XII

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-No te asustes.- me dijo Lux acercando una mano a mi rostro.

Nos habíamos encontrado en los jardines y decidimos hacernos mutua compañía.

-¿Michael qué hace?- pregunté extrañada. El conde era un adulador, pero en ningún momento me había dado la impresión de que yo le interesaba de un modo romántico.

- Únicamente quiero comprobar algo.- Respondió acercándose más a mí y rodeando mi cintura con su brazo.

-Buenas tardes.- dijo una voz seca a mi espalda. Yo me separé de Lux y al darme la vuelta me encontré con esos preciosos ojos azules.

-Buenas tardes Señor Dominth...¿necesita usted algo? – preguntó Lux fingiendo que Javier había interrumpido un momento importante.

-Sólo me he acercado a saludar...- Javier parecía no haber pensado en una buena excusa.

-Zuzanny y yo íbamos a dar un paseo hasta el rio... - inventó el conde. - ¿Querría usted acompañarnos?- ¿pero qué pretendía hacer Lux? Lo miré interrogativa, pero una sonrisa pícara fue toda la respuesta que obtuve.

-Claro- contestó secamente Javier.

No habíamos caminando más de unos incomodos y silenciosos minutos cuando Michael rompió el silencio.

-Acabo de recordar algo...- dijo fingiendo que de veras algo había vuelto a su mente.- Si no les importa adelantarse, los alcanzaré en el rio. –Dijo alejándose sin darnos tiempo a responder.

Yo comencé a caminar en dirección al río sin comprobar si Javier iba o no detrás mío. Una vez entremos en el bosquecillo el rompió el silencio.

-Estoy harto de tener que salvar tu reputación todo el tiempo.- exclamó de golpe. Yo fingí no escucharlo y proseguí con mi marcha.- ¿Es que acaso no te das cuenta de que estabas a punto de besar a uno de los mayores libertinos a la vista de todos?- Así que aquello es lo que había querido comprobar Michael, la reacción de Javier.

-Creí haberte dejado claro que no era de tu incumbencia lo que yo haga. Además dudo mucho que hayas tenido que salvar mi "reputación".

-No tienes ni idea...- dijo serio

-Ves cosas donde no las hay.- respondí intentando avanzar.- Además... puedo besar a cuantos quiera y donde lo desee...

-¡Estás loca! – Gritó poniéndose delante de mí.

-Apártate.- le dije al tiempo que lo empujaba para poder llegar al rio. Javier trastabilló con el fangoso suelo y terminó cayendo de culo sobre el barro.

-Mira... ahora sí eres tú mismo... un cochinillo en su propia...- no pude terminar de hablar, porque una bola de barro se estrelló contra mi pecho.- ¡Cómo te atreves!- Dije saltando sobre él y llenándole la cara de barro.

Sin darnos cuenta comenzamos a revolcarnos en el barro en una lucha de poder, obviamente terminó el sentado sobre mí y ambos repletos de barro de la cabeza a los pies.

-Zuz... - dijo en un susurro al tiempo que se inclinaba hacia mí.

-Veo que se lo están pasando en grande sin mí. – La voz de Lux me hizo volver a la realidad.

-Aparta.- Le dije a Javier, pero él no parecía dispuesto a moverse.- ¡Javier quítate de encima de mío ya!- Lux se acercó a ayudarme.

-Si no deseaban ser encontrados deberán haberse ido a un lugar más escondido.- Comentó Lux divertido.

-Michael no tiene gracia.- Le dije malhumorada mientras comenzaba a caminar de vuelta a la casa.

-¿Cómo que Michael?- Escuche que decía Javier sorprendido por nuestra familiaridad en el trato.

-Zuzanny querida, no permitiré que nadie te vea así...- Dijo Michael lo suficientemente fuerte para que Javier lo escuchara.

-¿Por qué has tenido que irte? Lo has hecho apropósito.- Lo acusé en el camino de vuelta.

-¿Cómo se supone que iba a saber yo que ibais a terminar revolcaros por el barro?- dijo entre risas.

-No es gracioso. Te dije que con Javier las cosas nunca salen bien.- Dije bufando.

-Quizás debí haberte hecho caso, pero estaba cansado de tener siempre una sobre allá donde íbamos, y pensé que sacar la sobra a la luz sería algo... interesante.- Respondió sin más.

-Sí, de lo más interesante.- Dije malhumorada.

-Venga, entraremos por la puerta de servicio... te prometo que nadie va verte así.

Conseguí llegar a mi habitación sin ser vista por nadie. La verdad es que a Michael se le daba realmente bien esconderse de la gente. Mientras me deshacía de todas mis prendas las palabras de Lux resonaron en mi cabeza 'estaba cansado de tener siempre una sobre allá donde íbamos, y pensé que sacar la sobra a la luz' ¿Estaría Javier realmente siempre espiándonos? La verdad yo no me había percatado de ello, pero teniendo en consideración que él mismo aseguraba estar constantemente salvando mi reputación... podía ser cierto.

El escondite tras la mentira (5º libro SAGA VERDADES OCULTAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora