Capitulo 5: Trastorno

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Ya pasado el fin de semana me encuentro aquí, en el día que todos odian y me incluyo.

Lunes y un comienzo de semana totalmente interesante.
En este momento me encuentro junto a Ezra, sentados bajo un árbol del gran patio.

No me pregunten como llegue a esta situación, el faraón simplemente me cayó bien, a pesar claro, que sea una bomba que explotará en cualquier momento.

Tiene algo en su forma de ser que no solo me divierte, sino que también me llama la atención.

—¿Sabes? Siento que tu nombre es ridículo—sonrío luego de decir eso y él me mira divertido.—

Si... seguro dirá alguna de sus respuestas totalmente egosarcasticas. Y si, invente esa palabra para sus estúpidas ocurrencias. No es un disparate mío, sabré que tengo razón con lo que viene a continuación.

3...2...1.

—lindura, ridícula fue tu cara al verme. Se te caía la baba y hasta te hubiera dado un pañuelo pero lo hubieras dejado empapado.—me saca la lengua como tal niño de jardín y suelto una carcajada.

—Ajá, Ya entendimos que te crees lindo, pero en serio, ¿Ezra?, ¿no te querían poner tutankamon?

—Pues... siento que es un gran nombre. Con autoridad y rareza al mismo tiempo. —me dice recostandose sobre el árbol.

—Yo creo que es de la edad antigua.

—Entonces... si soy un faraón, estoy para lo que ordenes, mi preciosa Cleopatra.

Y por más que quiera negarlo, aquel halago, si me gustó. Aunque claro, no lo tomaba como un coqueteo. Ezra no era mi tipo ni aunque quisiera pero si es un buen prototipo de amigo.

Así que simplemente reí y decidí cambiar de tema.

—Bien faraón cuentame de ti, quiero saber más.

Le veo la cara de inocencia y es obvio que se vienen otra de sus inventadas.

—Todo empezó una bella mañana de otoño...

—Sabía que empezarían con tus estupideces. Ve al punto, rubio.

—Shh no Cortes mi inspiración—rueda los ojos—bien, como decía...—sonríe mirándome—Ese día estaba en el parque con unos amigos a los cuales me había aferrado desde que los conocí, los recuerdo perfectamente. Aunque los nombres sean irrelevantes la historia no va a serlo tanto...

Lo miro aburrida ya que no va al punto y la verdad tengo intenciones de dormirme si esto no comienza a ser entretenido.

Yo opino que le pegues a ver como reacciona.

Ya callate y deja de meterte en mi vida ¿ok?. Gracias.

—Cuestión que yo sabía que tenía este trastorno pero jamás había sido peligroso ni nada... hasta que en un momento el idiota de Lenz me empujó para, según él, jugar, pero para mi no fue un lindo juego—suspira como si se arrepintiera de lo que hizo—No se que paso luego de ese empujon, los recuerdos son borrosos, solo se que mi cuerpo dejo de tener el control y mis emociones se sentían a flor de piel, mis extremidades se movían sin mi autorización... era como si mi mente me hubiera sacado del mapa y ella era quien controlaba la situación. Comencé a pegarle a ese chico como si no hubiera un mañana, una mezcla de enojo, furia y no lo se, resentimiento crecieron hasta que los demás chicos que estaban ahí me quitaron tirándome hacia atrás.—Él suspiró— Cada día que me acuerdo de eso puedo entender porque nadie más quiso vivir con una bomba de emociones...

Lo observo en silencio y trataba de ser razonable en la forma que lo mirara. Se lo feo que es que te tengan lastima.

Aunque también me pregunto que tan fuerte debe ser su enojo. Entiendo que me lo haya acabado de explicar pero... bueno, curiosidad.

—El maldito no se defendía, porque él sabía que era lo que me pasaba y quería que todos los sepan, quería que lo saque a la luz—me mira algo dolido pero la verdad sus palabras no me afectan de ese modo, más bien me causa bastante entretenimiento—.

¿Te estás divirtiendo con el dolor del otro, Adara bonita?

No, y te dije que te calles.

—Pero yo soy bueno Ady, te lo prometo. Jamás le haría daño intencional a alguien que quiero. —Trataba de explicárselo hasta con la necesidad de que yo le creyera.

Y muchas veces la necesidad de verse sincero, es cuestión de alarma.

Aunque mirándolo así, tan tierno e indefenso... imagino que no podría lastimar a nadie.

Sonrío comprensiva—Lo se faraón eres un gran chico—suspiro—pero ahora estás aquí y te ayudarán a cambiar

El se separa brusco tomándome por sorpresa y niega mirándome.

¿Acaso también era bipolar?

—¿Realmente piensas que ellos nos quieren ayudar?, ¿en serio lo crees?—ríe sarcástico negando—eres más ingenua de lo que creí Cleopatra—.

Ok, chico bomba, eso dolió.

Le tendrías que enseñar que tan ingenuas somos...

¿Es que no te cansas de joder?, ya deja de aparecer.

Y con lo que dijo Ezra... bueno, supongo que debo dejar que explique su forma de ver las cosas.

—Aquí no buscan "arreglarnos", no buscan que nosotros estemos mejor, se que aún no te diste cuenta pero déjame abrirte la mente. Ponte a pensar, tus padres te tienen miedo adara...

Esperen, ¿cómo sabe eso? Yo jamás se lo conté ¿o si?

—¿como sabes lo de mis padres?—lo miro con una ceja levantada—que yo recuerde jamás te lo dije.

Él me mira obvio— Mira linda, si tu no eres lo suficientemente inteligente para analizar y estudiar a la persona con la que hablas, no es mi culpa. Se más vivaz y tal vez, puedas entenderlo.

Bien, me quedé sin palabras, osea que me estudió, ¿cuánto sabrá de mi?. Abro mi boca para decir algo pero él levanta su dedo como si me callara.

—Calla, ¿si?—sonríe— tú crees que aquí quieren que estemos mejor, pero... ¿porque piensas eso?, ¿porque te dan pastillas que calman tus voces? Aquí nos encerraron Cleopatra, no para bien nuestro, para bien de la sociedad—hace una pausa y me mira—Porque saben que si nosotros salimos allí afuera, es el fin de la raza humana, porque saben que nosotros... saben que nosotros podemos destruirlos.

con eso dicho, así sin más, se levantó y se fue, dejándome ahí sentada con esa frase recorriendo mi cabeza, "nosotros podemos destruirlos". La verdad tiene razón, estos trastornos nos hacen únicos, nos hacen especiales, nos hacen peligrosos...

Y ahí es cuando la destrucción comienza.

Pero también me pregunto... ¿Que tanto sabe y con que motivo sabe de mi?

Te estoy observando, Ezra Wein.

psicosis del amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora