Peligrosa Oscuridad

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Marco se encontraba reunido en la mesa de la asociación junto a su suegro, se estaban discutiendo algunos puntos acerca de cómo se llevaría a cabo el ascenso en cada uno de sus puestos como líderes de la mafia.

- Así que la hija de Niccolo Bellucci resulto ser la misma esposa de Marco Valentiniani – resalto uno de los hombres que estaba sentado junto a ellos.

- Así es – respondió Niccolo con una media sonrisa-. Belle está embarazada pero les aseguro que ella tomara el puesto como mi heredera, es lo justo – contestó Niccolo.

Marco apretó los puños conteniendo sus palabras, cualquier cosa que pudiera decir lo pondría en contra de la orden.

- ¿Qué opinas tú de esto Valentiniani dejaras a tu hijo al poder de la Santa Corona Unita, o de la Ndrangheta? – pregunto el jefe de la orden de mafiosos.

- El será quien decida – se ajustó el traje-. Si no es mucha molestia, debo retirarme.

Niccolo lo observó, lo que había dicho lo había cabreado y ahora estaba tratando de disimularlo. El italiano salió de allí dando un portazo a la puerta.

- Tarde o temprano tenía que saberlo – articulo Niccolo mientras se levantaba de la silla y lo seguía-. Buona Notte – se despidió de los hombres en la mesa.

Una vez puso un pie afuera del edificio, sintió unas manos ajustarse a su cuello y tumbarlo al capot de la camioneta, lo observo detalladamente. Marco estaba furioso la ira se reflejaban en sus ojos.

- ¿Quién putas te crees en decidir por ella? – cuestiono furioso.

- Belle una vez dé a luz tendrá que asumir su puesto.

- Hablas de ella como si la conocieras – bufo al aire-. Belle es dulce e inocente, no le haría daño a nadie, menos asumiría un puesto que implique mancharse las manos de sangre.

- La entrenare, le enseñaré a ser una buena líder.

- ¿Tú no entiendes verdad? – enarco una ceja. No podía creer que a este punto el siguiera insistiendo en aquella estupidez-. Ella no va a aceptar.

- ¿Por qué crees que no lo hará? ¿Qué te hace creer que va decir que no?

- Porque conozco a mi esposa, a diferencia de ti, ella quiere este tiempo para nuestro hijo no para gobernar un puesto como el tuyo.

- Bien... - Niccolo alejo de un manotazo sus brazos de su cuello-. Puede que Anabelle renuncie, pero tu hijo, mi nieto, asumirá el poder ¿entiendes?

- No sabes las malditas ganas que tengo desde hace tiempo de matarte con mis propias manos así dejarías de ser un problema.

- ¿Entonces? ¿Porque te detienes?

- No voy a quedar como un monstruo delante de ella.

- Tú y yo somos muy diferentes Marco, tu amor por ella te ciega, te hace ir en contra del río como si pudieras cambiar el rumbo de la corriente. Es imposible que nos podamos llevar bien.

- Entonces sigamos disimulando, no me interesa caerte bien Niccolo.

Marco subió a su deportivo y se alejó del edificio. Si en sus manos estaba que ella no asumiera el poder lo iba a hacer, sin importar enfrentarse a la Santa Corona Unita.

**

Belle se detuvo junto a Basilio en frente de un salón de belleza, observo su figura en la vitrina y sonrió mientras pasaba sus manos por sus rizos.

- Creo que me vendrá bien un corte de cabello, ¿tú que piensas Basilio? – le pregunto al jefe de seguridad que se encontraba luchando por cargar más de una bolsa con regalos para el bebé.