CAPÍTULO 3: AYUDA

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N/A: Estos días subo más rápido porque en Fanfiction voy por el capítulo 10, en cuanto lo lleve al día, subiré a la vez que en FF, lo que significa una vez a la semana... Los lunes

CAPÍTULO 3: AYUDA

Eran las doce de la noche. Sebastian estaba durmiendo cuando unos gritos lo despertaron. Se habría dado la vuelta para seguir durmiendo si no fuera porque sabía que provenían de la residencia de los Anderson. Nick y Jeff le habían contado su conversación con su vecino y sabía que las cosas no estaban bien para el menor. Y en esos momentos parecía que sus padres estaban gritando. No sabía si sería algo habitual de la pareja o el destinatario de esos insultos era Blaine. Se decidió por levantarse, ponerse una vieja camiseta ya que dormía en calzoncillos y se preparó un té. Necesitaba esperar a que esa discusión terminara para asegurarse de que todo iría bien.

Una hora fue el tiempo que duraron los gritos. Smythe se sentía mal pensando que tal vez eran hacia el adolescente aunque realmente tampoco tuvo mucho tiempo para tranquilizarse porque el timbre de su casa sonó. Se levantó rápidamente para encontrarse a Blaine con los ojos rojos, llorando e hipando, totalmente destrozado vestido con su pijama y con un par de bolsas con él. No hubo palabras, no las necesitaron. El castaño se hizo a un lado para permitirle entrar al más joven.

Una vez que el ojimiel estuvo en su apartamento, el más alto lo abrazó para consolarlo. El moreno se agarró a la camiseta del otro mientras intentaba controlar su llanto. Era la primera vez que sentía ese tipo de contacto con alguien desde que había confesado su orientación sexual.

Cuando el menor se tranquilizó, Sebastian se animó a hablar.

– ¿Te preparo un té?

– Sí, por favor. – Blaine intentó reprimir un sollozo mientras el otro se dirigía a la cocina.

– ¿Qué ha pasado? – Preguntó el castaño cuando regresó.

– Mis padres se enteraron de que no fui a clase y me empezaron a preguntar. Nunca he sido muy bueno mintiendo y... No les ha sentado muy bien que tenga amigos gays. Han empezado a insultarme y... Lo peor ha sido cuando mi padre me ha pegado. He recogido lo más imprescindible de mis cosas y he salido de casa. No sabía a donde ir y... Sólo necesito un lugar para pasar la noche, mañana intentaré encontrar algo.

– ¿Cuántos años tienes? – El abogado preguntó.

– Dieciocho... ¿Por qué?

– Puedes quedarte aquí el tiempo que necesites porque eres mayor de edad, no quería problemas con tus padres si eras menor, aunque habría buscado una solución. Creo que Nick y Jeff ya te lo dijeron pero... Yo solo quiero ayudarte. ¿Quieres que te acompañe a poner una denuncia contra tu padre por agresión?

– Gracias por todo. No estoy acostumbrado a que se preocupen por mí. Y si no te importa, prefiero dejar las cosas así. Como has dicho, soy mayor de edad y puedo hacer mi vida sin ellos. – El moreno confesó.

– Como quieras, aunque creo que deberías acostumbrarte a que se preocupen por ti. Jeff puede ser una auténtica lapa si cree que necesitas ayuda. – El ojiverde bromeó, lo que hizo sonreír al otro. – Iré a preparar la habitación que tengo libre.

Sebastian se levantó para ir a trabajar aunque apenas había dormido. Había estado escuchando el llanto de Blaine durante gran parte de la noche. Supuso que se calmó hacia las seis de la mañana aunque no puede asegurar que se durmiera a esa hora. Lo primero que hizo fue asomarse en la habitación donde descansaba el moreno y lo vio dormido. Decidió no despertarlo y llamar a Jeff. Esa semana él y su marido tenían turno de tarde en el hospital y podrían acompañar al ojimiel mientras él trabajaba. No quería que el menor se quedara solo, se sintiera solo.

Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora