CAPÍTULO 18: LIRIOS Y ENIGMAS

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N/A: Quiero dejar claro que nunca pretendí que Blaine o Sebastian fueran perfectos. Cometen errores ya sea por su edad, falta de experiencia, inseguridades... Nadie es perfecto y, sobre todo cuando estamos dolidos, nos equivocamos. Evidentemente Blaine se equivoca queriendo apartar a Sebastian de su lado pero eso responde a sus miedos, a su edad y a su enfado (pronto se arrepentirá de eso). Cuando discutimos decimos cosas de las que luego nos podemos arrepentir, cuando estamos enfadados no tomamos las mejores decisiones. Quiero que esto quede claro para que este fic no termine de hundirse definitivamente. ¿Qué hubieseis pensado si después de lo que hizo Sebastian, llega al hospital y Blaine lo recibe con los brazos abiertos? Yo no me habría sentido muy bien que digamos. Sé que todos queremos Seblaine pero todo a su debido tiempo. 

CAPÍTULO 18: LIRIOS Y ENIGMAS

Sebastian estaba en su apartamento. Había empaquetado algunas de las pertenencias de Blaine para cuando los chicos pasaran a recogerlas. No tenía muchas ganas de nada, estaba destrozado. Sin embargo, quería mantener las esperanzas. No podía pensar en nada que no fuera tener a Anderson entre sus brazos y a su hija con ellos, creciendo feliz con unos padres enamorados. Se esforzaría en conseguir ese sueño.

El timbre sonó anunciando la llegada de los amigos del menor mientras él se tomaba el segundo Whisky de la tarde, el alcohol era su mejor aliado cuando estaba deprimido. Se levantó sin ganas y abrió la puerta para ver a Santana, Sam y Brittany con varias cajas y bolsas vacías para recoger las pertenencias del embarazado. No se saludaron, simplemente los dejó pasar y los chicos se distribuyeron por el lugar. La latina se encerró en la habitación del ojimiel, el rubio en el baño y la ojiazul se quedó en el salón. El mayor decidió sentarse en el sofá y mirar como Pierce trabajaba.

– ¿Por qué le hiciste eso a mi unicornio? Él te ama y tú lo amas a él. – La joven lo miró con inocencia. El castaño sonrió con tristeza, le caía muy bien esa chica tan dulce y cariñosa. Realmente era la única amiga de Blaine que le gustaba. No soportaba a los otros dos.

– Cometí un error y lo lamento tanto. Quiero que me perdone. – El ojiverde se sinceró, sabiendo que esa chica no lo juzgaría.

– Tienes que demostrarle que lo amas. Tiene miedo y está muy dolido. – La rubia comentó.

– Lo intentaré... Britt... ¿Podrías decirme como está la niña? Quiero saberlo todo sobre ella. – El abogado pidió.

– Está bien salvo porque la van a tener que operar cuando nazca. Blaine no lo dice pero está aterrado. Todos los vamos a cuidar a los dos hasta que todo se solucione. Por cierto... A Blaine le gustan los lirios. – Pierce sonrió.

– No sabía lo de los lirios pero... Quiero saber más de la niña. Britt, por favor.

– A Blaine le gustan los lirios. – La ojiazul lo miraba desesperada haciendo gestos como si estuviera diciendo algo obvio.

– Eso ya me lo has dicho pero quiero saber más cosas de la nena. – Smythe dijo con paciencia y la joven se golpeó la frente con la mano, totalmente desesperada.

– Blaine no quiere que la nena conozca a su papá pero él si quiere conocerla. – La estudiante cambió de tema siendo consciente de que el otro no entendería lo que intentaba decirle con los lirios.

– ¿Elliot quiere conocer a la niña? – Sebastian se asombró por lo que acababa de escuchar. La rubia frunció el ceño.

– Se supone que no puedo contarte nada. Blaine nos hizo prometer que no te daríamos información sobre eso.

– No me has contado nada. Puedes estar tranquila. – El castaño intentó tranquilizarla pero se ganó una mirada herida de la otra.

– ¡Sí te lo he contado! ¡Tú no has querido entenderme!

Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora