CAPÍTULO 2: ¿ERES GAY?
Tres días habían pasado y todos se encontraba con el desconocido en el pasillo por las mañanas. Sebastian estaba a punto de enloquecer. Había visto que el chico no sonreía, que tenía ojeras todos los días, que sus ojos parecían querer llorar constantemente e incluso había visto alguna herida o moratón. Quería hablar con él, quería saber qué le pasaba. Su mente no paraba de retroceder a uno de los momentos más amargos de su vida.
Flashback
– Soy el novio de Dave Karofsky. ¿Puede decirme donde se encuentra? – Un nervioso Sebastian de quince años hablaba con la recepcionista del hospital de Lima, Ohio.
– Lo siento, sólo puedo dar información a familiares directos. – Dijo la mujer muy seria.
– ¿Sebastian? – La hermana de su novio se acercó a él. La joven era morena, de ojos marrones, baja, delgada y parecía un ángel, frágil y elegante.
– ¿Cómo está Dave? ¿Qué ha pasado? – El castaño se acercó a ella y la abrazó.
– Ha intentado suicidarse. El acoso en el McKinley ha ido aumentando desde que conocieron su secreto y no ha podido con él.
– ¿Qué? ¿Por qué no me contó nada? ¿Por qué no me buscó para que lo ayudara? – El ojiverde estaba nervioso, se sentía mal por no haber hecho más por su pareja. Él también sufría acoso en su instituto y sabía por lo que estaba pasando.
– No quería mostrarse débil ante ti. Acompáñame a la cafetería a por una tila para mi madre.
Cuando llegaron donde estaban los señores Karofsky, los vieron abrazados llorando.
– Mamá... – La joven susurró y fue acogida entre los brazos de sus progenitores.
– Ha muerto... – Sollozó la mayor.
Fin del Flashback
Cuando ambos llegaron al andén del metro, el adulto se acercó al joven. Le tocó el hombro porque ese día, en vez de leer un libro, iba escuchando música.
– Perdona... ¿Puedo hablar contigo? – Quiso saber el castaño.
– Sí, supongo... – El moreno se encogió de hombros mientras metía los auriculares en su bolsillo.
– Me llamo Sebastian Smythe. ¿Cuál es tu nombre?
– Blaine Anderson.
– Quería preguntarte... ¿Eres gay?
– ¿Qué? – Los ojos del más bajo se abrieron al escuchar esas palabras.
– He notado que...
– ¡¿Quién te crees que eres?! – El menor gritó.
– Tranquilizate, por favor. Yo solo quiero saber...
– No tienes ningún derecho a saber nada. No me importa lo que opines de mí y de mi vida. No me interesa nada que tenga que ver contigo.
– Escucha niñato. – Era claro que el mayor había perdido la paciencia. – Sólo me estoy preocupando por ti. No tienes que enfadarte conmigo por eso.
– ¿Preocupándote? Te estás metiendo en mi vida cuando hace cinco minutos no sabías ni mi nombre. Vete a buscar a alguien de tu edad que te aguante y déjame en paz.
El tren había llegado y el adolescente corrió hacia la parte trasera para evitar al adulto.
– ¿Te extraña su reacción? – Jeff preguntó después de que Sebastian le contara lo ocurrido con Blaine. Los tres amigos estaban en la casa de Smythe tomando un café.
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Quiera El Destino (Seblaine boyxboy)
Hayran KurguSebastian es un abogado de éxito que consigue un ascenso y decide mudarse a un apartamento mejor. Allí conoce a Blaine, un vecino diez años más joven que él pero que cambia su mundo... Porque a veces el destino elige por ti...