VII

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Nos encontrábamos casi al final de temporada y Anna y yo tenías planeada nuestra siguiente escapada. Mi hermana y mi cuñado partirían de regreso a su hogar unos días antes de lo previsto, y los señores Dominth se habían ofrecido para cuidar de mí. Tan sólo serían un par de días, pero yo no estaba muy entusiasmada, porque aunque vivir con Anna no era novedad para mí, y los Dominth eran un encanto, pero eso implicaba vivir en una casa en la que Javier podría aparecer en cualquier momento. Consciente y quizás movida por ello, planee nuestra noche de libertad. Coincidió que el día en el que mi hermana y mi cuñado abandonada Londres un Club de Caballeros, organizaba una fiesta... por supuesto no cabe decir que nosotras no estábamos invitadas, pero la nueva incorporación al grupo, nuestro queridísimo señor Miller sí lo estaba.

-¿Zuza estás segura de esto? – dijo Anna ayudándome con el vestido.

-¿No te irás a tirar ahora para atrás verdad?- Pregunté retándola.

-No, es solo... no me gusta mentir...

-Vamos Anna mi hermana y Luis han partido esta tarde y mañana nosotras iremos a dormir a la casa que tus tíos han alquilado aquí... solo confundimos los días de partida, creímos que mi hermana partiría mañana pero mira tú por donde que era hoy el día que se iba.- Anna dibujó una sonrisa en su rostro.

-De acuerdo, pero sólo lo hago porque el señor Miller necesita desesperadamente divertirse.-Dijo sivertida.

-Claro que sí... estoy segura de que deseas encontrarte con Lord Checre. - Ella estiró fuerte de mi corsé como castigo por mis palabras. Y las dos reímos.

-¿Estáis seguras de esto verdad? – pregunto Miller por enésima vez.

-Sí.- dijimos al unísono.

-Vale vale, yo solo digo que como nos pillen solo podré restaurar el honor de una de las dos.- dijo risueño.- y creo que sería incapaz de convivir toda la vida con una de ustedes.

-¡Qué descarado!- Dijo Anna. Los tres reímos divertidos.

-Tranquilo Tom, yo me haría a un lado y sólo deberías encargarte de...- le dije en un susurro que provocó que su cara se pusiera roja cual tomate maduro.

El carruaje se paró y antes de que abrieran la puerta nos colocamos correctamente las máscaras.

-¿Listas? Recuerden, en dos horas nos encontramos de nuevo en la salida.-Señalo Tom

No llegamos a responder, porque la puerta se abrió y los tres descendimos del coche. Yo no podía dejar de mirarlo todo, las luces, la decoración, incluso el olor resultaba excitante, todo me recordaba la peligrosa situación en la que podría estar si alguien nos descubría.

Pasee entre las mesas de juego quería jugar, y pensaba ganar. Me senté en una de las mesas más concurridas y pronto los espectadores se fueron sumando. Nadie podía creer que el Marqués de York estuviera siendo desplumado por una jovencita enmascarada vestida con un traje muy revelador.

-Vuelve a ganar la señora de negro.- anunció el encargado de la mesa.

-Creo que me retiraré...- hablé a nadie en particular.

-¿Tiene usted miedo de que la suerte le abandone?- preguntó el Marqués

-Más bien, me apena que la mala suerte no se aparte de su lado mylord no desearía aprovecharme de su condición. – mi contestación sumió a la mesa en un gran revuelo, todos se preguntaban quién era esa señora tan descarada. Yo me levanté orgullosa y fui a recoger mi dinero. Sin apenas darme cuenta había hecho una gran fortuna aquella noche. Busqué con la mirada a mis amigos, Miller parecía más que entretenido con una cortesana sobre su regazo y Anna...¿dónde estaba?

El escondite tras la mentira (5º libro SAGA VERDADES OCULTAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora