Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, aún yéndote, mi amor, jamás te irías.
Rafael Alberti
Fabrizio atravesó de nuevo la puerta de la habitación.
- ¿Tienes una respuesta? – enarco una ceja mientras se sentaba en el orillo de la cama.
- Voy a aceptar – dijo ella intentando controlar las lágrimas-. Aceptare el trato que me has propuesto.
Frabrizio sonrió maliciosamente. Había sido más sencillo de lo que imaginaba, la mujer de Marco ahora también estaba en sus manos.
- ¿Cómo voy a estar segura de que no le harán nada a Marco? ¿Qué me garantiza que no harás nada para dañarlo?
Le importaba tanto su seguridad, que ni ella misma era consciente del infierno al que se había condenado al lado de Fabrizio.
- No puedo garantizar que algunos enemigos lo persigan porque lo harán, ahora está fuera del negocio así que aunque tuviera ese poder no lo cambiaria. Lo que se puedo asegurar es que la orden no meterá sus manos en el asunto.
- Deja que se vaya a otro lugar – susurro ella-. Deja que se marche lejos a otro país.
- Es Marco, primero vendrá a ti. Tienes que convencerlo de que no tienes ningún sentimiento hacia él. Que darías el mismo aire por casarte conmigo – respondió burlándose.
- Eres un ser nefasto – gruño en respuesta-. Siempre tuviste envidia de él.
- No tengo la culpa de que Marco no haya manejado bien el negocio, hubiera sido sencillo tomarte como la mujer de su hijo y ahora el puesto podría estar asegurado. Pero en cambio se dejó llevar por cursilerías baratas.
- No te pareces en nada a él. No traería a un hijo solo para asegurar su puesto, no es un ser malévolo como tú que piensa en la ambición.
Fabrizio la tomo de su quijada fuertemente.
- Cuidado con lo que dices maldita puta, quiero que te grabes las cuatro paredes de esta habitación. Porque cuando te cases conmigo, la mansión y esta habitación se convertirán en tu misma cárcel.
Belle contuvo sus lágrimas. Lo estaba haciendo todo por él. Aunque eso significara que lo perdiera para siempre.
- Ahora cambia esa cara, la boda se hará en unos días.
- ¿Que? – enarco una ceja ella.
- ¿Qué creías? ¿Qué iba a esperar un mes? – bufo gracioso-. No sería tan estúpido. Una de las empleadas va a traer un vestido, elige uno que sea de tu agrado. Tengo algunos asuntos que resolver – se levantó de la cama.
- ¿No piensas desatarme? – enarco una ceja ella.
- Hasta la boda permanecerás así.
- ¿Cómo piensas que me mida el vestido imbécil?– gruño en respuesta-. ¿O que vaya a hacer mis necesidades?
- La empleada te ayudara – dijo antes de salir de la habitación.
En medio del pasillo Fabrizio se cruzó con unos de sus nuevos hombres de seguridad.
- ¿Qué hacemos con él, jefe? – preguntó el hombre.
- Esperen a la boda, después lo matan – dijo con frialdad.
**
Marco se encontraba solo en la oficina mirando la fotografía de Belle. Había agotado todo lo que estaba en sus manos para encontrarla. No había ningún indicio de ella desde hace tres días, la solead y la ira estaban acabando con él. Las botellas de whisky estaban regadas por el piso.
ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Oscuridad
RomanceMarco es el ex líder de la Ndrangheta la mafia más peligrosa de Italia, exiliado de la "Orden del Fénix", asociación secreta de mafiosos. Un asesino frío y despiadado nació y creció para el negocio. Cree tenerlo todo en la vida, hasta que cruza su v...