Marco rodeo la entrada de la casa en la que vivía Fabrizio, sabía que entrar solo era una locura. En ese momento la ira y la furia por lo que había sucedido podían más que sus propios instintos racionales.Atravesó el jardín sacando su arma, camino de manera silenciosa hasta el interior. Unos tres hombres se interpusieron en medio, sin decir alguna palabra le disparo a cada uno de ellos hasta que cayeron muertos.
Siguió recorriendo la casa y entro por una de las ventanas que conducían al despacho, no había rastros de Fabrizio por ningún lugar.
Sintió un arma en su cabeza. Alguien le estaba apuntando por detrás.
- Ha llegado el fin don Valentiniani – susurro una voz masculina. Todo parecía perdido, en ese instante la vida que había llevado estaba pasando por su cara.
- Dime, ¿tu jefe es tan cobarde, que prefiere enviar a un peón a matarme que dar la cara?
- El señor Fabrizio, ha ganado la confianza de todos, será el próximo líder y un nuevo imperio empezara.
- Me da asco – susurro Marco-. Asco de la clase de hombre en que se convirtió, traiciono a la familia y la memoria de mi tío.
Le dio un golpe en las costillas al hombre quien cayó al suelo, disparo en una de sus manos pero eso no evito que le regresara un disparo que impacto en su abdomen. Herido se arrastró por las paredes. No habían más hombres dentro, si no salía de allí, esa casa se convertiría en su propia tumba.
- Merda – miro su mano llena de sangre.
Marco apoyo la cabeza sobre la pared, con la respiración cortada tomo las llaves del auto para activar la alarma. Mentalmente contabilizo el tiempo, tenía diez minutos exactos para salir de allí y regresar a la casa.
Se levantó con dificultad y el mismo sujeto apareció para acabar con lo que había empezado, con su mano libre le apunto a la sien atravesando su cráneo con la bala.
Finalmente llegó hasta donde estaba el auto y subió a este.
**
Belle abrió sus ojos en la enorme habitación, las luces estaban a medio encender. Miro a su alrededor pero Marco no estaba por ningún lado.
¿Qué había sucedido? ¿A donde había ido?
Asustada se levantó de la cama, se acercó hasta los guardias de la puerta pero estos no le dieron ninguna explicación.
Marco no estaba, y Basilio tampoco estaba con él.
¿Qué sucedía? Iba a perder la cabeza, sin tener respuestas.
Se apoyó en el ventanal de la habitación, las lágrimas bajaban por sus mejillas. Sabía que quedarse en esa casa era peligroso. Pero nunca imagino que estar sin respuestas suyas se sentiría tan horrible.
La puerta se escuchó, Marco atravesó la entrada y se acercó hasta ella.
- bella mia – susurro colocando su mano en el hombro de ella. Giro su vista y lo encontró con una de sus manos en su abdomen.
- ¡Dios santo, estas herid! – exclamo mientras tomaba sus manos en las suyas.
- ¿Estás bien? – pregunto él. Luego se desplomó en el suelo.
Ella lo tomo en sus brazos mientras le quitaba la camisa.
- ¡Basilio, Ayuda! – grito llamando al jefe de seguridad. Mientras presionaba la herida con la camisa.
El hombre entro a la habitación enseguida, los guardias le habían dicho antes que el jefe había llegado gravemente herido, así que estaba hablando con el médico.
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Peligrosa Oscuridad
RomanceMarco es el ex líder de la Ndrangheta la mafia más peligrosa de Italia, exiliado de la "Orden del Fénix", asociación secreta de mafiosos. Un asesino frío y despiadado nació y creció para el negocio. Cree tenerlo todo en la vida, hasta que cruza su v...