Belle se incorporó en la cama cuando despertó, giró su rostro y vio a su marido a un lado suyo.
- He llamado al médico para que te revise – articuló el mafioso mientras sostenía su mano-. Estaba preocupado por ti.
- Per favore vete Marco – respondió la castaña alejando su mano de él.
- Belle...
- No quiero escucharte, déjame sola – gruño dándole la espalda.
- No voy a irme – dijo molesto-. Voy a quedarme aquí contigo.
- Quiero espacio, ¡déjame sola! – gritó salida de sí mientras le daba la cara-. ¿Cómo pudiste ocultar la verdad?
- Ese hombre es el culpable de que estés así, iba decírtelo una vez hablara con él.
- Él no es el culpable de que este así – negó con su cabeza-. Han sido tus actitudes las que me enferman – dijo intentando contener las lágrimas.
- Sólo quería lo mejor para ti, cuidar de ti...
- El amor no es así Marco, no entiendes aún eso.
- Te amo Belle, por favor no hagas esto – dijo como suplica-. Eres mi esposa, no voy a dejar que ese hombre te lleve lejos de mí. Entiende eso, ¡Yo no voy a dejar que nadie me quite tu cariño! – gritó al tiempo que sujetaba su brazo había vuelto a perder la cordura con sus celos.
Aquello la hizo enfurecer, siempre la hacía sentir como un objeto más de la casa, sus actitudes al demostrar su amor por ella no eran las mejores, por el contrario la hacían dudar.
- ¡Suéltame, no soy un florero al que cambias de puesto! Soy tu esposa – respondió arrojándole una cachetada en su rostro-. ¿Quién rayos crees que soy para soportar que me trates como si fueras mi dueño?
Marco la miro perplejo. Pestañeó varias veces mientras llevaba su mano a su mejilla.
- Señor...– interrumpió Basilio entrando en la habitación-. El médico ha llegado.
- Dile que entre – se levantó de la cama y le dio un último vistazo a su esposa antes de dejarla sola.
Belle suspiro profundamente. Le dolía más a ella hablarle de esa forma y alejarlo que ni a él mismo, pero tenía que hacerle entender que sus actitudes estaban pasando un límite en su matrimonio.
Después de unos minutos el médico la revisó con detalle sin encontrar nada anormal, el estrés era lo que le había ocasionado su desmayo.
¿Cómo podía sentirse bien después de aquella noticia?
Se cubrió con las sabanas cuando finalmente el médico terminó con su trabajo y abandonó la habitación dejando pasar a Marco quien preocupado se acercó hasta ella.
- ¿Está todo bien? – le preguntó.
- Estoy bien – se limitó a decir ella.
- Mírame al menos cuando te hablo.
- No tengo ni las doce semanas cumplidas y ya tengo miedo por mi bebé, ¿cómo crees que puedo sentirme cuando me entero de todo en un día? Parece que mi vida fuera mentira. Heredera de una mafia, escuchar a ese hombre diciendo ser mi padre, lo que hizo mi madre y tus celos enfermizos. Ya no sé qué es lo mejor.
- Yo siempre voy a estar contigo, no tienes que aceptar nada si no quieres.
- Eso es lo que no sé, no sé si quiero seguir contigo... - sollozo al decirlo.
- Belle – susurro al verla llorar-. Perdóname – bajó su mirada-. He sido un idiota al compórtateme de esta forma contigo, nunca he querido que te sientas como un objeto porque no lo eres, pero entiéndeme la verdadera razón por la que hago esto es porque tengo miedo de perderte, miedo de que te vayas sin regresar. Cuando el médico te vio la primera vez me asusté, sólo quería lo mejor para ti, cuide de ti y el imbécil de Niccolo arruinó las cosas, admito que fui yo el culpable de que recayeras, y por eso te imploro que me perdones, pero no digas que te vas a ir, no digas eso...

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Peligrosa Oscuridad
RomanceMarco es el ex líder de la Ndrangheta la mafia más peligrosa de Italia, exiliado de la "Orden del Fénix", asociación secreta de mafiosos. Un asesino frío y despiadado nació y creció para el negocio. Cree tenerlo todo en la vida, hasta que cruza su v...