CAPÍTULO 8: SEXO O AMOR

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CAPÍTULO 8: SEXO O AMOR

Una semana había pasado desde lo ocurrido con Elliot y Blaine había vuelto a su vida normal, sobre todo tras haber recibido los resultados de los análisis el miércoles y haber comprobado que estaba bien. Todavía se sentía mal cuando pensaba en lo ocurrido pero todo había quedado eclipsado con la novedad ocurrida en el instituto. Un chico y una chica se habían acercado a él y habían estado hablando tranquilamente durante la hora de la comida. Eran una de las animadoras y uno de los jugadores de fútbol. Al principio pensó que querían hacerle algo, gastarle una broma o algo así pero después se dio cuenta de que eran demasiado dulces e inocentes para querer hacerle daño. Eso trajo a su vida un nuevo optimismo que hizo que rápidamente superara lo ocurrido.

El viernes Sebastian fue a buscar al moreno al trabajo. Iban a salir para divertirse, los dos solos. No era una cita, no era como si el castaño quisiera tener una cita con el joven. Aunque en el fondo lo deseara, pensaba que el menor jamás estaría con él y que merecía alguien de su edad, alguien que pudiera darle experiencias propias de un chico de dieciocho años y no de un hombre de veintiocho.

Para Anderson la sorpresa era agradable ya que seguía disfrutando de cada gesto que ese hombre hacía por él. Sonrió mientras iban a cenar a un restaurante italiano. El ojiverde apartó la silla para que se sentara, como todo un caballero. Eso hizo que su mente se imaginara que eso era una cita y eso le encantaba.

Después de la agradable cena se fueron a dar un paseo por la ciudad de Nueva York. Sin darse cuenta caminaban de la mano y era un sentimiento muy agradable para ambos. Sin embargo, la caminata se detuvo en frente de un bar gay.

– Seb... No tengo edad para entrar a un sitio así. – El moreno susurró.

– Bueno, siempre puedes entrar con una identificación falsa. – El castaño se encogió de hombros.

– No tengo ninguna. – El ojimiel frunció el ceño.

– Ahora sí... – El más alto sacó una ID de su bolsillo y se la dio al otro. – ¡No se lo digas a Jeff! Me mataría si se entera de que te estoy llevando al lado oscuro, cosa que es rara porque él disfrutó mucho de la que le conseguí cuando teníamos dieciséis años.

– Me hubiera gustado conoceros entonces. Tengo la sensación de que me he perdido muchas cosas de vuestra vida.

– Tendrías seis años por lo que entenderás que no te habríamos llevado con nosotros ni te habríamos contado que la primera vez que Nick bebió hizo un baile sensual delante de todos y acabó en calzoncillos y si no se los quitó fue porque Jeff se lo llevó. Se perdieron durante veinte minutos...

– ¿Por qué tengo la sensación de que vuestros años en el instituto fueron mejores que los míos? – El menor preguntó divertido.

– Tuvimos de todo pero nos lo pasamos bien. Ahora tú también tienes alguna esperanza. ¿Qué tal con tus nuevos amigos?

– Bien, son muy simpáticos.

– Y el chico... ¿Te gusta? – El ojiverde movió las cejas sugerentemente.

– ¿Qué? ¡No! Es decir, es muy atractivo y eso pero es hetero y lo último que necesito es enamorarme de un hetero. Después de lo de Elliot lo último que quiero es hacer el idiota otra vez.

– No hiciste el idiota... El idiota es él... Vamos dentro, tal vez encontremos a los chicos de nuestros sueños ahí dentro.

Los dos amigos entraron en el lugar, un local elegante y moderno, con la música a todo volumen y mucha gente bailando en la pista.

– ¿Has bebido alguna vez? – Smythe preguntó acercándose al oído del menor para que lo oyera. Sin embargo, la proximidad hizo que ambos se sintieran intimidados y deseosos de estar aun más cerca del otro.

Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora