capitulo 17: Encontrar

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Drac.

El sonido de mis pies chocando con el suelo es lo único que se escucha en este piso y más específicamente a esta hora. Me encuentro en el lugar que muchos creen el infierno pero vamos, no es tan malo, después de todo nadie te molesta. A no ser que haya un "idiota" interrumpiendo a las 3:20 am en un piso tan silencioso como es el 3. 

Me encontraba con la carta que le hicimos a Keny en mi bolsillo izquierdo de la campera. De pronto escucho como una voz me llama y al darme vuelta veo una sombra al final del pasillo.

Suelto una risa grave al saber de quien provenía esa voz, por lo que camino hacia allí y al llegar mantengo la distancia con el chico frente a mí.

—miren que trajo la basura—ríe y sale de las sombras dando a conocer su rostro—el bastardo del piso 1—.

Una risa ronca sale de mi—Como siempre, es un placer verte, Dion—le respondo con un claro sarcasmo—¿Acaso tienes envidia?

—¿De ti, Lenz? Olvidalo—sonríe a lo que yo imito su acción—Entonces dime ¿Qué haces aquí?—me mira con curiosidad—.

—Salidas nocturnas, como siempre—sonrío de costado—

Había recordado exactamente las palabras de Killian.

Flashback

—Nadie debe saber porque estamos realmente ahí, por lo que tu Drac—me señala Killian desde su lugar—dirás cualquier excusa—.

Hago un saludo militar—sí, mi capitán— Y suelto una carcajada burlandome—Killian no estamos robando un banco, solo llevaré una cartita de amor a tu amada romea, digo a tu julieta—sonrío—es que a veces hasta pareces mujer—.

—si no te callas haré que te calles.

—¿ah sí? ¿Y cómo harás Drácula?

Él me guiña un ojo y muerde su labio.

—Roar, Bombón

Los dos soltamos una carcajada mientras los demás solo nos miraban raros.

Luego de eso seguimos viendo que iba a pasar en el transcurso de la noche, en el plan que ada decidió llamar plan "estrellitas".

Fin del flashback

Dion asiente levemente mirándome y en ese momento caigo en la cuenta de que no estaba en su habitación.

—¿Cómo se supone que saliste de ahí? Se dice que es imposible.

El me mira obvio y algo engreído—Drac dos cosas. La primera, ¿desde cuándo algo es imposible para un maníaco como yo?—ríe mirándome—y por segundo, le robe las llaves al guardia.

—Eres todo un rebelde, Baker.

Se encoge de hombros con una sonrisa—¿Qué decirte? Aprendí del mejor maestro, ¿no crees?

—Es hora de que siga mi camino, fue un gusto cruzarte, intento de psicópata

—Oye para tu información yo maté a esa familia—me señala con una sonrisa— y tu solo corriste como nenita a esconderte.

Ruedo los ojos y sin más que decirle doy la vuelta para así buscar la habitación 303.

Dion Baker... un idiota con todas sus letras pero sin embargo un maldito loco si se lo propone. Aunque su cara de niño inocente, con sus ojos marrones al igual que su pelo no lo hagan parecer capaz, puede matarte de la forma más cruel posible.

El como lo conozco no importa, tampoco es relevante, lo que si importa es que si el pudo salir sin que nadie lo sepa... cualquiera puede.

Mientras sigo caminando esperando llegar a mi destino, me pongo a ver el lugar como casi todas las veces que venía. Siempre que vengo estudio el lugar de pies a cabeza, nunca se sabe cuando vas a necesitar una escapatoria segura.

—300..301..302—susurro caminando por el pasillo y cuando veo la puerta correcta me detengo ahí—Al fin llegue, habitación 303.

Sonrío y tomo la carta de mi bolsillo derecho para así pasarla por debajo de la puerta.

—Keny...—susurro—tal vez me escuches o tal vez no, pero acabo de pasarte una carta para que no te olvides que estamos contigo

—¿Drac?—se escucha una voz del otro lado pero decido dejar de contestar ya que me podían escuchar—Gracias...—

Le tocó la puerta para sepa que me iría y luego comienzo a caminar de regreso a mi piso.

Pero de pronto un metal se escucha caer en el suelo, me doy vuelta al instante tratando de saber que ocurría, cuando en el piso se ve con el reflejo de la luz un pequeño destello. Una sonrisa se expande por mi rostro y tomo el pequeño anillo que se encontraba ahí.

Sabia muy bien que significaba esto, "et numquam aeternum", sonrío nuevamente.

Nunca y eternamente. Desde pequeños habíamos llegado al acuerdo de que cada vez que escuchemos un pequeño metal chocar contra el piso sabremos que Nunca estaremos solos y eternamente estaremos el uno para el otro.

Pero no solo significaba que ella me apoyaba en esto, también quería decir que todo está marchando tan bien y como lo planeamos.

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Hola estrellitas, okey muy cursi.

Aquí ya otro capítulo el cual espero que les haya gustado, tenemos a Dion el cual me hace sospechar mucho el como salió de su habitación.. ¿qué creen?

No olviden de votar y comentar.

Los quieroooo

psicosis del amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora