Capítulo 26

93 11 10
                                    

Narra Adrien:

Mis padres se despidieron de nosotros para comenzar su gran viaje por Europa, África y Asia. Querían aprovechar la nueva salud de mi madre para viajar y disfrutar su vida al máximo.

Estaba muy feliz por ellos. Se lo merecían. Aunque los iba a extrañar. No tenían fecha de regreso. Solo querían disfrutar.

Marinette y yo teníamos ahora el castillo Fère-En-Tardenois para nuestra familia, y todo el pueblo de Aisne bajo nuestro mando.

El periodo de embarazo había tranformado de manera radiante a mi esposa. No solo su físico, sino su personalidad en sí. Su sonrisa siempre había sido hermosa, pero ahora deslumbraba.

Nino y Alya habían decidido contraer nupcias y quedarse a vivir en el castillo para continuar trabajando con nosotros. Nino se había convertido en mi asistente personal y en mi amigo más cercano. Le gustaba que lo mandara al pueblo para recolectar quejar de pueblerinos para solucionar, y me ayudaba con aportes de nuevas ideas en cuanto a educación.

Podía decirse que Aisne se había convertido en un pueblo bastante evolucionado en poco tiempo.

Yo trabajaba, pero eso no me impedía desatender a mi familia. Durante la mañana trabajaba fuerte y continuo para tener las tardes y las noches completamente libres para ellos. Nuestro hijo estaba creciendo fuerte y sano.

Una de esas noches, cuando mi esposa y yo fuimos a dormir, ella me hizo una pregunta que me dejó pensando un tiempo.

-¿Recuerdas el viaje al Oriente? Por más que lo intento, no logro recordar nada más allá de simples paisajes de montañas. Los amo, a ti y a Louis. Con mi alma. Pero siento que me falta algo desde ese viaje. Algo cambió. No sé qué fue, pero debe estar relacionado con el collar-

Me había fijado en que ella tenía un nuevo collar que usaba siempre, pero nunca le había preguntado por él. Fue como si diera por hecho de que debía estar ahí pero no supiera la razón ni la procedencia.

Yo también lo sentía. No había querido admitirlo porque me daba un poco de miedo descubrir la realidad. Pero ahora que mi esposa también sentía lo mismo, era mi deber investigar.

Ella no estaba pasando un buen momento con eso. Y yo tampoco.

Así que, sin abandonar mis responsabilidades como Duque, comencé una investigación. Le pedí a mi primo que viniera a Aisne para que me ayudara. Él había viajado más que yo, y tal vez conociera más acerca de los efectos de viajes hacia el Oriente. Tal vez hubiera sido más sencillo que simplemente nos escribieramos por cartas, pero quería que viniera para que conociera a mi hijo.

La sorpresa vino a mi cuando llegó junto con Chloe Bourgeois.

-¿Y esto cuándo pasó?- dije sorprendido al verlos tomados de la mano-

Chloe rodó los ojos y se safó del agarre de Félix.

- Al igual que a ti, nuestros padres hicieron un acuerdo matrimonial entre nuestras familias-

-¿Así que ahora eres Chloe Agreste?- le pregunté en broma-

-¡Bourgeois!- gritó- Aún no estamos casados, y no quiero que me quite mi apellido-

Marinette bajaba en esos momentos de la habitación de Louis, con él en sus manos para recibir a nuestras visitas. Casi corri al verla para ayudarla con los últimos peldaños. Tomé su mano, asegurandome que no soltara a Louis. Levanté su mandíbula y la besé fuertemente. Amaba tanto a esa mujer.

-¿Así que ustedes fueron en serio?- dijo Félix al vernos y señaló a nuestro hijo- Pensaba que su matrimonio era arreglado-

- Lo era- le sonrió Marinette para luego mirarme- Este idiota me enamoró-

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora