Marco condujo su mano hasta los tirantes de su vestido, la seda bajó por el cuerpo descubierto de ella.
Le sonrió al ver que lo miraba con aquellos mismos ojos que lo hacían en el pasado. Con un sentimiento de ternura e inocencia.
- Te necesito – susurró al mismo tiempo en que sus labios bajaban por el quiebre de sus senos hasta su ombligo-. Te necesito como nunca antes lo había hecho.
Ella dibujó una leve sonrisa. Hace mucho no se sentía de esa forma, hace mucho que había borrado la idea en su cabeza de sentirse amada de nuevo por alguien.
- Yo también te necesito amore mío – susurró ella en respuesta.
Las caricias pronto se hicieron más intensas, él jugaba con su lengua por todo su torso desnudo.
La necesidad los estaba consumiendo.
- ¡Marco! – exclamó ella cuando sintió su lengua húmeda jugar con su clítoris-. Más por favor – llevó su cabeza hacia atrás mientras sus dedos se enredaban en los cabellos castaños de él.
Él no se detuvo, estaba disfrutando del elíxir que su cuerpo le ofrecía, lo único que deseaba en aquel momento era quemarse con el fuego de su cuerpo una vez más.
Deseó tantas noches volver a sentirla, que parecía un sueño el tenerla de nuevo en sus brazos.
Marco abandonó su centro húmedo cuando la escuchó soltar aquellos jadeos que lo lanzaban a un abismo de placer.
Se deshizo de lo único que lo mantenía vestido para quedar en las mismas condiciones que ella, ahora ambos estaban desnudos sobre las sábanas de aquella cama.
Miró sus ojos azules y se perdió en ellos como un hombre enamorado.
- Te amo Belle, eres el amor de mi vita – susurró uniendo su frente a la de ella.
Sus labios se adueñaron de nuevo de los de ella, quería que saboreara lo exquisita que era.
Su cuerpo se juntó cada vez más al suyo. Las piernas de ella estaban alrededor de sus caderas a tan sólo centímetros el uno del otro.
Marco guío su miembro que ya estaba lo suficiente duro y urgido para hundirse dentro de ella. Disfrutó el gemido que salió de sus labios.
Belle lo besó con desesperación, sólo con él se sentía amada, Marco era el único hombre por el cual ella daría incluso su vida. Se sintió como hace mucho no se había sentido. Amada
Sus embestidas eran suaves al principio, pero su cuerpo quería más, quería sentirlo de otra forma, así que se lo hizo saber hundiendo sus uñas en su espalda.
Marco siguió sus movimientos y la sintió contraerse alrededor de su pene, la escucho gemir y pedirle que no se detuviera.
Temblaba en sus brazos de nuevo, era suya de nuevo.
Abandonó sus labios para besar uno de sus pezones, los succionó y los mordisqueó, mientras ella empujaba cada vez más sus caderas hasta él.
Ahora sólo era el ruido de sus cuerpos chocando entre sí lo que se escuchaba dentro de aquella habitación, la sintió cerca del orgasmo y dejó que se corriera al mismo tiempo en que él lo hacía dentro suyo.
Finalmente jadearon y se dejaron caer sobre las sábanas mientras él la abrazaba.
- Te extrañe – respondió ella intentando recobrar la respiración.
- Y yo a ti – dijo en respuesta el mafioso besándola en su sien.
**
Después de tres días. Belle notó a Marco distante, el italiano sólo actuaba de esa forma cuando algo lo tenía preocupado.

ESTÁS LEYENDO
Peligrosa Oscuridad
RomanceMarco es el ex líder de la Ndrangheta la mafia más peligrosa de Italia, exiliado de la "Orden del Fénix", asociación secreta de mafiosos. Un asesino frío y despiadado nació y creció para el negocio. Cree tenerlo todo en la vida, hasta que cruza su v...