Peligrosa Oscuridad

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Dedicado a: LuceroPereyra5

La siguiente historia puede contener contenido violento, escenas de sexo explícito y lenguaje grosero, recomendado sólo para mayores  de edad.

Marco estalló el vaso de vidrio en sus manos, pronto la sangre empezó a verterse sobre el escritorio. El hombre que tenía enfrente observó la escena sin decir una sola palabra.

- ¿Cómo demonios  sucedió? - dijo el italiano mientras apretaba sus dientes y se desajustaba la corbata.

- Los informantes verificaron todo señor - respondió el hombre.

- Hace menos de un mes estaba a punto de morir en Roma, si no fuera por esa chica, todo se  hubiera ido a la mierda. Ahora estas parado enfrente mío, diciendo estas estupideces - masajeo el puente de su nariz mientras maldecia por lo bajo.

- No hay porque preocuparse señor, enviaremos a unos cuantos de los hombres a Barcelona.

Marco dibujó una sonrisa en sus labios.

- ¡¿Me estas jodiendo Basilio?! - gritó a los cuatro vientos-. Estoy en medio de la asociación, si ellos votan en mi contra, van exciliarme y si lo hacen, me matarán.

- Sé lo que conlleva el salir de la orden señor, estamos aquí para usted y con usted, le juramos lealtad Don Marco.

- En estos momentos lo que más me importa es la orden, así que desaperece de mi vista y no regreses hasta tener buenas noticias, ¿entiendes? - levantó una ceja a modo de orden.

Las cosas en la mansión consistían en lo mismo, se debían  seguir las reglas a la perfección o de lo contrario tendrías ganado un lugar en el cementerio.

El hombre asintió y salió de alli dejándolo solo. Marco optó por cubrir su mano con un pañuelo de seda blanco antes de que hiciera un desastre mayor por la oficina. Estaba enojado, y cuando lo estaba el mismo diablo le tenía miedo. No medía sus acciones con nadie.

Hace menos de un mes le habían tendido una emboscada cerrando un negocio en Roma, ahora querían dejarlo por fuera del negocio y de su puesto como líder de la famiglia.  No iba permitirselos.

>>Como si fuera tan sencillo>> lo dijo para sus adentros .

- ¡Quiero que abran esa maldita puerta! - escuchó aquellos particulares gritos provenientes de una de las habitaciones-. ¡Abran!

Marco se llevo las manos a la sien todo se le había juntado en n sólo día.

Uno de los hombres llamó a la oficina antesde entrar, cuando Marco le dio su permiso este atraveso la puerta.

- Señor, ella se ha despertado - articuló el hombre de seguridad.

- Ya voy para allá - respondió el mafioso.

Marco abandonó la oficina y siguió sus pasos hasta quedar enfrente de la habitación, inmeditamente los hombres que la custodiaban se hicieron a un lado.Atravesó la puerta y encontró a la chica en una orilla de la cama llorando.

- Belle... - susurro él mientras colocaba una mano en su hombro.

- ¡Quiero irme de aquí! - dijo furiosa-. ¡No me toques!

- No puedo dejarte ir - respondió el mafioso-. Vas a quedarte commigo hasta que yo lo decida.

- ¡Me secuestraste! Ni siquiera se donde estoy - respondió mientras pasaba sus manos por sus cabellos.

- Estás en Calabria, mi territorio. Mientras vivas junto a mí y sigas las reglas, no existiran problemas.

Belle bufó y lo empujó a un lado de la cama.