Capítulo 15

63 8 1
                                    

Narra Marinette:

Sentí un toque en mi hombro justo cuando le hacía una reverencia al primo de Adrien, Félix, luego de haber bailado con él. Había intentando forzar una sonrisa durante todo este tiempo. Ya estaba odiando esto de bailar con todos los invitados que desearan bailar conmigo. Me odiaría por esto, pero prefería bailar solo con Adrien. Al menos él me entendía y sabía lo mucho que me desagradaba toda esta falsa.

Cuando me giré hacia la persona que me había tocado el hombro, abrí los ojos como platos. Mi corazón se aceleró, pero por alguna razón, no fue tanto como solía latir antes. Ante mí, vestido de una forma totalmente distinta a la que acostumbraba verlo, estaba Luka, extendiendo su mano hacia mí.

-¿Me permitiría esta pieza?-

Su cabello se encontraba varias pulgadas más largo, y seguía teniendo el mismo lacio de siempre. Sus ojos azules brillaban con las tenues velas que iluminaban el lugar. Miré disimuladamente hacia la mesa donde se encontraban mis padres y los de Adrien. Ellos estaban en su propio mundo hablando entre ellos. Adrien, él bailaba con una chica de cabello castaño, pero no parecía cómodo. Devolví mi vista hacia Luka y, antes que alguien se diera cuenta que vacilaba y me prestara mayor atención, tomé su mano. El acomodó su mano en mi cintura, lo que me hizo estremecer y sonrojar. Sus ojos no abandonaron los míos en ningún momento. Tragué saliva.

- Te ves hermosa de blanco- su voz profunda me acarició como siempre lo hacía-

Su voz... Luka tenía un don especial con su voz. Cada palabra que salía de sus labios parecía ser una nota musical que te duerme los sentidos.

Mas no se comparaba a la voz grave, imponente y llena de sabiduría de Mister Bug.

Carraspeé y tragué saliva.

-¿C-cómo llegaste a-aquí?- le pregunté en voz baja-

- Todo el mundo se enteró de la gran boda entre el Agreste y la Dupain-Cheng- dijo y rodó los ojos- Son la pareja más famosa del momento, por lo que están en la boca de todos los pueblos aquí en Francia y en otros reinos-

- Sí, pero, ¿cómo entraste al castillo?-

- No olvides quién fue que te enseñó a caminar en las sombras- me guiñó un ojo-

Con ese gesto, logró hacer que me sonrojara.

- Pero no vine para hablar de eso- dijo- Quería asegurarme que serías feliz y poder despedirme de ti como se debe-

-¿C-cómo?- pregunté sorprendida-

Luka me sonrió triste. La canción estaba acabando.

- Ambos sabemos que nuestro momento ya acabó. Quiero poder despedirme de ti como no pudimos hacerlo hace años. ¿Te veo en el patio trasero en cinco minutos?-

Asentí con la cabeza.

Esto era lo que siempre deseé.

La canción acabó y Luka se separó de mi. Me guiñó el ojo y desapareció entre la multitud. Me giré buscando a Adrien. En esos momentos, su vista también se posó en mi cuando la joven de cabello castaño puso sus dos brazos alrededor del cuello de Adrien. Sus ojos gritaban: "¡Auxilio!", y decidí acercarme a ayudarlo antes de ir con Luka.

Habían mujeres que ni respetaban a un hombre recién casado.

Carraspeé a la espalda de la joven y vi los ojos de Adrien mirarme con alivio.

-¿Me permite un momento a mi marido?- le pregunté amablemente-

La joven de cabello castaño se giró. Sus ojos verdes me miraron con furia, y por un momento, pensé que se lanzaría sobre mí para golpearme. Mas no lo hizo, pero sí habló.

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora