-Narra Hugo-
Nos levantamos de su cama y bajamos al salón. Cuando entramos, nos encontramos a un hombre alto, creo que el que vi el otro día en la puerta de su casa, con su madre, parecen estar peleando por lo que cogi a Eva del brazo y subí a su habitación de nuevo.
Eva: ¿Qué haces?- dice soltándose de mi mano. Esta sería, más triste que cabreada.
Hugo: ¿Es tu padre verdad?- le digo sentándome en su cama y tirando de su mano para que haga lo mismo.- No creo que lo conveniente sea escuchar lo que están diciendo, ya te dirán lo que sea después.- digo abrazándola.
Ella no dice nada, solo se echa en mí y despacio, nos volvemos a tumbar. Noto como solloza, esta agobiada y la entiendo. No le digo nada más, solo la abrazo fuerte y ella hace lo mismo. A decir verdad, yo también estoy agobiado, por verla así y por pensar que la voy a tener lejos de mí, la voy a echar muchísimo de menos.
Poco después, escuchamos la puerta cerrarse, nos levantamos y nos miramos, decidimos bajar de nuevo. Al entrar al salón, encontramos a su madre, echada en la mesa llorando. Eva se soltó rápido de mí y fue a abrazarla, yo no sabía muy bien qué hacer, no pintaba nada allí, es un tema familiar en el que no me puedo ni quiero meterme, pero no quiero dejarlas solas, han hecho mucho por mí y me preocupan. Me quedo en la puerta, sin saber qué hacer, ellas siguen abrazadas, hasta que se despegan, se secan las lágrimas y me dicen que me acerque a ellas, les hago caso y me siento al lado de Eva, enfrente de su madre.
Madre Eva: ¿Te ha obligado?- dice a Eva.
Eva: No mamá, papá no llegaría a tanto. Me voy porque yo quiero, porque no quiero seguir escuchándolo y no quiero que a estas alturas empecéis a pelearon. Solo son cinco meses, antes de que os déis cuenta estoy aquí.- dice con una sonrisa un poco forzada. Nos coge a los dos de la mano y nos aprieta fuerte, indicando que todo está bien.- De verdad, todo va a estar bien, os lo prometo. Podemos hablar todos los días, voy a estar bien.
Madre Eva: Vale, si es lo que quieres, ve. Estaremos bien.- dice levantándose.- Te voy a echar muchísimo de menos.- le dice cuando Eva también se levanta y se dan un abrazo.- Hugo, ¿quieres quedarte a cenar y a dormir?- dice mirándome cuando se separan.
Hugo: Le pregunto a mi madre.- digo levantándome de la silla y saliendo al porche para llamar a mi madre. Hablo con ella y le hago un resumen de lo que ha pasado, ella accede y me deja quedarme a dormir, entiende que quiera pasar todo el rato con Eva, hasta que se vaya.
-Narra Eva-
Eva: Lo siento mamá, no quiero que lo pases mal.- le digo acercándome a ella cuando Hugo sale.- Lo hago por todos, va a ser lo mejor.- le digo cogiéndola de las manos con una sonrisa.
Madre Eva: Eres tan buena. Siempre pensando en los demás, pero nunca en ti, ¿seguro que estarás bien allí?- me dice dándome un abrazo.
Eva: Seguro. Están allí todos y también les echo de menos.- digo mientras seguimos abrazadas.
Es verdad que echo de menos a mi familia de allí, pero no quiero irme tanto tiempo, podría irme un fin de semana, no cinco meses. Va a ser difícil, lo sé, pero no quiero preocuparlos más de lo que están. Ahora mismo no quiero pensar más en todo esto, quiero disfrutarlos todo el tiempo que me queda aquí.
Cuando Hugo entra, vamos al salón y pedimos un pizza, mientras que viene, ponemos una película. Al terminar de cenar, nos despedimos de mi madre y subimos a mi habitación. Nos tumbamos en mi cama, abrazados. Me pasaría la vida con él así. Quién diría que estaríamos así hace dos meses. Mientras estamos abrazados, sin decir nada, se me ocurre que mañana podríamos ir a algún sitio todos juntos para pasar el día, es el último que estaré aquí.
Me incorporo rápido, Hugo se asusta y se queda mirándome con los ojos como platos. Cojo mi móvil y mando un audio por el grupo que tenemos todos.
Conversación de whatssapp:
Eva: Chicos, mañana no vamos a la uni. Vamos a pasar el día todos juntos, como hacíamos en verano. No acepto un no por respuesta, mañana os explico más detalladamente. Vamos a ir al centro, a nuestro restaurante favorito.- digo en el audio, sin dejar de mirar a Hugo, que está con una media sonrisa mirándome.
Fin de la conversación.
Todos acceden, lo sabía, siempre me dicen a todo que sí, siempre que es algo de fiesta o pasarlo bien, accedemos a la primera. Cuando hemos dejado de hablar, suelto el móvil en mi mesita de noche y me tumbo en mi cama con Hugo. Volvemos a abrazarnos, nos miramos y empezamos a besarnos. De nuevo estamos en nuestra burbuja, esa que tanto me gusta, la que, en este momento, no podría explotar nadie. Esto es especial y nunca lo había sentido, nunca quiero dejar de sentirlo. Todo con Hugo es perfecto, es precioso. Me encanta todo de él y todo con él. Cada vez me estoy pillando más de él, y me da miedo, pero a la vez me gusta sentir esta sensación, las mariposas que revolotean en mi estómago con solo pensar en él. Cuando nos separamos, me da un beso en la nariz muy suave y me da las buenas noches. Yo me abrazo fuerte a él y también le doy las buenas noches.
Cuando nos despertamos, bajamos corriendo a la cocina para coger algo de comer. Cogemos todas las cosas y nos vamos, por suerte no está mi madre, por lo que no tenemos que darle explicaciones. Cuando estamos todos en la puerta, Hugo, Aurora, Mai, Bruno y yo nos montamos en el coche de Hugo y este empieza a conducir hacia el centro. Voy indicándole el camino, hasta que llegamos a nuestro restaurante. Nos bajamos de los coches y entramos en el local. Como conocemos al dueño, le pedimos que nos ponga en un sitio apartado, para no tener mucho jaleo y estar cómodos. Ya sentados, decido levantarme para que todos me vean y escuchen bien, lo que tengo que decir es importante. Todos guardan silencio y antes de mirarme, se miran todos extrañados. Hugo me coge de la mano, para darme ánimos.
Sam: ¡Vamos a ser tíos! Sí que sois eficaces.- dice riéndose mientras nos mira a Hugo y a mí. Sam siempre es así de directa y a mí me hace mucha gracia, todo lo que le pasa por la cabeza, lo dice.
Eva: Lo siento Sam, pero no.- digo riéndome.- A ver, es algo más serio.- digo dejando de reírme, Hugo me aprieta más fuerte la mano y a todos se les cambia la cara, están preocupados. Rafa viene a mi lado y me rodea con sus brazos por los hombros. Todos esperan atento a lo que voy a decir. Les cuento todo detalladamente y a algunos se nos escapan las lágrimas. Vienen todos corriendo a abrazarme y después vuelven a su sitio.
Mai: Ay jo Eva, te vamos a echar mucho de menos.- dice intentando aguantarse las lágrimas. Todos coinciden en lo mismo y yo, en ese momento, los quiero más aún. Son un gran apoyo para mí y los voy a echar muchísimo de menos a cada uno de ellos.
Cuando ya hemos terminado de comer, salimos del local después de haber pagado y vamos a dar una vuelta por el centro. Nos echamos muchas fotos y nos lo pasamos genial, como siempre. Después de toda la tarde, volvemos a nuestras casas. Hugo y yo, nos quedamos en mi puerta, los dos solos.
Eva: ....
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Bueno, siento por haber subido ayer solo un capítulo. Me puse mala y no podía pasar mucho rato sentada, pero estoy bien. Intentaré subir todos los capítulos que pueda.💜
Gracias por seguir leyendo.🤍
