Narra Adrien:
Sacudí mi cabeza por sexta vez en la mañana para borrar los recuerdos. Intenté enfocarme en el negocio con mi padre y en las preparaciones de la fiesta. Mas nada me funcionaba. Mi mente, una y otra vez, volvía a evocarme...
Séptima vez.
Había pasado una semana desde mi último encuentro con Lady Noir. Aún sin saber si Marinette y Lady Noir eran las mismas, me sentía como un infiel. Me había dejado llevar y...
Octava vez. Maldita sea.
-¿Adrien?- la voz de mi padre me devolvió a la realidad-
- Lo siento, ¿qué decías?- le pregunté-
- Has estado muy ido en esta semana- me respondió- ¿Estás seguro de que te encuentras bien?-
- Sí- dije sonrojándome mientras sacudía mi cabeza una vez más- Solo he estado un poco estresado con lo de la fiesta-
Mi padre suspiró. - Tu madre me tiene igual-
Reí un poco para alivianar el momento tenso que se había creado.
- Tal vez deberíamos dejar el trabajo para después de la fiesta- dijo- Además, todo lo que adelantaste cuando estabas en tu luna de miel, nos deja con tiempo para poder tomar unas pequeñas vacaciones-
- Eso estaría bien- le dije-
- Adrien- mi padre suspiró- No quiero ser indiscreto ni nada pero...-
Estuvo un par de segundos en silencio. Lo miré sin comprender.
-¿Pasó algo malo, padre?-
-No, no. Nada de eso- dijo y luego suspiró- ¿Marinette y tú ya están intentando extender la familia?-
Primeramente, me quedé tonto intentando analizar el juego de palabras que había hecho, y cuando el último engranaje encajó, sentí mi cabeza querer explotar de la vergüenza.
-¡P-padre!- intenté exclamar indignado-
Él levantó las manos y sacó una carcajada.
- Lo siento, lo siento. Tu madre me ha estado exigiendo que te saque información ya que Marinette es muy reservada en eso y no le ha dicho nada a ella-
Y sí, tenía razón. Mi madre definitivamente obligaría a un hombre como mi padre a hacer ese tipo de preguntas.
- No responderé a eso- le dije-
- Esta bien. Supongo que sabremos cuando veamos a Marinette con barriga-
-¡Papá!-
- Ya, ya- dijo aún riendo- Estos jóvenes de hoy día...-
Luego de esa conversación incómoda, mi madre entró para obligarnos a dejar de trabajar e irnos a vestir y estar listos para la fiesta. La idea de mi padre de "tomar vacaciones" con el trabajo, eran simplemente un par de horas antes que comenzara la fiesta.
Y así, el gran día había llegado. Hoy ejecutaría mi plan para conocer si Marinette y Lady Noir eran la misma persona. Estaba nervioso por eso. Estaba tan nervioso que ni a Tikki le había contado de mis planes. Estaba tan nervioso que casi había ignorado a Marinette en estos días. Solo nos veíamos para el desayuno, y la conversación se volvía tensa. Temía que ella descubriera que había besado a otra mujer, que le había sido infiel con unos labios tan cálidos como el sol en las tardes de verano y tan suaves como las plumas de las alas de un ángel.
Esa mujer me estaba volviendo loco.
En un par de horas, ya me encontraba listo. Usaba un conjunto de color negro con detalles en rojo, y un antifaz de color rojo que tapaba desde la zona de mis pómulos hasta el inicio de mi cabello. No para ser explícitos con mi identidad, pero porque me gustaba esa combinación. Y si la mujer detrás de Lady Noir se hacía presente, ella tal vez me pudiera identificar como el héroe. Mi esposa aún no bajaba cuando la fiesta comenzó. A pesar de ser el heredero del ducado, intentaba no dar a mostrar eso todavía. En una fiesta de antifaces, cualquier persona podía no parecerse a quien era en realidad. Aún así, muchos de la Alta Sociedad se distinguían por el exceso de joyerías que utilizaban, en comparación a la gente pueblerina que utilizaban vestidos y antifaces sencillos. Intenté ver los ojos de las mujeres, por si me encontraba los ojos azules de Lady Noir en su forma civil.
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Deseos Prohibidos
FanfictionDos héroes son convocados cuando un broche es reportado como desaparecido. El catarino y la gatita negra deberán luchar contra la mariposa. Ellos no solo comparten su vida como héroes, sino que sus formas civiles también estarán entrelazadas. ¿Será...