llave de lo que ambos muy en el fondo y a pesar de todo queríamos y esa vez

Sólo por última vez, decidí en nombre de todo mi cariño, hacer lo correcto para ambos.

Abrí la puerta rápidamente, él levantó la cabeza ya de pié, aún derrotado me miró, mientras que yo secaba mis lágrimas y avance dejando cerrar la puerta detrás mío, tomé valor.

Los latidos de tambor llenaron el silencio de la biblioteca.

Realmente el amor había ganado.

-¡Si me vuelves a dejar, Edward Cullen!- hable por fin dejando la amargura, lo apunte con el dedo - No te vuelvo a perdonar- camine hasta él -Si me vuelves a lastimar, si juegas conmigo- me pare enfrente suyo mientras me miraba confundido, colorado de tanto llorar… mi volumen fue bajando - Te juro que me iré de verdad- a pesar de lo angelical que se veía seguía siendo más grande físicamente que yo y eso me hacía temblar, como siempre provocandome desde el inicio de los tiempos- Así que tienes que prometer - pase saliva tomando aire para dejar de llorar - Prometeras que…

-¿Qué debo prometer?- se acercó por fin entendiendo mis palabras -Dime qué debo hacer- se agachó hasta mi, colocando su frente sobre la mía, derrotado - Haré lo que sea - dijo con los ojos cerrados frente a mí y yo tomé su rostro entre mis manos, él mi cintura. - Haré todo lo que me pidas- habló tan bajo.

-Tienes.. Tienes que amarme - él suspiró dejando salir su amargura también y tembló frente a mi -Tienes que amarme por siempre- le dije llorando y suplicandole también - Nunca irte de mi lado - asintió pegado a mí - Y prometere también nunca irme del tuyo.

-Te amare por siempre Isabella, no me iré y no te dejaré ir de nuevo- dijo de inmediato y  lo bese después de un infinito.

Nuestros labios por fín se unieron por mutuo acuerdo, con amor, era una promesa, apasionada; su cuerpo se pegó al mío, su mano me sostuvo con devoción y mis manos lo sintieron real frente a mi.