CAPITULO 13: DEFENDER A QUIEN QUIERES

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CAPITULO 13: DEFENDER A QUIEN QUIERES

Blaine tembló cuando entró a la cafetería. Sebastian, Nick y Jeff estaban con él pero eso no ayudaba a que se tranquilizara. Febrero había comenzado con demasiados problemas para el menor. No tardó mucho en encontrar a la persona con la que había quedado. Miró al rubio con miedo, seguía pensando que no era buena idea.

– Nosotros estaremos en otra mesa. No va a pasar nada. Tienes que contárselo. – Sterling acarició la espalda del ojimiel y le dedicó una sonrisa tranquilizadora.

Anderson se sentó en la mesa frente a Elliot después de coger su chocolate ya que el café y el té estaban prohibidos para él. Sus amigos se sentaron en una mesa cercana a ellos. El ojiazul lo miraba intrigado, no sabía el motivo por el que lo había citado ahí. Pensó que todo había quedado claro entre ellos tres meses atrás.

– ¿Qué quieres? No tengo ganas de perder el tiempo en cosas sin sentido. – Gilbert se acomodó en la silla, apoyando su espalda en el respaldo para estar lo más lejos posible del menor.

– La vez que t-tú y yo nos... Nos acostamos... N-no usamos pro-protección y... – Blaine estaba extremadamente nervioso y no sabía como explicarse.

– ¡Me has contagiado algo! ¡Se supone que eras virgen! Ahora va a resultar que eres un cualquiera que se acuesta con todos y al que le gusta fingir ser dulce...

El sonido de una bofetada hizo el silencio en la cafetería. Sebastian se había levantado al escuchar a ese impresentable insultar al ojimiel y lo había golpeado. El encargado del local invitó a los cinco a que salieran de allí y todos lo hicieron. Una vez fuera, Jeff se encaró con Elliot.

– Por fortuna Blaine está sano, su salud es buena. ¡Gracias por tu preocupación! Lo que ha pasado es un poco más complejo. Pero si crees que es una pérdida de tiempo será mejor que lo dejemos aquí. Puedes dar gracias de que haya tenido la consideración de contártelo pero si no lo vas a apreciar...

El rubio se volvió y pasó su brazo por los hombros del más bajo para ir en dirección contraria a donde estaba Gilbert.

– ¡Espera! Quiero saberlo. Que lo diga ya y acabemos con todo esto. – El ojiazul pidió. Anderson se volvió y caminó lentamente hacia el universitario.

– Estoy embarazado. Sé que puede parecer una broma pero es real. Es posible que seas el otro padre del bebé.

– ¿Y qué quieres de mí? ¿Quieres mi dinero? No te voy a dar un céntimo. – Elliot casi gritó.

– Sólo pensé que necesitabas saberlo porque tal vez querías estar presente en la vida de tu hijo pero... No vas a estar ahí porque yo no quiero que alguien como tú esté cerca de mi hijo.

El menor se volvió bajo la atenta mirada de sus amigos. El enfermero se sintió muy orgulloso de la fortaleza del joven. Sin embargo, Sebastian volvió a situarse frente a Gilbert y lo golpeó de nuevo. Esa vez lo hizo con el puño cerrado y en el pómulo.

– Eres indeseable, imbécil, arrogante e idiota. – El castaño gritó antes de darle una patada en la entrepierna que hizo que el otro se arrodillase. – Aléjate de Blaine, no quiero volver a verte en la vida.

Anderson y Sterling se acercaron al abogado y lo sujetaron para que no volviera a golpearlo mientras estaba en el suelo. Elliot se levantó apoyándose en la pared. Estaban en plena luz del día pero nadie se preocupaba por ellos. Así era la gran ciudad. Nick fue el que se acercó.

– Haremos un trato. Tú no nos denuncias y Blaine no te pide que te hagas cargo de tu hijo. Seb es abogado y ganaríamos los dos juicios. Sin embargo, vamos a ser generosos y dejar que te vayas sin problemas... ¿Estás de acuerdo? – El médico quiso saber.

Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora