Amor en silencio.

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Heart of Stone.

Cap: #20. "Amor en silencio".

"Y aprendí a callar porque creo que es mejor

pero hablan mis ojos en nombre del amor

hay palabras que muerden y hieren sin razón

pues lo mas grande y puro lo dice el corazón.... Amor en silencio"

Pov. Edward.

Estaba de pie, observando detenidamente como nunca antes lo había hecho, Isabella Swan bailaba y sus cabellos rojizos saltaban de un lado a otro, como cuando el mar mueve las plantas marinas bajo el agua, como cuando en verdad sientes esa sensación de estar reteniendo ese recuerdo por siempre ; las luces del salón la iluminaban como en arcoiris, en ese momento ella era verdaderamente feliz,; sonreí por eso, acabado por lo que ella había logrado crear en mi y por fin, después de lo que pareció demasiado, pude admitir algo, yo la quería.

Isabella Swan me gustaba, Isabella Swan me volvía loco, Isabella Swan...Isabella, Isabella....

Había salido del lugar riendome como un loco, porque me asombrara mi poca capacidad de aceptación, la lentitud con la que había llegado a ese punto. Pero ni siquiera sabía porque me había tomado por sorpresa después de lo que había preparado por iniciativa propia, ni lo demás que yo mismo había provocado.

Ella con sus ojos verdes, con sus pecas, con su suave piel me habían acorralado, me habían enamorado y ya no podía negarlo más, tal vez a ella sí solo para molestarla, pero era evidente que no tenía el poder para tenerla lejos de mi, me gustaba y peor que todo eso, la quería en verdad.

¿Podía darle todo lo que soñaba? No, pero al menos una noche de estrellas si.

Ella había salido por mi del baile y yo la lleve a mi lugar especial haciendo comentarios que sabía la molestarian, había preparado aquello desde una noche antes; debía admitir que aquella situación de romance me ponía a mi mismo los pelos de puntas, me volvía loco, porque yo no era así, pero al fin y al cabo lo hice, era por eso que de pronto decía cosas que no debía, sentía como si debiera equilibrarme.

Sentía frío mientras ambos estábamos recostados sobre una manta mirando las estrellas, ¿que veía ella en el cielo? Porque yo sinceramente no podía encontrar esa belleza que seguramente la pecosa ya había alcanzado. De cualquier forma nada parecía mejor en ese momento que estar ahí a su lado. La había hecho enojar e incluso llorar de nuevo, parecía que en eso era muy bueno, así que luego decidí tratarla como lo que era, mi sirena princesa.

Isabella estaba muy cerca de mi y me pregunté si también sentía ese frío ¿Debía abrazarla? No, todo aquellos hechos simplemente habían sido para disculparme y si la abrazaba eso significaba algo más, aunque bueno, la había besado por segunda vez y yo había aceptado lo imposible ¿Que otra excusa me iba a inventar? ¿Que otra barrera planeaba interponer? Ella me gustaba y lo que más deseaba era tenerla así, rodearla con mis brazos, pero yo temía que ella se desvaneciera de mi.

La mire en medio de la noche, con sus ojos cerrados, como una verdadera sirena, se había quedado dormida con tanta facilidad, como un ángel, ella en verdad lo era, un hermoso ángel, guarde en mi mente la imagen de ella recostada junto a mi y siempre la recordé.

Noviembre había transcurrido rápido y aparentemente tranquilo, en mi casa mi padre había adoptado una actitud sospechosa pero no le había dado importancia, era lo que menos necesitaba; mis hermanitos estaban bien y por fin su niñera había recibido el pago de todos aquellos "Te pagaré el doble" que antes le habian sido prometido, pues en el taller las cosas habían mejorado un poco, tal vez porque diciembre se acercaba y muchas familias comenzaron a adelantar arreglos en sus coches.

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