CAPÍTULO 15: SENTIR

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CAPÍTULO 15: SENTIR

Los cuidados de Sebastian, el cariño de Jeff y Nick y el apoyo de Cooper, Sam, Brittany y Santana hacían que Blaine cada vez se sintiera más confiado en la posibilidad de poder quedarse con el bebé. Todo parecía ir bien con el embarazo y las cosas con Smythe estaban mejor que nunca. Le parecía mentira todos los miedos e inseguridades que había tenido antes, en ese momento era feliz.

Su relación con Sebastian no era oficial, no habían hablado de ser novios, de cosas de pareja, pero sin embargo se comportaban como si lo fueran. Besos, caricias, sexo, sonrisas, miradas... Lo único que les faltaba era una “etiqueta” y reconocer en voz alta sus sentimientos. Sin embargo, el moreno sentía que no la necesitaba, por primera vez en su vida se sentía amado y deseado.

La “pareja” estaba relajándose en el apartamento que compartían. Había llegado el cuarto mes de embarazo por lo que el menor empezaba a tener dolores de espalda y el castaño estaba dándole un masaje con aceite. El mayor le había pedido a Nick que le dijera como hacerlo para aliviar el dolor y él se esforzaba al máximo para que las incomodidades del embarazo fueran menores.

– Tengo hambre. – El ojimiel informó mientras se acariciaba el viente.

– ¿Cuándo no tienes hambre? – El más alto preguntó.

– ¡Eh! Estoy embarazado, tengo que comer por dos. – El menor se volvió para golpear con suavidad al otro.

– Yo diría que comes por cuatro. – Bromeó el ojiverde.

Blaine se levantó haciéndose el ofendido para ir a la cocina. Sebastian lo siguió con una sonrisa, le encantaba esa familiaridad con la que ambos se trataban, la complicidad de sus miradas, la confianza entre ellos. Seguía enamorado y, aunque sonara egoísta, era feliz sabiendo que el corazón del menor le pertenecía. Seguía sin querer una relación con él, el castaño temía dañar a la persona más maravillosa que se había cruzado en su vida.

Se sentó en la mesa mientras contemplaba al joven haciéndose un sándwich de mantequilla de cacahuete y atún.

– Eso debe ser asqueroso... ¿Te lo vas a comer? – El ojiverde frunció el ceño.

– Desde que estoy embarazado como cosas raras. Al bebé le gustan. – El moreno se encogió de hombros mientras se servía un vaso de zumo.

– Aun no ha nacido y ya lo consientes demasiado. – El más alto sonrió mientras el otro se sentaba frente a él para comerse su sándwich.

– Tengo que aprovechar ahora, cuando nazca tendré que ser yo el que le imponga disciplina. Si tengo que esperar a que tú lo hagas... – El ojimiel dejó de hablar. Era la primera vez que hablaba de como educaría a su bebé junto a Smythe.

– Yo lo voy a mimar mucho, lo sé. Sin embargo, mis padres fueron disciplinados además de cariñosos y yo quiero ser como ellos. No voy a dejar que haga lo que quiera y te apoyaré cuando seas tú el que impongas disciplina.

– Si es tu bebé.

– Will va a ser mi hijo, ya lo verás. – Sebastian lo miró con amor.

– ¿Will? ¿Niño? ¿Tuyo? Acabará siendo niña y de Elliot sólo para decepcionarte. No sé por qué... – Anderson dejó de hablar y se llevó sus manos al vientre. Antes de que fuera consciente de lo que ocurría, el castaño estaba a su lado mirándolo preocupado.

– ¿Estás bien? ¿Llamo a Nick? – La angustia era notoria en el castaño.

– Se ha movido... – Blaine susurró tan bajo que no fue escuchado por el otro.

Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora