Epílogo

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Killian.

Corría, corría sin importa que, con la desesperación y el miedo corriendo por mis venas. Al llegar a aquel lugar mis piernas fallaron, mi corazón se aceleró y el aire no llegaba a mis pulmones.

—No...—susurro abandonando el poco aire que logre acumular—.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y un dolor indescriptible se apoderó de mi cuerpo. Me acerqué a paso rápido hacia Adara la cual se encontraba ya moribunda tapada por una manta Blanca que dejaba solo ver su delicado rostro.

—No... no, pequeña, no hagas esto—imploro con la voz entrecortada y con las lágrimas que no tardarían en salir—.

Tomo su pequeña mano entre las mías y dejo un suave beso en ella.

—Por favor, no me dejes... eres lo más importante que tengo en la vida—sollozo sin poder evitarlo—eres mi hermana, eres mi vida Adara, por favor despierta, te lo ruego.

Miro su rostro y recuerdo todas aquellas risas que siempre iluminaban todo mi día, sin importar qué mi pequeño Pilar siempre estaba haciéndome feliz y no puedo aceptarlo, simplemente no puedo aceptar que ya no podré tenerla entre mis brazos y poder consolarla cada vez que lo necesite.

Limpio mis lágrimas y apretando un poco más fuerte su mano comienzo a cantar aquella canción que tanto le gustaba— baila baila princesita, la de los pies descalzos, despierta ya tu Alma que llega tu amado, baila baila princesita en tu bosque encantado... —y sin poder seguir rompo en llanto.

Luego de unas horas dijeron que debían llevarse el cuerpo y mientras veía como se llevaban a Adara también vi como se llevó mi corazón con ella aunque también mi humanidad.

El dolor que sentía se convirtió en ese instante en furia, enojo. Mis ojos se inyectaron de sangre haciendo que mi vista se nuble.

No sé cómo, no se en que momento. Lo único que se es que cada persona que se cruzaba por mi camino la atravesaba con el cuchillo que tenía para luego beber su sangre. Paso exactamente lo que Surrens contó en aquella historia un día, me sacaron mi Pilar y yo haré una masacre.

Narrador omnisciente

Mientras aquel chico devastado por el dolor y la ira iba matando a cada quien se le cruzara, en el piso 3, Dion Baker, comenzó a liberar a todos los internos ya que todos los guardias estaban en el primer piso tratando de controlar todo lo que Killian estaba haciendo.

En pocos minutos ya todo era un descontrol. Gritos, sangre y muerte.

Al fin del día sucedió lo que Drac había dicho, las puertas fueron abiertas, todos aquellos que sobrevivieron a la gran masacre salieron a las calles. Habían logrado matar a toda la seguridad del edificio. El verdadero caos había comenzado.

Tengan cuidado, ahora están en las calles camuflándose entre la gente común, pero en algún momento saldrán de las sombras completamente y atacarán. 

No confíes en nadie, hasta la persona que más amas puede escuchar voces.

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La verdad no se que decir, primero que nada quiero agradecerles a todos por llegar acá. Escribir esto fue un gran paso en mi vida. Gracias a todos los que siempre me apoyaron sin dudarlo, gracias a aquellos que se toman el tiempo de leer y dejar su amor aquí.

Espero que les haya gustado la historia en si, me esforcé demasiado en hacerla y siempre dejar una chispa en cada capítulo. Aprecio mucho cada una de sus críticas constructivas porque claramente nadie es perfecto y siempre me ayudaban a mejorar. Les mando un abrazo gigante y nuevamente agradezco a todos.

Los quiero muchisimo♡

psicosis del amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora