XIII

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Acababa de dejarme ver en el salón de baile para la tercera velada nocturna cuando una Anna atacada me abordó.

-¿Dónde te has metido en los último eventos?- Dijo acusativa.- Llevo escapando del futuro duque de Checre sin tú ayuda.

-Oh vamos... el pobre Harry no puede ser tan malo...- dije risueña.

-Zuza no tiene gracia.- Parecía realmente harta de él.

-Bueno, bueno, intentaré estar más atenta.

-Ya... supongo que el conde Lux acapara demasiado tus atenciones.- Dijo con tono de reproche, pero yo sabía que estaba más interesada que enfadada.

-No sé qué insinúas, pero te adelanto que te equivocas.- Le dije antes de beber un sorbo de mi limonada.

-No soy ciega Zuza... creía que tu no estabas interesada en ningún hombre, o por lo menos no enserio.

-Te repito que te confundes amiga, me encanta Michael y estoy segura de que yo le caigo fenomenal, pero al igual que nosotras, sólo somos buenos amigos... y hablando de amigos, creo que acabo de encontrar a tú salvador.- dije haciéndole una señal para que mirara hacia la puerta de entrada.

-Pensaba que Miller no iba a dejarse ver por aquí...- Contesto

-Pues al parecer ha decidido venir, y pienso bautizarlo como tu guardián personal.- Dije encaminándome hacia él.

-No hagas eso, el pobre no sabrá decirte que no... pero seguro desea pasar el tiempo con alguna señorita.

-Miller- Lo salude haciendo caso omiso del comentario de Anna.- ¿Qué tal el viaje? Anna ya pensaba que no ibas a aparecer.

-No podía dejar que os divirtierais sin mí... y además- dijo algo avergonzado.- Si no hubiera venido creo que a mi madre le daba algo.- Ambas reímos ante su comentario.

-Pues has llegado justo a tiempo, el baile está a punto de comenzar y Anna necesita un salvador.- intervine viendo como Harry el futuro duque de Checre se acercaba a nosotros.

-¿Qué?- preguntó Miller sin comprender.

-Te lo explico luego.- respondió Anna tomándolo de la mano y alejándose.

Quizás no todo estaba perdido para Miller... Si Anna pasaba más tiempo con él a lo mejor nacían en ella nuevos sentimientos.

.......

La semana en la casa de campo de los duques de Checre pasó volando, la verdad el sinfín de actividades que habían organizado y la compañía de Lux, Anna y Miller hicieron que fuera todo de lo más entretenido.

Las celebraciones concluyeron con un espectacular baile que nada tenía que ver con los que habíamos compartido a lo largo de la semana.

-¿Anna me harías el honor de bailar conmigo?- pregunto Miller valiente.

-¿Está Harry cerca?- pregunto en un susurro pensando que Miller se lo pedía por eso. Yo lo mire para advertirle del desaire que acababa de hacerle a nuestro amugo, pero ella no pareció comprender.- Yo no lo veo, no te preocupes Miller, ya has cuidado de mi fenomenal estos últimos días... seguro prefieres bailar con otra dama.

-Si quisiera bailar con otra dama no te lo habría pedido a ti.- Dijo antes de dar media vuelta y alejarse de nosotras.

-¿Qué le pasa?- preguntó Anna inocentemente.

-Más te vale ir tras él y aceptar el baile si no quieres que el orgullo de Miller se hundan más profundamente todavía.-Ella continuó sin comprender.- Anna él quiere bailar contigo.- dije intentando explicarme sin revelar demasiada información.

-Ups... creo que le debo una disculpa ¿Te importa que te deje sola?

-Claro que no.

Dicho esto Anna desapareció entre la multitud en busca del bueno de Miller.

Yo había bailado ya con cinco caballeros, y la verdad, estaba cansada, necesitaba tomar el aire y no dudé en escabullirme a uno de los balcones.

-¡Qué alivio! - dije al sentir el aire fresco contra mi cara.

-Sabía que esa sonrisa del salón era falsa.- Dijo la voz de Javier desde una esquina oscura del balcón.

-Que necesite tomar el aire no implica que me desagraden los bailes. –Respondí- No sabía que estaba usted ocupando este balcón, ya me retiro.

-No hace falta...- dijo con tal amabilidad que me sorprendió.- No quería sonar grosero... sólo me gusta seguir pudiendo descifrarte igual de bien que antes.

-¿Perdón? – Dije entre confundida e indignada.

-Sé que nunca te ha gustado que te lo diga, pero me resultas un libro abierto.

-Es usted un engreído... ¿lo sabía? O sí claro que lo sabía porque me ha leído la mente.- dije en tono amargo.

-No me refiero a eso.- respondió dando un par de pasos hacia mí.

-¿Y- y a qué se refiere?- dije maldiciendo en mí interior por haber tartamudeado.

-A pesar de que intentes ocultarlo, me gusta poder saber cuándo algo te desagrada, cuando quieres matar a alguien, cuando estás nerviosa...- dijo acariciando mi hombro desnudo.

Aquel estúpido gesto hizo que se me acelerara la respiración.

-¡Querida estás aquí!- La voz de Michael me hizo volver a la realidad.

-Michael... te estaba buscando.- dije alejándome de Javi.

-Seguro que sí.- respondió Lux con ironía.

-Señor Dominth gracias por cuidarla en mi ausencia.

No quise girarme para ver el rostro de Javier, pero por la sonrisa triunfal de Michael supuse que habría sido de desagrado totalmente. 

El escondite tras la mentira (5º libro SAGA VERDADES OCULTAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora