Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)

CAPÍTULO 7: CONFESIÓN

CAPÍTULO 7: CONFESIÓN

Blaine estaba nervioso. Jeff le había convencido para que se hiciera unos análisis. Debían asegurarse de que el menor no había contraído alguna enfermedad por no usar protección. Llegaron al hospital donde trabajaban el rubio y su esposo y se dirigieron a una pequeña sala donde había mucho instrumental médico, una pantalla y una camilla.

– Siéntate, te sacaré sangre para la analítica. Soy el mejor enfermero. No te haré daño.

El moreno hizo lo que le había pedido mientras el otro rellenaba un formulario. Después remangó el jersey que llevaba, extrajo las muestras y le pidió que esperara allí.

Sterling salió en busca de su marido. Cuando lo encontró le dio un tierno beso en los labios sin importarle si alguien los observaba.

– Hace mucho que no pasamos una noche separados. Te he echado de menos. Ahora todo lo que quiero es buscar un lugar donde tú y yo podamos aprovechar el tiempo. Apenas he podido dormir. Necesitaba tus besos. – El ojiverde susurró.

– Yo también te he echado de menos. No recuerdo cuando fue la última vez que dormimos separados. Pero Blaine me necesitaba... Esto me recuerda, necesito que firmes esto.

– ¿Qué es? – El moreno se extraño al leerlo. – No puedo firmar esto. No he visto al paciente y no voy a autorizar unas pruebas sin verlo. Necesito hacerle algunas preguntas.

– Son para Blaine. No puedo decirte más.

– ¡Qué! En ese caso menos. ¿Eres consciente de los problemas que puede tener si no lo reviso bien?

– Simplemente se acostó con Elliot y no fue muy bien. No usaron protección y por eso necesita las pruebas. Se siente humillado y avergonzado, no necesita que se lo hagas pasar peor.

– Tengo que verlo, tengo que asegurarme de que está bien. Además quiero comprobar que fue cuidadoso y no está herido.

– ¿Confías en mí?

– Te confiaría mi vida, pero el médico soy yo y si algo va mal puedo salir perjudicado.

– No confías en mi criterio.

– Es por el bien de todos.

Jeff se dio la vuelta enfadado y se dirigió hasta la habitación donde estaba Blaine. Nick lo siguió malhumorado, sabía que su pareja no entendía su punto de vista, pero él lo hacía porque consideraba que era lo mejor. Los dos entraron a la sala y vieron a Blaine sentado en la camilla, mirando con curiosidad algunos objetos, pero sin atreverse a tocarlos.

– ¿Te gustaría ser médico o enfermero? Veo que te interesa nuestro instrumental. – El rubio pregunto con una sonrisa.

– No, no creo que sea capaz.

– El único obstáculo que tienes es tu inseguridad. – El doctor comentó.

– Bueno, yo más bien diría que es porque me pongo malo al ver heridas y sangre. Se me revuelve el estómago y siento náuseas. – El menor aclaró.

– Mal médico entonces. – Sterling seguía sonriendo y agarró la mano de Anderson.

– Blaine, necesito que me cuentes todo lo que pasó ayer. – Pidió el doctor.

El estudiante comenzó su relato. Intentó ser fuerte pero acabó llorando. Duval lo miraba comprensivo.

– ¿Te duele? – Quiso saber el ojiverde.

– Un poco, pero eso es normal, ¿no?

– Puede que sea lo normal o puede que no. Será mejor que te haga una exploración.