IV

4.7K 532 10
                                    

Mi llegada a la casa de los Cigar resultó ser un soplo de aire fresco. Y no por la tranquilidad exactamente. Al parecer llegue en un día de transición, puesto que un par de horas después de mi llegada, todos salieron a despedirse de la hermana de Luis, de su marido y de sus hijos.

-Cuando acostemos a los niños tienes que contárnoslo todo ¿de acuerdo?- Me decía Aroha mientras luchaba para que su hija de un año no le tirara del pelo.

-¿Dónde está tú marido?- pregunté con curiosidad.

-Él... ya sabes siempre tiene que viajar mucho por negocios.- Dijo algo insegura.

Yo sabía que mi hermana mentía, pero no deseaba ponerla en una situación incómoda, desde que se había casado con el señor Lluch parecía cargan con un gran peso sobre sus hombros, no quiero decir con ello que no estuviera feliz, porque se la veía plena y enamorada, pero cada dos por tres él debía ausentarse por tiempos indeterminados y se notaba que mi hermana lo pasaba realmente mal sin él.

Todavía recuerdo el día que lo conocí, fue nada más y nada menos que una noche oscura. Javi y yo habíamos decidido cazar un búho, y pensando que bajo el manto de la noche sería nuestra mejor oportunidad nos adentramos en el bosque. La verdad, no recuerdo del todo bien los pormenores, sólo sé que en un momento determinado decidí alejarme de Javier porque estaba segura de haber visto un búho y quería ser yo la que lo cazara, y al momento siguiente estaba sola y perdida en medio de la oscuridad. La verdad no fue un encuentro encantador, mi cuñado es un hombre muy muy grande y cuando vi su figura acercándose no pude evitar llorar desconsolada. Aquel gigante me calmo y cuando encontramos a Javier nos acompañó hasta el final del bosque y nos hizo prometer que en adelante no volveríamos a separarnos...

Subí a la que desde la muerte de mis padres se había convertido en mi habitación, pero el llanto de un bebé me lo impidió. Por lo que decidí ir a ver que le sucedía a mi sobrino.

-¿Qué le haces al pobre?- le recriminé en broma a Camille.

-De verdad que es puro teatro... sus hermanos no lloraban tanto y si lo hacían siempre tenían algún motivo. Ya tiene casi dos años, si por lo menos me dijera porqué llora - Cuanto habían cambiado mis hermanas... la verdad es que para mí siempre habían sido mayores, quizás por la cantidad de años que nos separaban. Ellas habían sido como otras madres, pero ahora yo había dejado de ser una niña y ellas eran madres de verdad.

-Creo que es mi turno de amansar a la fiera.- dijo Luis entrando en la habitación y tomando a Mateo en brazos.

-Gracias.- le dijo Camille dándole un beso rápido.- Nosotras no queremos molestar.- Dijo tomándome del brazo.- Vámonos antes de que se arrepienta- me susurró.

-No creas que no te he oído mujer.- Gritó Luis desde el interior de la habitación.

Adoraba a mi cuñado y envidiaba la relación que mantenía con mi hermana. Se veía a simple vista lo mucho que se amaban, pero eso no les impedía gritarse, ser sinceros o bromear abiertamente y sin importar quien estuviera presente.

Entramos en el salón de la Duquesa y mi hermana se dejó caer sobre el sofá sin ninguna delicadeza. Sabía que ella deseaba preguntar sobre mi vida, por ello, decidí ser más rápida y hacer yo las preguntas.

-Camille ¿cómo está Miguel?- Realmente me interesaba saber cómo estaba mi sobrino, ya que desde su entrada a Elton no había tenido muchas noticias suyas.

-Buff... si tú supieras... cada dos por tres nos mandan carta los profesores, si no fuera a convertirse en archiduque lo habrían expulsado el primer trimestre. Orquesta unos planes de escándalo. De veras que no sé de dónde saca tanta "creatividad".- Sonreí imaginando al pequeño terremoto convirtiéndose en un hombrecito maquiavélico que volvía locos a los adultos.- Agradezco que Lucia sea un ángel, porque como has podido ver parece que Mateo será incontrolable...

El escondite tras la mentira (5º libro SAGA VERDADES OCULTAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora