ME SIENTO EN PAZ

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-Narra Eva-
  Cuando porfín nuestros labios van a juntarse, alguien entra en mi casa. Nos separamos lo más rápido que podemos y miramos hacia allí.
X: Pero, ¿qué hacéis?- dice acercándose.
Eva: Nada, no es lo que parece.- digo poniendome entre Hugo y Rafa.
Rafa: ¿Cómo que no es lo que parece? Está más claro que el agua este...
Eva: Rafa, ¡cállate! No estás bien, ¿qué haces aquí?- le digo llevándolo a la puerta.
Rafa: Tardabais mucho y viene a ver si estabas bien, no me fío de este ni un pelo.- dice susurrando para que Hugo no nos escuche.
Eva: Estoy bien, tranquilo. No encontraba un regalo. Ahora vamos.- digo empujándole a la puerta.
Rafa: No te fíes de él, ten cuidado.- me dice yéndose.
  Cuando Rafa se ha ido, vuelvo al salón con Hugo, el está cogiendo los regalos y, para que mentirnos, no me esperaba eso. Pensaba volver a donde estábamos, era lo que más deseaba en ese momento pero claro, Aurora. No había pensado en ella en todo el rato. Está claro que otra vez estaba jugando conmigo. Cuando me ve parada en la puerta, mirandole con los ojos húmedos, se pone recto y me mira con una sonrisa. Yo sé lo que viene ahora así que, antes de que pase, cojo los regalos de sus manos y me dirijo hacia la puerta con paso firme, no quiero volver a llorar delante suya y por la misma situación. Me giro en mitad del pasillo y veo que está parado en el salón, sin moverse, mirándome.
Eva: ¿Qué? Venga dilo, sé que estás deseando, di que me has vuelto a engañar, que no nos íbamos a besar, que todo ha sido uno de tus putos juegos de nuevo. ¡Dilo!- en ese momento, no puedo evitar que las lágrimas desciendan por mis mejillas. A él le sale una sonrisa burlona, como siempre.
Hugo: ¿De verdad te has pillado por mi?- dice acercándose lentamente a mi.
Eva: No sé por qué preguntas eso, creo que no eres tan tonto como para no darte cuenta.- digo retrocediendo.- Ere un imbecil, que lo sepas. No sé que te ha dado conmigo, déjame de una vez. Olvídate de mí, no me hagas más esto.
Hugo: No es lo que piensas.- viene con paso acelerado hacia mi, no me da tiempo a irme, no quiero que me vea más así, no le voy a darl el gusto. Al girarme, me tropiezo con mis pies y me voy a caer. Él llega justo a tiempo y me coge del brazo para no caerme. Estamos de nuevo muy pegados y me vuelvo a empezar a poner nerviosa.
-Narra Hugo-
  Odio verla así y que sea por mi culpa. Cuando voy a acercame, ella va a darse la vuelta para irse pero se tropieza y va a caerse. Voy corriendo y la cojo del brazo justo a tiempo. La pego hacia mi tal y como estábamos antes. Cojo los regalos de sus manos y los tiro al suelo, la pego más hacia mi.
Hugo: Eva, de verdad que no es lo que piensas, si no, no haría esto.- en ese momento me pego lo más que puedo a ella y junto nuestros labios, encajan a la perfección. Un calor me sube por todo el cuerpo, nuestras respiraciones se aceleran y nuestro pulso se dispara. Empezamos a besarnos cada vez más rápido, con ganas. No sé muy bien lo que estoy sintiendo en este momento, solo sé que tenía muchas ganas de sentirlo. Mientras nos besamos, noto caer sus lágrimas que terminan humedeciendo mis mejillas también por el contacto. Después de un rato besándonos, me separo y la miro a los ojos sin dejar de abrazarla.- Tenía muchísimas ganas de que esto pasara, te lo digo de verdad. Lo siento por haber sido un capullo contigo, pero si lo he sido ha sido para intentar convencerme a mí mismo que no sentía nada por ti. Desde el primer día que te vi, cuando ibas con tu perro paseando, en ese momento, cuando te miré a los ojos, creaste una sensación extraña dentro de mi. Pensé que era una tontería pero poco a poco se ha ido haciendo más grande por mucho que he intentado convencerme de que no era así. Ni estando con Aurora salías de mi cabeza. Lo siento.- vuelvo a lanzarme y volvemos a besarnos.
Eva: Yo también tenía ganas de que esto pasara. Desde el primer día también sentí algo extraño. No me gustaba como me tratabas pero, aún así, no podía odiarte ni decir que me caías mal. Cada vez que te veía con Aurora, me ponia mala, no soportaba veros así, pero me termine acostumbrando.- vuelven a descender lágrimas por sus mejillas cuando termina de hablar. La abrazo fuerte y la aprieto contra mi pecho.- ¿Qué vamos a hacer ahora?- dice sin separarse de mi.
Hugo: No lo sé, pero ahora no pienses en eso. Tenemos que volver.- digo dándole un beso en la frente y separándola de mi. Realmente, no sé cómo lo voy a hacer.
  Cogemos los regalos y vamos para la casa de Aurora. Entramos y vamos al salón donde dejamos a todos. Eva entra primero y después yo. Pasamos de todos los comentarios que hacen y le damos los regalos a Aurora. Mientras ella abre los regalos, Eva y yo, nos miramos y nos dedicamos alguna que otra sonrisa. En este momento, me siento en paz, no tengo que luchar más conmigo mismo de que Eva no me gusta, al habernos besado, he aclarado dentro todo de mi, no tengo que auto convencerme de nada, ella también está pillada por mí y eso es lo que me importa ahora.
Anaju: Hugo, ¿y tú regalo?- me pilla desprevenido. He pensado en no dárselo, no tiene sentido dárselo en este momento. Es un collar con un corazón de brillante. Ahora mismo no le diré nada, pero mañana cuando se vayan todos, lo hablaré con ella.
Hugo: Se me olvidó en mi casa. Mañana te lo doy.- le digo a Aurora con una sonrisa, ella solo asiente.
Aurora: Bueno, quiero daros las gracias por todo. Me lo he pasado genia y los regalos me han gustado muchísimo.- dice mirando a todos y a mí, que estoy a su lado, me coge la cara y me da un beso. Yo le sigo, no es plan de apartarme en este momento.
-Narra Eva-
  Desde mi beso con Hugo, estaba como en una nube. Tenía tantas ganas de que pasara, que ni yo sabía cuánto. Repetiría ese momento mil veces más.
  Cuando Hugo y Aurora se están besando, tengo que apartar la mirada. Me molesta, pero lo entiendo, entiendo en la situación en la que se encuentra él y lo voy a esperar lo que haga falta. Me siento muy mal por Aurora, es mi amiga y me cae muy bien. Es muy buena niña y no se merece pasarlo mal para nada. Si pudiera retroceder el tiempo y no encontrarme con Hugo, lo haría únicamente para que ella no sufra. Sé que se lo tomará mal, pero espero que pueda entenderlo, esto no lo hemos elegido nosotros. Pero, ¿a quién quiero engañar? Hugo y yo nos hubiésemos encontrado en clase o por algún sitio, yo creo en el destino y pienso que nosotros estábamos destinados a esto, de una forma u otra.
  Cuando ya hemos terminado de hablar y darle los regalos, decidimos irnos a dormir. Estamos cansados y ya está amaneciendo. Cerramos las persianas y nos colocamos cómo podemos para dormir agusto. Cuando me tumbo, me quedo mirando al techo, pensando en lo que ha pasado con Hugo. Por una parte estoy eufórica y por otra mal, me da mucha pena Aurora y no me voy a cansar de decirlo. Espero que Hugo tenga tacto para decirle lo que ha pasado y así ella se lo tome todo lo bien que pueda.
-Narra Hugo-
  Me he tenido que tumbar con Aurora, ella se ha abrazado a mí como dormimos siempre y se ha quedado dormida al segundo. Yo me he quedado mirando al techo pensando. Intento girar la cabeza para ver a Eva y termino consiguiéndolo. Está ya dormida, o eso me parece. Vuelvo a mirar al techo y me pongo a pensar en cómo se lo diré a Aurora mañana lo que ha pasado. No tengo ni idea de cómo se lo diré.
  Un rato después, sigo sin poder dormir. Escucho un ruido y giro la cabeza, veo que es Eva, se ha levantado y está saliendo del salón. Como puedo me incorporo sin despertar a nadie para poder ir con ella, ¿qué le pasará?
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Bueno, aquí os dejo el capítulo 18. Espero que os este gustando la historia. Si tenéis alguna duda o recomendación, podéis dejarla en los comentarios.💜
  Gracias por seguir leyendo.🤍

DESTINO (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora