ACADEMIA DE DIOSES

El extraño

Pesefone.

Despierto con los primeros rayitos del sol filtrándose por la venta y al ver que todavía llevo puesto el vestido blanco decido ir a tomar un baño. Tomó el folleto de la universidad que Artemisa me había regalado el día anterior y veo el mapa de los distintos pisos del edificio.

"Dioses, asi no me provoca ni ducharme", pienso con frustración al ver que no encuentro el baño ni en mi habitación, ni por el inmenso pasillo.

Decido ver en otros pisos y después de revisar ocho pisos para luego encontrarme revisando el noveno...siento que la desesperación empieza a apoderarse de mi. No quise pedir ayuda a Artemisa ya que esta se encontraba dormida y ahora para colmo de males el ascensor lo habían llamado desde el décimo piso, "increíble que alguien mas este tan loco para estar despierto con este frío y tan temprano", veo el reloj de pared que cuelga junto a la entrada de cada ascensor.

-las cuatro- Musito mientras pienso en lo agradable que seria volver a la cama pero no pienso rendirme, hallare el baño y tomare una ducha.

El sonido del ascensor al abrirse hace que mi atención llegue a él, al abrirse las puertas veo a una ninfa salir de él con una sonrisa mientras esta envuelta en una toalla y su cuerpo se encuentra completamente empapado. Ella sigue su camino sin siquiera mirarme por lo que yo sigo el mio asi que entro al ascensor y marco el único piso que no he revisado.

Al abrirse las puertas quedo sorprendida pues esperaba encontrarme un pasillo con puertas a ambos lados pero ahora estaba ante mi lo que parecía un apartamento, tenia habitación, sala y cocina, todo a la vista pues carecía de paredes que separaran las diferentes aeras y sin embargo todo estaba tan bien distribuido que no daba la impresión de estar muy amontonado.

-Si- Me felicito al ver que hay una puerta al fondo de toda la habitación y logro escuchar el sonido del agua de la regadera.

Me siento en la cama la cual esta junto a la puerta y espero a que salgan del baño, "¿que lugar era este y porque los baños tenían que estar tan ocultos?, ¿sera que el décimo piso es una de esas fraternidades que mencionó Apolo?". Después de esperar por unos minutos decido tumbarme en la cama la cual resulto ser mucho mas cómoda que la mia y eso hace que tome una ligera siesta pués me he levantado demasiado temprano.

Sueño con lo maravilloso que sera mi primer día de clases oficial pues ayer no tuve ninguna, se supone que las clases empiezan a las ocho pero mi madre me enseño a levantarme desde las cinco de la mañana para arreglarme y ayudarle con el trabajo para que asi mis poderes se fueran acostumbrando o controlando. Despierto al sentir que unas frías gotas de agua caen sobre mi rostro, al abrir mis ojos veo que están caen desde un cabello blanco que le pertenece a un hombre de piel azul oscura.

-¿Que haces aqui?- Pregunta con enfado mientras me toma del brazo y me obliga a levantarme.

-Oye, tranquilo, me haces daño- Protesto al ver que su agarre es demasiado fuerte.

Estoy frente a frente de ese sujeto al cual solo le llego a la parte baja de su pecho, solo lleva una toalla negra alrededor de su cintura y tiene unas lineas de un color eléctrico por casi todo el cuerpo haciendo que me den tentación de tocarlas pero al ver sus ojos rojos cual rubies que reflejan enfado y curiosidad no me atrevo a moverme.

"Esto es incomodo".

Estamos literalmente cerca, nos separan solo diez centímetros y lo peor es que ni él ni yo decimos nada, él esta demasiado enfadado al parecer y yo demasiado confundida por el impacto que ha tenido aquel extraño.

-¿Que haces aqui?- Su tono es severo y algo intimidante...bueno, si lo pienso bien todo su ser hace que me sienta intimidada.

Su estatura que es exageradamente alta para alguien musculoso como él, su mirada furiosa y labios fruncidos, su agarre fuerte y su voz tan autoritaria y demandante.